Saltar Navegación
Según ranquin de la Universidad de Curtin de Australia
Costa Rica se sitúa entre los países con mayor apertura a la información científica

Costa Rica puede aumentar la visibilidad de publicaciones científicas en sistemas abiertos si se toman ciertas medidas, como subir a los repositorios la mayor cantidad de materiales, aumentar la cantidad de contenidos reconocidos por estos sistemas y masificar el uso de identificadores persistentes en cada documento. 


  Karla Richmond
El movimiento de acceso abierto busca que haya libre acceso al conocimiento científico.
20 jun 2022Ciencia y Tecnología

El movimiento internacional de acceso abierto a la literatura científica pretende que el conocimiento no tenga ningún tipo de barreras y esté disponible en la web, de forma gratuita, para todas las personas.

Conforme el acceso a internet empezó a tener mayor alcance, surgió en el mundo esta corriente que promueve el acceso universal a la producción académica, publicada en revistas y repositorios.

El Open Access nació en respuesta a la existencia de grandes conglomerados editoriales que dominan el mercado de una buena parte de la producción científica mundial, por medio de sus consorcios y revistas.

Asimismo, estas empresas capturan los presupuestos de las universidades destinados a las publicaciones, ya que poseen enormes bases de datos que las bibliotecas tienen que comprar para lograr tener acceso al conocimiento.

Por lo tanto, los movimientos de acceso abierto son críticos frente a este sistema en el que “las editoriales, en primer lugar, convierten el conocimiento académico en una mercancía sin pagar por el trabajo necesario para producirlo, luego afirman esas mercancías como propiedad intelectual y, finalmente, las venden a individuos o instituciones (universidades y bibliotecas), a menudo a precios exorbitantes”, explican Bacevic y Muellerleile, citados por  Lucas Luchilo, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, en Revistas científicas: oligopolio y acceso abierto.

El Lic. Jorge Polanco Cortés, coordinador del Portal de Revistas de la Universidad de Costa Rica (UCR), señala que dichos movimientos buscan contrarrestar esa tendencia, con el fin de que haya libre acceso a la información. Esto ayudaría al mejor avance de la ciencia y eliminaría la barrera económica.

El libre acceso al conocimiento científico es promovido por muchos países, pero tiene un importante impacto en las naciones en vías de desarrollo, pues son estos los que más sienten las repercusiones de la concentración de los datos en manos de pocas empresas, de no tener acceso a ellos y de que no se visibilice su propia producción científica.

“Estas bases de datos concentran información sobre la producción de los países desarrollados, pero en menor número de la de nuestros países”, añade la M. Sc. Andrea Marín Campos, de la Vicerrectoría de Investigación de la UCR.

Marín Campos explica que en muchos países la investigación científica es pagada en su mayoría por las empresas o fondos privados, mientras que en países como Costa Rica existe una fuerte financiación por parte de fondos públicos o del Estado.

Entre los primeros lugares

De 142 países de todas las regiones del mundo, Costa Rica ocupa el lugar número siete en el porcentaje de publicaciones con acceso abierto, según el ranquin Curtin Open Knowledge Initiative (COKI), publicado por la Universidad de Curtin de Australia.

Esta medición, que abarca el período entre 2000 y 2021, revela que Costa Rica tiene un total de 16 257 publicaciones registradas en revistas y repositorios, de las cuales el 73 % (11 868 documentos) es de libre acceso.

De los 142 países que incluye el ranquin, solo nueve tienen más de un 70 % de la información con acceso abierto.

Estos contenidos son generados en su mayoría por tres universidades públicas. La primera de ellas, la UCR, que aporta el 79 % del total (12 869 documentos). De este porcentaje, el 40 % está en vía verde (repositorios) y vía dorada (revistas) simultáneamente, el resto en una u otra.

Las otras dos instituciones también citadas son el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), con el 9 % de las publicaciones, y la Universidad Nacional (UNA), con el 6 %.

“El ranquin nos da datos reveladores de que Costa Rica está haciendo un buen trabajo, aunque todavía se puede mejorar”, agrega Polanco.

Medidas impulsadas

En el caso de la UCR, los resultados alcanzados son producto de varias acciones llevadas a cabo en los últimos años para fortalecer el registro y acceso a las publicaciones de forma abierta y gratuita, destaca Polanco.

Una de las modalidades de acceso abierto es el Repositorio Nacional de Costa Rica Kimuk , del Consejo Nacional de Rectores, que reúne a más de 83 000 documentos de nueve instituciones de educación superior.

Una de las medidas fue adquirir, en el 2013, el servicio de asignación de identificadores para cada uno de los documentos sobre las distintas disciplinas académicas que la Institución publica en su Portal de Revistas. Uno de estos es el DOI, que consiste en una identificación única e inequívoca de cada material.

El Portal de Revistas posee más de 29 000 documentos y 52 revistas científicas de la Universidad, que se encuentran en acceso abierto diamante (véase el recuadro). La vía diamante proporciona acceso gratuito tanto para la persona autora como para la persona lectora.

Otra acción ha sido el desarrollo y fortalecimiento del Repositorio Institucional Kérwá, el cual ofrece acceso a todo tipo de documentos académicos que produce la UCR, desde discursos y mapas hasta tesis, patentes y libros. “Cualquier producto académico podría y debería estar allí. El repositorio es el escaparate de la Institución”, comenta Polanco.

 

“El acceso abierto a las publicaciones científicas significa que cualquier persona interesada en esta literatura pueda leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar textos completos de los artículos científicos y usarlos con cualquier propósito legítimo, de manera libre y abierta”.

Declaración de Acceso Abierto de Budapest, 2002 

 

De ahí la importancia de aumentar la cantidad de documentos en repositorios y de que sean reconocidos por los sistemas de acceso abierto. Para esto, desde la Unidad de Gestión de la Calidad de la Vicerrectoría de Investigación se capacita a las personas investigadoras y se les acompaña en los procesos de producción para fortalecer la calidad.

Otro esfuerzo en el mismo sentido es el impulso del índice de calidad UCR-Índex, que promueve la adopción permanente de buenas prácticas de gestión editorial.

“Las revistas siguen parámetros de calidad y cuentan con procesos de evaluación”, afirma Marín Campos. Asimismo, la UCR forma parte de Latindex, un índice latinoamericano que evalúa criterios de calidad de revistas científicas producidas en la región, entre las cuales se encuentran las de esta universidad.

Repositorio nacional

Las universidades públicas que integran el Consejo Nacional de Rectores (Conare) crearon recientemente el Repositorio Nacional de Costa Rica Kímuk, que reúne en un solo sitio los repositorios institucionales de publicaciones científicas y de patrimonio cultural.

Esta herramienta de acceso abierto posee 83 445 documentos procedentes de nueve entidades educativas. Su objetivo “es ofrecer acceso en línea a la producción académica y científica nacional como un insumo crucial para el desarrollo científico y tecnológico del país y, por ello, su visibilidad y acceso deben ser prioritarias”, se lee en su página web.

De acuerdo con los especialistas, a veces se tiene la idea de que un repositorio es para la ciencia local o solo para cierto tipo de contenido y que si se publicó en una revista que tiene derechos privados no se puede incluir en un repositorio de acceso abierto. “Esto no es cierto. En los repositorios cabe todo tipo de documento”, enfatiza Polanco.

De acuerdo con Marín, las instituciones de Conare han tratado de mejorar los repositorios con estándares internacionales.

“En la Vicerrectoría de Investigación hacemos una curación de la calidad del proceso de producción de la información que se sube al repositorio, lo que permite el respeto a los derechos de propiedad intelectual”, señala Marín.

Concluye que “es necesario que la comunidad nacional de personas investigadoras incluya todos sus productos académicos en los repositorios de sus instituciones, porque esto fortalece la visión de las instituciones a nivel internacional y es una forma de contribuir a crear nuevas formas de ciencia, de reutilizar el conocimiento, de compartirlo y de hacerlo de una manera democrática y participativa para todos”.

Vías para el acceso abierto

La Declaración de Budapest sobre la ciencia y el uso del saber científico estableció diversas vías para el acceso abierto.

Vía verde (de autoarchivo): se basa en la práctica de depositar en un repositorio de acceso abierto los trabajos publicados previamente, sin necesidad de pagar.

Vía dorada: las revistas que permiten esta vía publican en acceso abierto inmediato y permanente, aunque habitualmente solicitan un pago por costes de publicación.

Vía bronce: son artículos de libre lectura, pero no hay una licencia explícita que permita su distribución y reutilización.

Vía diamante o platino: se refiere a las revistas que publican en acceso abierto y que no cobran a los autores por publicar ni a los lectores por leer. Por lo general, estas revistas están financiadas por instituciones académicas y gubernamentales, o por sociedades científicas.

Fuente: Unidad de Gestión de la Calidad, Vicerrectoría de Investigación, Universidad de Costa Rica.

Recomendaciones


Costa Rica puede aumentar la visibilidad de publicaciones científicas de acceso abierto si se realizan algunas acciones. De esta manera, los datos pueden ser recopilados y recuperados, hay un mejor acceso a los documentos publicados y se pasa a formar parte de los sistemas actuales de publicación de la ciencia.

Los especialistas recomiendan subir a los repositorios la mayor cantidad posible de materiales, aumentar la cantidad de contenidos reconocidos por estos sistemas y masificar el uso de identificadores persistentes en cada documento (especie de cédula académica), como DOI. Asimismo, es importante el uso de otros identificadores personales o institucionales, como ORCID y ROR, respectivamente.

En el caso de la UCR, se recomienda, en primer lugar, que al realizar la afiliación institucional el documento sea registrado como parte de la Universidad de Costa Rica (utilizar el nombre completo y no la sigla para que no haya confusión con otra universidad de Estados Unidos que emplea la misma abreviatura).

En segundo lugar, se debe indicar el nombre de la unidad académica o departamento.

También es importante usar el identificador persistente Research Organization Registry (ROR).

Patricia Blanco Picado
Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Área de cobertura: ciencias básicas
patricia.blivelancopicado  @ucrtdlp.ac.cr

Comentarios:

12
  • Bruno Lomonte 2022-07-03 10:16:39
    Muchas gracias estimado don Jorge por compartir sus opiniones en esta discusion. Hay varios conceptos o puntos de vista en que coincidimos, y en otros diferimos. Como lo hemos expresado varios aqui, este tema deberia analizarse a fondo, para llegar a una verdadera claridad real y no dejar llevarnos por falsas apariencias e ideologias que de primera entrada parecen ser la gran solucion. No es un tema trivial, y nadie le ha puesto todavia el cascabel al gato! Pero siguiendo su recomendacion y la de mi estimada doña Saray, me tomé el trabajo de revisar el DOAJ, imaginando que quiero buscar una revista OA que no me cobre para publicar un trabajo que tengo entre manos. Los resultados me confirman lo que l@s cientific@s ya sabemos, no hay sorpresa: para mi campo de estudio, las opciones son casi 100% “literatura gris”, revistas nacientes con trabajos superficiales de poca o ninguna trascendencia ni originalidad, que si acaso le habran servido a los autores para crearse algun “pseudo-CV” y obtener algunos beneficios en sistemas de evaluacion del mundo menos desarrollado, que no distinguen “el grano de la paja” (que los hay... recomiendo el articulo “La maquina del movimiento continuo” que se publicó en La Nacion hace ya bastantes años. A continuacion, comparto mis resultados:



    Directorio de Revistas de Acceso Abierto (DOAJ)=12434 revistas; area “Science”=1372 opciones; lengua “English”=1129 opciones; sub-área “Microbiology”=23 opciones; ordenar por “Relevance” en el sistema DOAJ, y resultados: (1) Acta Scientiarum, editata por la U Estadal de Maringá, Brasil - búsqueda en PubMed=no existe. (2) Zemljište i biljka, es de botánica por lo que es un error del DOAJ, editada por la Sociedad Serbia para el Estudio de los Suelos, búsqueda en PubMed=no existe. (3) Virus Reviews and Research, editada por la Sociedade Brasileira de Virologia, búsqueda en PubMed=no existe. (4) Novel Research in Microbiology Journal, editada por la Asociación Egipcia para los Micólogos Médicos, búsqueda en PubMed=no existe. (5) GMS Hygiene and Infection Control, editada por la Casa Editorial GMS de Ciencia Médica Alemana, búsqueda en PubMed=sí aparecen sus artículos en PubMed. (5) Iranian Journal of Medical Microbiology, editada por Farname Iran, búsqueda en PubMed=no existe. Es esta una solucion recomendable para publicar las investigaciones que generemos en CR?

  • Edgardo Moreno 2022-06-28 13:33:19
    Este no es un problema local, es global que incube a todo el mundo. La democratización de la ciencia va por dos vertientes: el acceso para leer y publicar la BUENA ciencia. La dificultad no es que cobren (deben mantenerse de algún modo), el problema es que cobren sumas astronómicas. Las revistas gratuitas son de poca duración y de bajo impacto (y no me refiero al IF). Esto es una realidad del tamaño del Éverest. Los que hemos estado en el camino de la publicación científica por 50 años, sabemos de qué se trata. No es publicar, por publicar. Si así fuera, ya hubiera hecho mi propio “tugurio editorial” con una revista en línea, inscrita en uno de tantos repositorios (esto no es un eufemismo, existen en CR) y me leo y cito a mí mismo. Un científico (de cualquier disciplina) que se respete quiere publicar en revistas de renombre, con un consejo editorial de primera (ej. premio Nobel) y una revisión de pares de primera línea. Esta es la forma que ha permanecido por dos siglos para visibilizar la buena ciencia. Una revista que no aparece de inmediato en la corriente central en una búsqueda de internet, en términos prácticos, no existe. De ese modo la solución no es crear tugurios editoriales para que tooooooodos puedan publicar. Esa no es la democratización de la ciencia, sino populismo de gacetilla. Hay que buscar soluciones dentro del contexto de la corriente central. Hay que tener imaginación para soluciones creativas. Un ejemplo son las de asociaciones sin fines de lucro como la ASM (con 85 años de existencia). Son muy buenas revistas que siempre han cobrado por publicar proporcionalmente al número de páginas, color etc., pero las sumas son razonables. En 6 meses liberan el trabajo y lo hacen OA. Pero los científicos somos parte del problema pues aceptamos editar, revisar para esas revistas-negocio gratuitamente. Para empezar los científicos debemos evitar ser cómplices como revisores y editores de revistas-negocio y ligarnos solamente a buenas casas editoriales sin fines de lucro como las de la ASM, PNAS y otras. La solución para enfrentar un ejército del primer mundo bien armado no es crear un ejército de pacotilla del tercer mundo. La solución (en parte) es la pacificación y no colaborar con la guerra y la injusticia.



  • José María Gutiérrez 2022-06-28 11:43:31
    Muchas gracias por este intercambio productivo y muy necesario sobre este tema. Como lo han comentado otros colegas, el tema del acceso abierto es más complejo de lo que parece y debe analizarse con detenimiento y discernimiento. La idea de que el acceso a las publicaciones científicas y de otro tipo sea abierto es loable por muchas razones. Pero el asunto tiene sus bemoles. Lamentablemente este tema del open access se ha convertido en un gran negocio a nivel global y alrededor del mismo ha florecido en mucho el universo de las revistas ‘depredadoras’, un verdadero cáncer para la investigación y la ciencia. En estas revistas los procesos tradicionales de revisión por pares se han debilitado al punto de que, en muchas de ellas, prácticamente la publicación está garantizada si uno como autor paga la cuota de publicación. Hay que separar la paja del grano a la hora de juzgar la calidad de las publicaciones científicas, sean de acceso abierto o de acceso limitado a suscriptores.

    Al mismo tiempo, existen muchas revistas de acceso abierto que mantienen un nivel académico alto, que practican la revisión rigurosa por pares académicos y que seleccionan muy bien los trabajos que en ellas se publican. En algunos campos del conocimiento estas revistas no cobran por publicar. No obstante, al menos en el ámbito de las ciencias naturales y biomédicas, la gran mayoría de las revistas de acceso abierto que tienen calidad académica satisfactoria sí cobran por publicar. Ello limita drásticamente la posibilidad de publicación para personas investigadoras de países como Costa Rica, tal y como se ha mencionado en algunos comentarios anteriores.

    Existe por supuesto la alternativa de publicar en revistas de suscripción, que no cobran por publicar, pero cuyo acceso está limitado a las instituciones o personas suscriptoras; esto limita la proyección del trabajo científico. Si estamos de acuerdo en que lo ideal es publicar en revistas de acceso abierto, y nos enfrentamos al hecho de que en muchas de estas revistas se debe pagar para publicar, tenemos entonces una ecuación que debe ser enfrentada y resuelta en nuestro medio. Destacar las bondades del acceso abierto sin atender las dificultades económicas para que eso sea posible en nuestro país nos deja en un callejón sin salida. Por el momento es necesario al menos generar conciencia de este tema y desarrollar discusiones y debates al respecto. A partir de ahí podremos encontrar soluciones.
  • Jorge Luis Polanco Cortes 2022-06-27 12:15:35
    Estoy totalmente de acuerdo con que el sistema está roto, tenemos sistemas de evaluación y asignación de beneficios muy centrado en las revistas y sus métricas (y no en la calidad de la investigación y sus resultados), APCs excesivamente caros(cuando ya se ha calculado que un valor justo son 500 US$ https://www.timeshighereducation.com/news/journal-articles-should-cost-ps300-publish), y un sistema que beneficia la "ciencia global" y rechaza la local a menos que impacte el mundo (o a norte global específicamente). Todo esto y más está expuesto en el libro Gaming the metrics de MIT PRESS https://direct.mit.edu/books/book/4598/Gaming-the-MetricsMisconduct-and-Manipulation-in.



    Sin embargo, Las revistas diamante sí existen, DOAJ lista más de 12 mil: https://doaj.org/search/journals?source=%7B%22query%22%3A%7B%22bool%22%3A%7B%22must%22%3A%5B%7B%22term%22%3A%7B%22bibjson.apc.has_apc%22%3Afalse%7D%7D%2C%7B%22term%22%3A%7B%22bibjson.other_charges.has_other_charges%22%3Afalse%7D%7D%5D%7D%7D%2C%22track_total_hits%22%3Atrue%7D y si esto no es suficiente la Vicerrectoría anunció apoyo a financiar APCs en su circular VI-5-2022.



    La reflexión es que el acceso abierto no es el problema, sino que las grandes editoriales han creado su propia versión de acceso abierto comercial, totalmente ligado a los sistemas de reconcimiento de los y las investigadoras. Justamente el movimiento nació por los impagables costos que establecen las editoriales.



    Bruno, totalmente de acuerdo con extender la discusión, es necesario repensar sistemas de evaluación más justos y responsables, así como aprovechar las bondades de la ciencia abierta para visibilizar y democratizar el conocimiento. Estas prácticas no riñen con las prácticas comerciales de las grandes editoriales y sus contratos, mucho menos con posibles oportunidades de innovación, licenciamiento u otros.
  • Bruno Lomonte Vigliotti 2022-06-25 05:52:35
    Via "diamante"... veamos:"revistas que publican en acceso abierto y que no cobran a los autores por publicar ni a los lectores por leer". Estimada Saray, nos puede proporcionar unos cuantos ejemplos (4-5) de esas revistas para conocerlas y tal vez empezar a utilizarlas, para mi caso en las ciencias biologicas/biomedicas? seria lo ideal, claro, pero me ha sido imposible encontrar alguna que tenga buena detectabilidad en su campo, y que por supuesto tenga buena rigurosidad y una reputacion al menos respetable (usando como proxy su utilizacion/citacion por quienes investigan en ese campo), es decir, que no sea uno de los tantos medios de la llamada "literatura gris"? Estoy abierto a recomendaciones y seria feliz de encontrar algo asi. Pero por lo pronto no lo he encontrado y me suena un tanto utopico. Saludos Saray, y ojala que esta discusion - que pienso es importante - se pueda ampliar con la participacion y opiniones de bastantes personas involucradas y conocedoras de este tema, asi como de personas que viven dia a dia los problemas de publicar sus trabajos (entre ellos muchos estudiantes de posgrado que pasan preocupados de ver de donde pueden pagar Open Access para publicar sus tesis que tanto esfuerzo involucran).
  • Saray Cordoba Gonzalez 2022-06-24 19:25:54
    El acceso abierto no es pagar por publicar (APC) ni tampoco lo representan las revistas espurias, como se señalan en algunos comentarios. El acceso abierto diamante como el que se aplica en la UCR, es el que promueven muchos organismos europeos y la más reciente declaración de la BOAI20, que les invito a leer. La UCR (y demás universidades públicas) deben estar muy orgullosas de los avances alcanzados; sin embargo, es necesario que la UCR cuente con una política de acceso abierto, como la que propusimos hace varios años y aprobó el Congreso Universitario, para que el depósito en el repositorio sea obligatorio y así, las empresas publicadoras respeten esa decisión y permitan depositar el artículo en Kérwá . Eso aumentaría aún más el acceso a la producción científica y habría una mayor visibilidad en el mundo. Ese paso nos abriría muchas puertas y podríamos celebrar con mayor entusiasmo nuestros avances científicos.
  • Cesar Augusto Rodriguez Sanchez 2022-06-22 11:43:36
    La comunidad científica se ha obsesionado tanto con los factores de impacto y los nombres de las revistas, que ha olvidado el fin último de la investigación científica. El publicar se ha vuelto un negocio, hasta el punto que todo se puede llegar a publicar, algunas veces pagando, y no poco. No dudo del valor del Acceso Abierto, y justamente en consideración de ello, la Universidad debería establecer convenios con las editoriales a las que le paga cientos de miles de dólares cada año para tener una cuota de exenciones y mecanismos internos de priorización para asignarlas. Aún así, el modelo tiene sus bemoles éticos. Los repositorios institucionales en lo absoluto una solución, ya que no todo lo que se deposita enfrenta una revisión por pares y, además, porque en muchas disciplinas son superfluos.
  • Edgardo MOreno 2022-06-22 11:40:56


    No todo lo que brilla es oro, dice el refrán. Cierto es que la literatura científica debería ser gratis para todo el mundo. Este es el argumento de las revistas de “acceso abierto” (OA) (¿abierto para quién?). Pero hay trampa. En el modelo OA sólo cambia quién paga. En lugar de que los individuos o las instituciones paguen para leer, son los investigadores (o las instituciones) las que deben pagar para publicar. Además de conseguir el dinero y hacer la investigación, fungir como editores y revisores (como pares si sueldo) de los trabajos sometidos a las revistas, los investigadores debemos pagar a las revistas para publicar. Negocio redondo. El modelo de “Open Access” ha resultado dar mejores rendimientos que la misma empresa “Google”, a costa de los investigadores (e instituciones) quienes los patrocinan (https://www.theguardian.com/science/2017/jun/27/). Por ejemplo, PLOS cobra 1.600-3000, Cell Reports 5.000 USD y otras como Nature 11400 USD. Es decir, un investigador que publica 3 artículos al año debe pagar 8-34 mil USD por publicar. Este modelo es terrible para la visibilidad, economía y producción científica de los investigadores de nuestros países. Así los pobres leen la ciencia de los ricos (que pueden pagar) pero los ricos no pueden leen la de los pobres que no tienen dinero para publicar. La alternativa que les queda (si es que es una) es publicar en pasquines y sitios que nadie mira porque no aparecen en las búsquedas por la Internet. ¡Bonito modelo! Es la mejor manera de invisibilizar la ciencia en países de medianos y bajos ingresos. Yo por mi parte solo reviso y edito para revistas que han probado ser sin fines de lucro, como la ASM, PNAS y otras. He renunciado a ser editor y revisor de revistas que son negocios tales como el grupo Nature, BiMEd, PLOS, Elsiever, Springer etc. Pero la realidad es que nos tienen atrapados, pues los científicos si queremos progresar (para decir algo) debemos hacerlo en lo que llaman “the main stream of Science” Antes de liberarse hay conocer al tirano para quien se trabaja.

  • Max Chavarria Vargas 2022-06-21 22:12:14
    Creo que la nota solo menciona las "ventajas" del Open Access, pero no menciona los lamentables negocios que se han generado por esta modalidad de publicación. Existen editoriales/revistas que tienen procesos de revisión dudosos y que trabajan solo bajo esta modalidad estableciendo negocios que aprovechan la necesidad del investigador de publicar. La Universidad debería establecer políticas y pautas de cómo vamos a enfrentar los cambios que se están presentando en las modalidades de publicación. Por ejemplo, podríamos definir 1) cuales editoriales/revistas estaría dispuesta la Universidad de financiar, 2) de dónde vendrán los recursos y 3) cómo se va hacer el proceso de escogencia para otorgar el financiamiento. A mi criterio deberíamos promover que si se decide publicar en formato OA, esto se haga solo en revistas pertenecientes sociedades científicas para asegurarse que el articulo será revisado adecuadamente y estará publicado en una revista con buenos estándares de calidad.

  • Esteban Chaves Olarte 2022-06-21 18:24:07
    El sistema de publicación está emigrando de una modalidad en la cual la institución pagaba la suscripción a un sistema en el cual la institución paga la publicación. En ambos casos la erogación es enorme y como indican los compañeros en los otros comentarios, el monto invertido en financiar una publicación muchas veces es mayor al que se obtiene para hacer la investigación misma. Adicionalmente el proceso de pago de la publicación raya en lo sub realista teniéndose que seguir una tramitología tortuosa y penosa (GECO, SICOP, etc, etc) para poder gastar una fortuna en el pago de un artículo. Los repositorios institucionales no funcionan óptimamente y son redundantes y de menor calidad a los existentes de uso universal como pubmed o google scholar entre otros. Si se quiere aumentar la visibilidad de nuestras investigaciones se debe de invertir más bien en otorgar fondos competitivos a los científicos nacionales con más alta productividad, incluyendo en dichos fondos no solo rubros para el financiamiento de las actividades de la investigación sino también rubros de becas de posgrado y rubros de movilidad académica.
  • Rodrigo Mora Rodriguez 2022-06-21 16:53:34
    Completamente de acuerdo con el Dr. Lomonte. Nos hemos visto incluso en la pena de tener que pedir a nuestros colaboradores internacionales que nos paguen las cuotas de publicación por la Universidad no los cubre. En este momento estamos bloqueados por la limitación en cuanto a la cobertura, que no puede ser de ninguna forma parcial. Me parece que después del esfuerzo tan grande que requiere que nos acepten una publicación científica de ese calibre, no deberían ponerse limitaciones adicionales por parte de la administración.
  • Bruno Lomonte 2022-06-21 13:15:50
    Lo que nunca dicen estos articulos que hablan de las bondades del Acceso Abierto es como podemos hacer las personas que hacemos investigacion para pagar las cuotas del acceso abierto a las revistas. Actualmente las revistas de buena reputacion andan por los 2000 a 3500 dolares de cuota para aceptar un articulo en acceso abierto. Muchos colegas y yo mismo a veces tenemos la suerte de publicar en AA al colaborar con investigadores de paises ricos, que pagan la tarifa. Pero seria bueno que nos expliquen quienes defienden las maravillas del sistema de donde podemos obtener ese nivel de fondos las personas de los paises de menos recursos como CR. Una sola tarifa para un articulo en AA equivale al presupuesto de todo un proyecto de la VI por 1 año, mas o menos en promedio.
Utilizar cuenta UCR
*

Artículos Similares:

Regresar Arriba