El cáncer es la segunda causa de muertes en Costa Rica. Cada año se presentan en el país 11 500 casos nuevos de esta enfermedad. Esto significa que alrededor de 30 personas son diagnosticadas por día, según datos del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
A pesar de todos los avances que se han logrado a nivel internacional y nacional para mejorar la atención de pacientes con cáncer, “aún hoy las posibilidades de tratamiento en el sistema de salud son limitadas y con un acceso marcado por la desigualdad”, recordó el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Estas palabras las pronunció durante la inauguración del citado laboratorio, el cual, de acuerdo con investigadores de la Universidad, se trata de una iniciativa de gran impacto para la medicina oncológica nacional.
El laboratorio que alberga al ciclotrón (acelerador de partículas) y al PET-CT (tomografía por emisión de positrones - tomografía computarizada) es la culminación del trabajo de más de una década para proveer a la población costarricense de esta herramienta de diagnóstico temprano de cáncer y de otras enfermedades cardiovasculares y neurológicas.
El Dr. Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física y coordinador del proyecto desde su inicio, enfatizó que uno de los objetivos del ciclotrón PET-CT es contribuir a reducir la tasa de mortalidad por cáncer en el país.
Según afirmó García, el equipo posibilita identificar de manera temprana varios tipos de cáncer y tumores milimétricos, de manera que pueden ser tratados oportunamente y con eso mejorar la expectativa de vida de las personas afectadas.
Para aquellos pacientes que ya tienen cáncer y que se les está aplicando algún tratamiento, la tecnología permite que los especialistas en oncología puedan rectificar un tratamiento, si este no está surtiendo efecto. De esta forma, también se logra aumentar la expectativa de vida de los pacientes.
Para cumplir con tal objetivo, la UCR ya inició conversaciones y acercamientos con autoridades y hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de exponerles las características de los nuevos equipos y ofrecerles los servicios.
“Esta tecnología permite un aporte importante en ahorro de recursos en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer, al contar no solamente con una imagen diagnóstica certera, sino también oportuna y a un precio razonable”, aseguró el Dr. Erick Mora Ramírez, especialista en física médica.
La UCR, por medio del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), ha mantenido desde 1975 un programa de investigación y servicio en la aplicación de técnicas nucleares analíticas.
Estas acciones han sido auspiciadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Oficina de Cooperación Francesa.
El Cicanum enfoca su trabajo en la fluorescencia de rayos X, la electrónica y la física nucleares, y orienta sus estudios hacia campos de aplicación como la salud, la agricultura, la geofísica y la industria.
En esa misma línea, el proyecto del ciclotrón significará para la UCR un gran avance científico, al permitir que docentes, personal de investigación y estudiantes generen nuevo conocimiento, se formen y desarrollen diversos estudios en beneficio de toda la sociedad costarricense.
En Latinoamérica, numerosos países cuentan con ciclotrones. En Centroamérica, Costa Rica se adelanta en la introducción de esta tecnología, que está en manos de una institución pública. Panamá tiene dos equipos, pero son operados de forma privada.
En México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue pionera en el uso de los ciclotrones en esta nación.
El Dr. Miguel Ángel Ávila Rodríguez, jefe de la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón de esa universidad, expresó su deseo de que en la UCR se replique la experiencia que han tenido en México. “Ha sido un éxito rotundo, bajo el mismo principio que lo van a manejar aquí”, dijo Ávila.
El académico precisó que en la UNAM el ciclotrón funciona como una unidad mixta de servicio, investigación y docencia. Brindan el servicio a la población a un precio razonable, debido a que los estudios son muy costosos, así como la tecnología y los insumos que se utilizan.
El ciclotrón posibilita la producción de un tipo de medicamento llamado radiofármaco para ser administrado en pacientes sospechosos de tener cáncer. En este caso, el radiofármaco que se fabricará es la FDG (fluorodesoxiglucosa), compuesto por un isótopo radiactivo (flúor 18) y moléculas de glucosa.
Igualmente, con el PET-CT (escáner similar a un TAC) se capturarán imágenes o tomografías de células cancerosas presentes en el cuerpo humano, así como de otros padecimientos.
En estas imágenes se pueden localizar las células y tejidos cancerosos desde antes que estos formen masas tumorales. Es posible observar tumores de hasta 2 mm de tamaño.
Para el químico de radioisótopos y radiofármacos del OIEA, Amir Jalilian, “los ciclotrones se están desarrollando rápidamente y cada vez serán más importantes en el sector de la atención de salud, en especial en los procedimientos de imagenología avanzada, ya que los radiofármacos producidos con ciclotrones son muy eficaces para detectar varios tipos de cáncer”.