Saltar Navegación
Talamanca cantón con peor Índice de Competitividad Cantonal
El análisis toma en cuenta siete pilares de bienestar territorial
Escuela de Economía - UCR: El promedio de cantones del país tuvo un Índice de Competitividad Cantonal "medio" en el 2021

Talamanca fue el cantón que obtuvo el Índice de Competitividad Cantonal más bajo del país en el 2021: su calificación fue de tan solo 0,27, ubicándose en la categoría "baja" de esta medición.

Foto: Anel Kenjekeeva.
Escazú, Belén y San José mostraron las mejores calificaciones generales del país. En el otro extremo se encuentran Talamanca, Matina y Buenos Aires.
24 nov 2023Economía

Para entender la situación de la competitividad cantonal en general de los diferentes territorios en el país se puede usar el ejemplo del vaso medio vacío o medio lleno. En este caso, el vaso está por la mitad, pero, en balance, parecería más estarse vaciando que aumentando su contenido.

Esto porque, según el Índice de Competitividad Cantonal Costa Rica 2020 - 2021, realizado por la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica (UCR), el promedio de cantones en el país obtuvo una nota de 0,46 para el 2021 (apenas una décima más que en 2020, siendo 1 la máxima calificación y 0 la mínima).

Este ranquin se clasifica en cinco niveles: competitividad muy alta (de 1 a 0,8), alta (de 0,799 a 0,6), media (de 0,599 a 0,4), baja (de 0,399 a 0,2) y muy baja (de 0,199 a 0). En Costa Rica, el grupo más representativo de cantones es el de la categoría “media”, donde se ubican 52 de ellos (el 64,2 %), seguido de 19 cantones (el 23,5 %) que están en el grupo “bajo” y solo diez que se encuentran en el grupo alto (el 12,35 %). Vale aclarar que no hay territorios situados en las categorías “muy alta” o “muy baja”,

Así, hay cantones de cantones y realidades de realidades, además de mucho espacio para mejorar las condiciones vida de gran parte del país. Por ejemplo, la nota máxima registrada en esta clasificación fue la de Escazú, con 0,73; mientras que la más baja es la de Talamanca (0,27).

Este índice toma en cuenta siete pilares (cada uno con su respectiva calificación) de los cuales se nutre para el promedio final. Estos son: económico, empresarial, laboral, infraestructura, innovación, gobierno y calidad de vida. La docente de la Escuela de Economía, Paola Zúñiga Brenes, resumió así los resultados y los pilares mejor y peor ubicados según el índice. 

Paola Zúñiga Brenes, docente de la Escuela de Economía: explicación general del Índice de Competitividad Cantonal

El objetivo de valorar estas categorías por separado fue el de sopesar no solo los recursos económicos de las personas que habitan en un lugar, sino también las oportunidades y las capacidades que tiene para desarrollarse en ese espacio.

Cabe destacar que el Índice valora las condiciones de cada cantón y también la eficacia que tienen en estos territorios las políticas nacionales para su progreso. 

Vaso medio lleno

Tres son los pilares donde el índice superó al del promedio nacional en el 2021: estos son el laboral, el de infraestructura y el de calidad de vida. La dimensión laboral es la que presenta la nota más alta, aunque es “media” según los niveles: 0,57. Esta mide aspectos como el potencial educativo, el tamaño y la destreza de la fuerza laboral, dentro de los que van incluidos aspectos como el acceso a la enseñanza del inglés, la cobertura de la secundaria y el ingreso a las universidades.

Solo un cantón (Alajuela) se ubicó en la categoría “muy alta” de la dimensión laboral para el 2021 (1,23 %), mientras que la mayoría (el 53,1 %) tiene un nivel “medio” en la dimensión laboral, el 38,3 % está en el nivel “alto” y el 7,4 % está en el “bajo”.

La dimensión de infraestructura alcanzó un valor promedio de 0,53 (“medio”) en el 2021, basada en aspectos como la disponibilidad de servicios básicos, de la movilización y de las tecnologías de la información. El 43,2 % presenta una condición “media”, seguido del 22,2 % que está en una situación “baja” y un 21 % que está en la “alta”. Finalmente, el 11,1 % se ubica en la “muy alta” y el 2,5 % restante en la “muy baja”.

Cantones como Tibás, Goicochea, San Pablo, encabezan la categoría muy alta que incluye a nueve cantones, mientras que la cierran en la categoría de “muy baja” Sarapiquí y Talamanca.

La última dimensión que se puede catalogar como más positiva que negativa es la de calidad de vida. Esta también obtuvo un valor promedio de 0,53 para el 2021 y toma en cuenta la seguridad ciudadana, la salud y el ambiente en los cantones del país. Ya en detalle, el 77,8 % de los territorios se ubicó en la categoría media, el 16 % en la “alta” y el 6,2 % restante en la “baja”.

En este pilar llama la atención la presencia en la categoría “alta” de cantones como Nandayure y Nicoya, que se ubican dentro de la conocida Zona Azul de la Península de Nicoya, la cual se caracteriza por la longevidad de su población. Aparte de estos dos, otros 11 cantones presentan una calidad de vida “alta”, mientras que Alajuelita, Corredores, Limón, Matina y San José conforman la “baja”.

Índice de Confianza Cantonal Costa Rica 2021

Índice de Confianza Cantonal Costa Rica 2021.

Fuente: Escuela de Economía.

Vaso medio vacío

Por debajo del promedio general están los pilares de innovación, económico, gobierno y empresarial. En el primero de estos cuatro, su nota fue de 0,43 en el 2021. Este toma en cuenta la capacidad de cada cantón para difundir, transmitir y aplicar conocimientos complejos en la producción, por medio de aristas como las exportaciones de alta tecnología y el aprovechamiento de conocimientos avanzados (estudiantes matriculados en carreras afines y centros educativos con acceso a internet).

En este aspecto, el 42 % de los cantones tiene un índice “medio”, mientras que uno de cada tres obtuvo una calificación “baja”, el 14,8 % está dentro del espacio “alto” y uno de cada 10 en el “muy bajo”.

Entre los cantones “altos”, destacan Alajuela, Cartago y Escazú, que repitieron en esta categoría tanto en el 2020 como en el 2021, mientras que en la calificación de innovación “muy baja”, resaltan Limón, Parrita y Matina, que también se ubicaron en este espacio en ambos años.

En el pilar económico se tomaron en cuenta aspectos como el gasto o la producción de un cantón medido a través del consumo (sobre todo el eléctrico), la inversión (metros cuadrados de construcción), el gasto gubernamental y la exportación, que se utiliza para aproximar el producto interno bruto (PIB) per cápita. En este sentido, el índice alcanzó hace tres años apenas la cifra de 0,41.

Aquí, la categoría “baja” alcanza el primer lugar en cantidad de cantones, con un 53 %, mientras que la clasificación “media” suma el 29,6 %. Luego viene los cantones que están en el espacio “alto” (12,3 %) y el 3,7 % que está en el espacio “muy bajo” (Guatuso, León y Cortés). En el otro extremo, un solo cantón, Belén, está en el espacio “muy alto”.

El pilar que sigue es el de gobierno, con un índice de 0,38 durante el 2021. Este considera la capacidad de cada cantón de captar recursos y gestionarlos, además de la eficiencia en la respuesta y la participación ciudadana. Para estos resultados se tomaron también en cuenta el tamaño de cada territorio y su capacidad para generar recursos.

En este apartado, casi dos de cada tres cantones están en la categoría “baja”, mientras que el 28,4 % se ubica en la “media”. En cambio, en la “alta” está solo el 4,9 % (Alajuela, Escazú, San José y Belén) y únicamente un cantón, Acosta, está en la “muy baja” (1,2 %).

Finalmente aparece el pilar empresarial, que mide aspectos como la complejidad, variedad y exigencia del entorno económico de las empresas que se sitúan en un cantón, la disponibilidad de servicios financieros, la existencia de negocios exportadores, la concentración de los establecimientos económicos y la competencia de las empresas industriales y de servicios.

La situación en este pilar es más que preocupante para el grueso del país, ya que alcanza una nota promedio de 0,35 (“bajo”). Además, tres de cada cuatro cantones están en ese mismo nivel. El 16 % está en una escala “media” y tan solo un 4,9 % está en la “alta” (Escazú, Belén, San José y Montes de Oca) y un 3,7 % en la “muy baja” (León Cortés, San Mateo y Turrubares).

En el informe, la Escuela de Economía aconseja mejorar la distribución de la actividad económica en el país, como la oferta de los servicios financieros, las empresas productivas y exportadoras.

Zúñiga destacó que los tres pilares con menor calificación son justamente los que más relevancia tienen a la hora de generar producción y crecimiento económico, por lo que su mejora y nivelación son fundamentales para el desarrollo del país. 

 
A la vez, enfatizó que este instrumento demuestra la desigualdad que persiste en Costa Rica, la cual afecta sobre todo a las zonas costeras y fronterizas, tal como evidenció el Especial UCR: Nueve vías hacia una economía del bienestar.

Paola Zúñiga Brenes, docente de la Escuela de Economía: conclusiones generales del Índice de Competitividad Cantonal

Además, el informe señala la importancia de continuar con el fortalecimiento de las políticas educativas, de salud y de acceso a infraestructura básica que han definido el desarrollo nacional en los últimos 80 años, con el objetivo de mejorar las oportunidades de empleo y de competitividad en todo el territorio nacional.

Pablo Mora Vargas
Pablo Mora Vargas
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
pablo.moyxjdravargas  @ucrzpja.ac.cr

Comentarios:

0
    Utilizar cuenta UCR
    *

    Artículos Similares:

    Regresar Arriba