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El mundo está cerca de tener el primer antídoto UCR contra el veneno de escorpiones
El antiveneno ya está en estudios preclínicos en Marruecos. Su objetivo es ayudar a proteger vidas en Oriente Medio y el norte de África
7 may 2025Salud

En los laboratorios del Instituto Clodomiro Picado (ICP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), se trabaja por un sueño que ya está cerca de ser una realidad y de entrar al escenario global.

Se trata del primer antiveneno costarricense, con sello UCR, capaz de salvar vidas humanas frente al envenenamiento causado por tres especies de escorpiones letales del norte de África y Medio Oriente: Androctonus australis, Buthus mardochei y Leiurus quinquestriatus.

El producto lleva por nombre ScorpiTAb-ICP y se da como respuesta científica y solidaria ante una enfermedad desatendida.

Si bien desde hace décadas el ICP-UCR ha sido un referente mundial en la producción de antivenenos contra mordeduras de serpiente, esta es la primera vez que un equipo científico costarricense del Instituto desarrolla un antídoto neutralizante para el veneno de escorpión que posee alcance internacional.

El proyecto ha avanzado con una rapidez excepcional. En tan solo año y medio, el talento costarricense logró alcanzar la fase de estudios de estabilidad del producto y enviarlo a Marruecos, donde se están realizando pruebas preclínicas con venenos de la región.

Este antiveneno puede salvar a niños en Marruecos, Egipto o Sudán. Esa es nuestra motivación y el impacto que queremos lograr”, afirma la Dra. María Herrera Vega, investigadora de la Sección de Desarrollo Tecnológico del ICP-UCR y coordinadora del proyecto que involucra a más de 30 personas del Instituto.

¿El impacto que se podría generar? Enorme. Un estudio del 2008 divulgado por la revista científica Acta Trópica indica que, en el mundo, más de 1.2 millones de personas cada año son envenenadas por escorpiones y, de esos casos, ocurren más de 3 250 fallecimientos. Para el 2025, se calcula que esta cifra podría ser mayor.

Asimismo, la mitad de esos casos suceden en la región MENA (norte de África y Medio Oriente), especialmente en las zonas de mayor vulnerabilidad económica, donde el escorpionismo es una amenaza real y poco visibilizada.

Tan solo en países como Marruecos, por ejemplo, el estudio de Acta Trópica reporta más de 127 000 accidentes y 231 muertes del 2016 al 2020. Aunque la tasa de mortalidad global puede parecer baja (entre 0.45 % y 4.9 %), en regiones vulnerables como Sudán esa cifra se eleva, especialmente entre niñas, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.

“En Sudán nos contaban que los cementerios de niños están llenos por causa del escorpionismo. Es desgarrador. La mayoría muere durante la temporada de lluvias, cuando los escorpiones entran a las casas tras las inundaciones”, relata Herrera.

La Dra. María Herrera Vega, coordinadora e investigadora del ICP-UCR, habla del serio problema del escorpionismo

Así inició todo

El interés del ICP-UCR por generar este nuevo antiveneno surge a raíz del abandono de la industria.

Hasta hace poco, una farmacéutica internacional producía el principal antiveneno contra el veneno de escorpiones para esa región. Pero, como ha sucedido con otros tratamientos para enfermedades tropicales, la producción se detuvo.

¿El motivo? El fármaco no era rentable por ser un problema que, al igual que en los envenenamientos ofídicos, afecta a las poblaciones de menores ingresos económicos.

Ante la retirada de la compañía, se abrió un gran vacío. Sin antivenenos en el mercado, y sin la capacidad local para producirlos, miles de personas quedaron desprotegidas.

Fue entonces cuando el ICP-UCR decidió intentar desarrollar una formulación que contribuyera a solucionar el problema del escorpionismo en la región del MENA; no por un interés comercial, sino por vocación científica y humanitaria.

“Una farmacéutica producía suero antiescorpión para África, que era el referente, y luego dejaron de producirlo. Ahora, ya ese suero no se encuentra. Nuestro objetivo es alcanzar y superar la calidad que tenía ese producto”, cuenta el M. Sc. Andrés Sánchez Brenes, otro de los investigadores líderes del proyecto.

ESCORPIÓN

El antiveneno es capaz de salvar vidas en África y Medio Oriente. Su desarrollo es una respuesta solidaria de la UCR ante una enfermedad desatendida. Fotos: Karla Richmond. Imágenes con fines ilustrativos.

El objetivo

La solución costarricense se enfoca en neutralizar el veneno de las tres especies peligrosas de escorpiones antes citadas.

Para ello, el ICP-UCR importó los venenos de la empresa especializada Latoxan de Francia. Luego, cuatro caballos fueron inmunizados cuidadosamente con estos venenos para generar anticuerpos neutralizantes.

El proceso ha sido casi idéntico al utilizado en la producción de sueros antiofídicos, con algunas diferencias técnicas debido a la naturaleza del veneno de escorpión.

La formulación final es en polvo, es decir, liofilizada, lo cual representa una ventaja importante en términos de logística: no requiere cadena de frío y tiene una vida útil de cinco años. Esto es una gran ventaja para los países del Medio Oriente, que suelen tener temperaturas altas y, en algunos, pocas opciones de refrigeración.

La formulación que desarrollamos se presenta en un vial de 10 mL. Esto equivale a las presentaciones habituales de 1 mL por vial, de las cuales se requieren 10 viales por paciente. Entonces, hicimos una nueva presentación con una única dosis. Esto disminuye costos, facilita el almacenamiento y mejora la accesibilidad en zonas remotas”, explica Herrera.

Actualmente, ya se tienen los primeros tres lotes del antiveneno, que se encuentran en fase de prueba de estabilidad. Estos lotes ya han demostrado una potencia neutralizante que supera, por mucho, la especificación de otros productores para este tipo de medicamento.

Mientras a nivel internacional se recomienda una capacidad de neutralización mínima de 50 dosis letales por mL para estas especies de escorpión, los ensayos del ICP-UCR muestran que, en algunos casos, su producto alcanza hasta 550 dosis letales neutralizadas por mL para uno de los venenos de los escorpiones.

Para otro de los venenos, el antídoto neutraliza 385 dosis letales y, para el tercero, 400 dosis letales. En otras palabras, el antiveneno de la UCR es casi diez veces más potente que lo esperado, comenta Herrera.

El M. Sc. Andrés Sánchez Brenes, investigador del ICP-UCR, habla sobre la esencia de la iniciativa

El proceso

Con la ayuda de una investigadora del Instituto Pasteur de Marruecos, los lotes del antiveneno de la UCR ya están siendo evaluados en pruebas preclínicas.

Estas pruebas son realizadas en ratones a fin de confirmar la eficacia del producto con venenos locales.

Al concluir lo anterior, el siguiente paso será lograr el registro sanitario en Costa Rica y en los países de destino. Para ello, se requiere completar al menos tres años del estudio de estabilidad y contar con evidencia científica sólida que demuestre la vida útil del producto. Los tres años de estabilidad se cumplen este 2025.

“El antiveneno también se va a probar con otras especies cuyos venenos no están incluidos en la mezcla de inmunización, pero que nosotros suponemos que pueden tener reactividad cruzada. Por supuesto, queremos que alguien más lo demuestre para evitar ser, nosotros mismos, juez y parte”, menciona Herrera.

Este desarrollo no habría sido posible sin un equipo multidisciplinario comprometido. Desde quienes cuidan y alimentan a los caballos, hasta quienes monitorean los parámetros fisicoquímicos o gestionan la compra de los venenos. Más de 30 personas han participado en esta iniciativa que simboliza lo mejor de la ciencia costarricense.

“Este suero todavía debe ser sometido a un estudio clínico para saber el desempeño, pero desde ya esperamos que se comporte de la misma forma. Con tan solo saber que funcionó, y que para una persona el tratamiento fue eficaz, es más que suficiente para sentir que lo hicimos bien para ayudar a salvar vidas”, expone Sánchez.

Con este antiveneno, el ICP-UCR reafirma su lugar como referente mundial en el desarrollo de soluciones para enfermedades desatendidas. Pero más allá del prestigio, el objetivo es claro: reducir la mortalidad, el sufrimiento y los costos en sistemas de salud frágiles.

“Si un niño en Marruecos se recupera más rápido, si una madre no pierde a su hijo por un envenenamiento que se pudo tratar, ese es nuestro mayor logro”, concluyen los investigadores.

Infografía

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Jenniffer Jiménez Córdoba
Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
Área de cobertura: ciencias de la salud
jenniffer.jierjmmenezcordoba  @ucrbbiv.ac.cr

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