La Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) recibió este 24 de abril la reacreditación de su carrera por parte del Sistema de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), en un acto que contó con la participación del presidente, Luis Guillermo Solís.
La unidad académica fue acreditada por primera vez en el 2011 y, tras realizar un nuevo proceso de autoevaluación, podrá ostentar durante los próximos seis años este sello que valida la calidad de la formación que ofrece y su compromiso con la mejora continua.
La entrega de la reacreditación estuvo a cargo de la presidenta en ejercicio del SINAES, Josefa Guzmán León, y tuvo lugar en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación, donde se congregaron estudiantes, docentes y egresados de la carrera.
“La carrera de Ciencias Políticas tiene un privilegio y un deber ineludibles, sus egresados están llamados a conocer y reconocer no solo los logros del país en su construcción democrática, sino también sus deudas y tareas pendientes”, afirmó la representante del SINAES.
El presidente de la Asociación de Estudiantes, Greiven José Azofeifa, reconoció la activa participación del estudiantado en el marco de este proceso, cuyo resultado amerita, en su criterio, el trabajo y compromiso de toda la unidad académica.
“Este acto no culmina acá, conlleva a que, en estos seis años, trabajemos para lograr la excelencia real que implica estar reacreditados, …es fundamental que toda la comunidad de Ciencias Políticas se involucre y formemos parte de este proceso de mejoramiento”, afirmó el estudiante.
“Estamos bien, pero podemos estar mejor” enfatizó el académico, quien motivó a los presentes a asumir nuevos retos, como el fortalecimiento del trabajo en comunidades y el aporte a las Ciencias Políticas latinoamericanas desde una perspectiva inter, multi y transdisciplinaria.
“Tenemos una hoja de ruta, un compromiso de mejoramiento por cumplir, y estoy seguro que tenemos las capacidades para lograrlo”, afirmó Zeledón.
La rectora a.i, Marlen León, definió la trayectoria de la carrera como “una historia rica en experiencias y aportes al país”, y recordó el papel que ha tenido en la formación de tomadores de decisión, como diputados, ministros y presidentes.
“Este reconocimiento que otorga hoy el SINAES es un sello de garantía de la buena formación política que esta unidad académica ha dado a sus egresados, en sus cuadros técnicos, profesionales o académicos, la mayoría con notables aportes a la vida nacional” señaló la jerarca.
El certificado de reacreditación fue recibido por las autoridades universitarias, quienes lo remitieron al presidente Solís para su entrega al estudiante Greiven José Azofeifa, en un acto simbólico que reconoce al estudiantado como beneficiario y responsable final de este esfuerzo.
Tras la entrega de la reacreditación a la Escuela de Ciencias Políticas, el presidente Luis Guillermo Solís ofreció a los presentes una conferencia magistral, que marcó el inicio de las actividades conmemorativas del 50 Aniversario de la unidad, y en la que abordó los retos que plantean a la disciplina los actuales tiempos de la posverdad.
El mandatario definió el entorno como un fenómeno de alcance global, que también está presente en Costa Rica y que da lugar “al uso de información casi siempre verosímil aunque generalmente inexacta, a veces completamente falsa pero creíble para quien la recibe”.
Señaló cómo el desarrollo de las nuevas tecnologías, y particularmente el creciente alcance de las redes sociales, ha favorecido el posicionamiento de tales contenidos en la opinión pública, los cuales logran generar un efecto de desorientación e, incluso, de manipulación.
“La posverdad y el uso del fake news o noticias falsas no es casualidad o resultado solamente de una ocurrencia, forma parte de un ejercicio sistemático de confusión que tiene un objetivo establecido de previo”, explicó el mandatario.
El presidente Solís afirmó que, en medio de estas dinámicas, resulta cada vez más difícil saber si la información que se recibe es falsa, dando lugar a un sentimiento de incertidumbre que genera miedo y, por lo tanto, paraliza a las sociedades y a las democracias.
Ante este contexto, reconoció el deber de las Ciencias Sociales, y particularmente de las Ciencias Políticas, de resistir “a la tentación” de usar o reproducir estas dinámicas, pero también de aportar a su atención y comprensión mediante la investigación.
“Hay una obligación de mejorar la calidad y la hondura de la democracia nacional, y, como sabemos, la democracia solo con más democracia se arregla; pero esa receta en tiempos de posverdad también requiere de gran voluntad y clarividencia que creo, puede ser encontrada en los espacios académicos que a lo largo de 50 años nuestra escuela ha promovido”, concluyó.