Además de ofrecer apoyo financiero con algunos fondos específicos, la UCR asesora a consorcios a lo largo de todo el país. Foto: Archivo OCI.
La Universidad de Costa Rica suma tres generaciones de apoyo a la creación de consorcios fuera de la Gran Área Metropolitana y sus historias de éxito indican que la asociatividad es la ruta hacia el desarrollo.
“Si mi comunidad está bien, yo estoy bien” esa es la claridad con la que Damaris Araya Sánchez, del consorcio Golfito al Natural, explica con sus palabras el valor de haber creado un consorcio.
Ella, junto con Kimberlyn Espinoza Rodríguez y Mardy Morales Jara, conforman el consorcio. Damaris y su familia operan su hospedaje Cantos del Tucán, mientras que Kimberlyn y su esposo ofrecen el avistamiento de ballenas. Por su parte, Mardy espera a los visitantes para complacer sus gustos culinarios que rescatan, como el nombre de su establecimiento lo indica, el sabor de Golfito. Ese es el consorcio que, como otros, encontró el valor de potenciar iniciativas bajo esquemas de asociatividad.
“Los consorcios pyme son unidades, agrupamientos asociativos ubicados especialmente fuera del Gran Área Metropolitana, a partir de su conformación se promueven sinergias de micro, pequeñas y medianas empresas llevando así desarrollo a zonas rurales” explica Andrea Ruiz Zapata, coordinadora de CreaC-UCR.
El programa CreaC, suma tres generaciones de consorcios ya conformados y graduados; 12 de ellos participaron en la Primera Jornada Consorcial en la UCR, que facilitó nuevas herramientas con el objetivo de seguir acompañando la vida consorcial de estas iniciativas enfocadas en emprendimientos tradicionales y rurales basados en la identidad cultural.
Andrea Ruiz Zapata es coordinadora del programa CreaC de la Universidad de Costa Rica, desde donde se apoya la consolidación de consorcios de iniciativas enfocadas en emprendimientos tradicionales y rurales basados en identidad cultural.
Cada consorcio participante es una atractiva invitación a explorar, con curiosidad, el valor local de los lugares en donde operan.
Otro caso de éxito es el de Cultivo Mujer, un consorcio que opera en Puntarenas y que logra producir suplementos alimenticios. Un ejemplo más de que la modalidad de consorcio fortalece la economía local, destaca la riqueza cultural, natural e histórica de cada zona del país, y aumenta su posibilidad de éxito en la vinculación con los mercados nacionales e internacionales, gracias al trabajo coordinado de las múltiples empresas del consorcio.
La Universidad de Costa Rica ofrece apoyo a estas y otras iniciativas similares, a través de la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (Diprovid-UCR). En este caso es importante que cada empresa sepa solicitar el apoyo que requiere.
Al respecto, la gestora de innovación, Ing. Lilliana Rojas Guillen, explica que es importante que las empresas reconozcan cuáles son sus necesidades puntuales y qué requieren en específico de la alianza con la academia. “La creatividad, el componente de innovación que quieran desarrollar tiene que estar definido de previio”, señaló.
Maite Gätjens Zeniuk del Consorcio Cultivo Mujer. Biolley, Puntarenas
Si se desean explorar las puertas de entrada a la UCR para las micro y pequeñas empresas (pymes y pympas), se debe recorrer la oferta de servicios a través de la Diprovid-UCR y sus unidades vinculadas como Crece, con su programa CreaC, InnhoHub, Proinnova y AUGE.
El impacto positivo del programa CreaC, no se proyecta únicamente en su periodo de ejecución, sino también en la participación y la consecuente creación de consorcios, estos deben ser el punto de partida para que cada uno, como una entidad empresarial consolidada y viva, busque constantemente su posicionamiento y crecimiento; con el fin de lograr la introducción a los nuevos mercados, en busca de la inclusión de nuevos miembros y el mejoramiento constante de sus productos y servicios.
A lo largo de la ejecución de programa, se han formado un total de 51 consorcios, los cuales suman 138 pymes y 46 pympas.
Se han colocado ¢413 millones de capital semilla de la categoría asociativo del Sistema de Banca para el Desarrollo.
El programa se ha desarrollado de la mano con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), el Instituto Costarricense de Turismo, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por medio de su iniciativa Finanzas para la Biodiversidad (BIOFIN), y el Programa de Economía Social Solidaria de la UCR.
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Kimberlyn Espinoza Rodríguez ofrece servicios turísticos para el avistamiento de ballenas en Golfito. Su oferta se ha visto fortalecida con la conformación del consorcio.