Con un acto formal en el que participaron autoridades universitarias y nacionales, el grupo Dirikuatkü, que significa cultivadores de la tierra, inauguró un centro de acopio en Talamanca, para empacar el banano, el plátano y las plantas medicinales orgánicas que producen para la industria alimentaria nacional.
Según lo explicó el M.Sc. Carlos Saborío Víquez, Coordinador del Programa de Transferencia de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, de la Universidad de Costa Rica (UCR), este proyecto es producto del trabajo conjunto que han desarrollado desde hace tres años en la región, los y las indígenas, la empresa privada y la UCR, con el apoyo financiero del Banco Nacional.
Desde el inicio se trabajó con el objetivo de que el grupo consolidara un proyecto productivo que les generara ingresos permanentes y en el menor tiempo posible tanto desde el punto de vista de la comercialización para lograr un mercado justo y que a la vez fuera sostenible y amigable con el ambiente.
Las dos empresas involucradas actualmente en el proyecto son Pozuelo-Pro, a la que se le vende banano y plátano verde para la producción de hojuelas tostadas y Té Mondaisa, a la que se le suple de zacate de limón y otras hierbas medicinales.
Dado que el 80 por ciento de la producción se transporta por vía pluvial, el nuevo centro de acopio se ubica en Suretka, porque ahí confluyen ríos de la zona como el Lari, el Telire, el Cohen, el Yorkin y el Uren, que se unen para formar el Sixaola.
Organizados en grupos de trabajo, cada uno de los 600 productores y productoras que toman parte en el proyecto, se turnan para recibir, pesar, lavar, empacar en cajas plásticas y etiquetar el producto según el lugar de procedencia, el cual es enviado a San José en un trailer que había sido decomisado al narcotráfico en el pasado, el cual fue donado por el Instituto Costarricense de Drogas.
A juicio de Carlos Saborío lo fundamental es que a diferencia de los proyectos asistenciales, este ha permitido mejorar la calidad de vida a unos cuatro mil indígenas de Suretka, Chiroles, Gavilán Canta, Sepecue, Mojoncito, Oro Chico, Coroma Lari, Coroma Cohen, Uren, Bambú, Chase y Alta Amubri, que viven en condiciones muy difíciles.
Fruto del éxito del programa, que ha movido en año y medio ¢100 millones, son los 50 mil kilos de plátano de muy buena calidad que se comercializan por semana, que han sido cultivados en su mayoría por mujeres jefas de hogar.