La tarántula es conocida en Costa Rica como "pica caballo", ya que existe la creencia popular de que durante la noche, cuando estos animales salen de sus cuevas en busca de comida, orinan las patas de los caballos provocándoles serias lesiones en los tejidos.
No obstante, la evidencia científica indica que los equinos desarrollan infecciones bacterianas en sus patas debido a la exposición a suelos húmedos y no a las picaduras de las "pica caballo".
Con esta reputación y un aspecto no tan agradable, la tarántula forma parte de los animales hacia los que la gente siente miedo o aversión.
Este artrópodo pertenece al grupo de los arácnidos, al igual que los escorpiones, las garrapatas y otros ácaros. En Costa Rica son comunes las tarántulas del género Aphonopelma, que incluye especies de Norteamérica, México y Centroamérica.
Provistas de cuatro pares de patas, ocho ojos pequeños y abundancia de vellos en su cuerpo, el veneno de las tarántulas que habitan el suelo nacional no es letal para los seres humanos, como sí ocurre con tarántulas de otras latitudes, aseguró el especialistas en arácnidos y profesor jubilado de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR), William Eberhard.
Estos animales, que pueden alcanzar el tamaño de una mano con sus extremidades extendidas, poseen en la parte delantera de su cuerpo un par de colmillos (quelíceros) que les sirven para inyectar el veneno a su presa y paralizarla.
Los vellos cumplen también una función defensiva ante posibles depredadores, ya que en una situación de peligro las tarántulas se frotan el abdomen con sus patas para lanzar pelos al aire. Así, el animal que está cerca los inhala y al ser irritantes se ve obligado a retirarse.
Sin embargo, recuerda Eberhard, la mayor amenaza para estos arácnidos somos los seres humanos, principales destructores de su hábitat. Ellas viven en huecos profundos en la tierra o en troncos de árboles podridos.
Las tarántulas tienen una función importante para el equilibrio de los ecosistemas como controladores de otras poblaciones de animales. Así por ejemplo, sus parientes más pequeñas, las arañas, ayudan a controlar las cucharachas y las moscas en las viviendas.
Tratarlas siempre con respeto y no actuar con pavor favorecerá su supervivencia en el planeta.