La Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR) es mucho más que un campus universitario: es una historia viva de compromiso, desarrollo regional y transformación social.
Su trayectoria, marcada por el esfuerzo colectivo y la visión humanista de la educación pública costarricense, refleja el potencial de la academia cuando camina y trabaja al lado de las comunidades.
Esta sede nació en 1975 como un servicio descentralizado de Limón, dependiente de la Sede Regional de Turrialba, y con solo 54 estudiantes. Las primeras clases se impartieron en espacios prestados, como el Liceo Nuevo, el parque Vargas y hasta las legendarias instalaciones del Black Star Line. Sin embargo, lejos de ser una limitación, esas condiciones fueron el punto de partida para construir toda una historia de consolidación de la presencia de la UCR en el Caribe.
Fue en 1977 cuando, gracias al apoyo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, se donaron siete hectáreas de terreno para que se construyera el campus de la Sede del Caribe, y apenas un año después, con recursos combinados entre la UCR, el Gobierno y la comunidad de Limón, se levantaron las primeras aulas prefabricadas.
La formalización llegó en 1979, cuando el Consejo Universitario aprobó el Centro Regional de Limón. Desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy: una Sede con más de mil estudiantes y una infraestructura moderna que incluye aulas, residencias, laboratorios, auditorio, biblioteca, áreas deportivas, etc.
Nada de esto hubiera sido posible sin el trabajo en conjunto entre estudiantes, docentes y líderes comunales. Inclusive, se formó un Gran Comité, en 1977, que fue el que gestó y le dio impulso a las iniciativas tan diversas como la pavimentación de las calles internas o la construcción de las aceras y la soda, todo esto con trabajo voluntario. Aún hoy, esa misma energía y dedicación por el progreso de Limón, sigue formando parte del crecimiento institucional.
La Sede del Caribe no solo representa una opción educativa accesible para los jóvenes de Limón, sino también una propuesta académica diseñada en función de las necesidades locales.
Allí se ofrecen las carreras de grado y bachillerato en áreas clave como: Informática Empresarial, Administración Aduanera y Comercio Exterior, Dirección de Empresas, Contaduría Pública, Enseñanza del Inglés, Educación Preescolar con énfasis en Inglés, Inglés, Marina Civil, Ingeniería Química, Comunicación Colectiva, Turismo Ecológico y Gestión Ecoturística, y un posgrado en Tecnologías de información y comunicación para la gestión organizacional.
También, está abierto un espacio académico con aulas desconcentradas en Siquirres, en donde se imparte la carrera de Informática Empresarial, lo que amplía su cobertura territorial en Limón.
“Se prioriza la calidad académica y la pertinencia regional. Por ejemplo, la carrera de Informática Empresarial nació como respuesta directa a las necesidades del mercado laboral caribeño”, indicó el MBA William García Morera, coordinador del área de Docencia en la Sede del Caribe.
Uno de los pilares más destacados de la Sede del Caribe es su robusta agenda de investigación. Desde la coordinación de dicha área, se promueven proyectos de gran impacto social, ambiental, cultural y económico para diversos sectores de la provincia.
A través del Programa de Investigaciones para el Desarrollo Sostenible de la Industria y Agroindustria de la Región Huetar Caribe, se han desarrollado soluciones innovadoras, como fertilizantes de liberación lenta, hidrogeles a partir de algas sargazo y bioabsorbentes para limpiar el agua.
“Estas iniciativas no solo mejoran la calidad de vida en la región, sino también posicionan a Limón como un referente en innovación verde”, destacó el Ing. Olman Antonio Araya Mejías, coordinador de esa área.
En paralelo, el Programa de investigaciones en ciencias empresariales, económicas y sociales analiza temas como la empleabilidad de egresados, la situación de las mipymes en la región, y el turismo con enfoque de género.
Se destaca también, el Observatorio de Turismo Sostenible del Caribe (Obturcaribe), que replantea el modelo turístico de la provincia con base en la sostenibilidad, seguridad y equidad.
La investigación humanística también encuentra un lugar vital dentro del quehacer de la Sede del Caribe, como lo demuestra el estudio sobre identidad cultural en la novela Mamita Yunai, que rescata la memoria histórica afrocaribeña.
Otro de los pilares fundamentales de la Sede del Caribe es el área de acción social, que cuenta con 29 proyectos en ejecución en modalidades como Extensión Docente, Trabajo Comunal Universitario (TCU), y Desarrollo Estudiantil.
Estas iniciativas, abarcan desde la educación ambiental hasta fortalecimiento cultural e histórico, y están presentes mediante los trabajos en zonas tan diversas como Cahuita, Tortuguero, Barras del Colorado y Alto de Talamanca.
“Nos articulamos con gobiernos locales, ministerios y organizaciones comunitarias. Nuestro enfoque es territorial, participativo e interdisciplinario”, explicó el Lic. Miguel Ángel Chavarría Chaves, coordinador de acción social.
Dos proyectos ejemplares son: ED-1772, que promueve la gestión ambiental en centros educativos y comunidades costeras, y TC-479, que fortalece la cultura afrodescendiente e indígena mediante talleres, arte y diálogo intercultural.
Un capítulo especial merece el Centro Infantil Universitario Bilingüe (CIUB) de la Sede del Caribe, un espacio único dentro de la red de acción social universitaria que atiende a niños menores de seis años, con un enfoque pedagógico humanista, bilingüe y ambiental.
Este centro articula la educación con la familia y la comunidad, y promueve, desde edades tempranas, el respeto la diversidad cultural y el desarrollo integral. En sus actividades se mezclan la música, la danza, el inglés inmersivo y hasta la lengua de señas costarricense (Lesco).
Un ejemplo de su quehacer humanista quedó expuesto durante la época de la pandemia, cuando la comunidad del CIUB mostró su resiliencia compartiendo materiales educativos con muchos hogares limonenses.
Y es que la Sede del Caribe también es protagonista de uno de los eventos culturales más significativos del país: el Grand Gala Parade, que se celebra cada 31 de agosto en conmemoración del Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense.
Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica en 2022, este desfile es una explosión de música, color y orgullo identitario.
“El desfile es memoria viva, celebra la llegada de los afroantillanos y visibiliza su impacto en la historia nacional”, comentó al respecto el historiador M.Sc. Axel Alvarado Luna, docente de la Sede del Caribe.
Dicha sede no es simplemente un centro de enseñanza, es una institución profundamente conectada con su entorno. Sus aulas, laboratorios, auditorio, infraestructura deportiva, biblioteca, proyectos y festividades están al servicio de un objetivo mayor: contribuir al bienestar y al desarrollo de la provincia de Limón con identidad, justicia y equidad.
Es una muestra clara de cómo la educación pública puede adaptarse a múltiples contextos sin perder su excelencia, con la integración de saberes tradicionales y ciencia moderna, para proyectarse como una universidad verdaderamente regional, diversa y transformadora.
Así, en Limón la UCR no solo forma profesionales de calidad, sino también cultiva comunidad, preserva la cultura local y siembra un mejor futuro para sus habitantes.
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La Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica mantiene desde hace 50 años una labor intensa, que involucra a los tres pilares de su quehacer: la Acción Social, la Investigación y la Docencia, en procura de aportar al desarrollo integral, solidario y humanista de las comunidades limonenses y los sectores productivos, turístico, cultural, etc. Fotos de Cristian Araya, Anel Kenjekeeva y Laura Rodríguez.