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¡A favor de la vida!

Una nueva iniciativa costarricense contra el cáncer capta el interés internacional

El trabajo de la UCR captó la atención de la ONU, la cual terminó por seleccionar al Cicica-UCR para liderar una formación de prestigio internacional
23 jul 2025Salud
Científicos y científicas

Durante una sesión práctica en el Cicica-UCR, profesionales de distintos países de la región se capacitan en una técnica que revoluciona la forma de entender el cáncer: el análisis célula por célula. Esta herramienta de vanguardia abre nuevas posibilidades para anticiparse al comportamiento de los tumores y diseñar tratamientos más ajustados a cada paciente.

Foto: Ana Cristina Castro.

Desde el 2021, el Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer (Cicica), de la Universidad de Costa Rica (UCR), implementa una de las tecnologías más avanzadas del mundo que permite estudiar, individualmente, cada célula de cáncer.

¿Su objetivo? Muy claro: sentar nuevos hallazgos científicos que permitan mejorar, significativamente, las posibilidades de un diagnóstico más temprano y brindar tratamientos personalizados de cáncer.

Se trata de la tecnología de transcriptómica de célula única, mejor conocida como single-cell RNA-seq, una herramienta que permite estudiar las diferentes poblaciones celulares dentro de un cáncer, a fin de conocer su comportamiento individual y las características específicas de cada célula que podrían estar favoreciendo la progresión tumoral.

El avance de ese conocimiento implementado por el Cicica desde hace tres años, unido al prestigio de la Universidad de Costa Rica, no pasó desapercibido y este 2025 captó la atención internacional, especialmente, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Gracias al liderazgo del Dr. Ricardo Chinchilla Monge, investigador de este Centro, y mediante la universidad UNU-Biolac, en colaboración con profesores de la Universidad de Chile y de la Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile, la ONU seleccionó al Cicica-UCR —de entre muchos centros del mundo— para liderar uno de los procesos de enseñanza mundial más prestigiosos de la región dirigido a toda Centroamérica, el Caribe y Suramérica. ¿Los impactos? Altamente significativos.

La designación a la UCR no solo enaltece el liderazgo de Costa Rica como un país pionero a nivel regional en la formación avanzada en tecnología aplicada a la investigación, sino que también consolida su rol protagónico como entidad capaz de encabezar soluciones científicas de impacto global.

“En una región como la centroamericana, donde los diagnósticos tardíos y el acceso desigual a tratamientos para el cáncer son desafíos persistentes, la enseñanza de esta tecnología puede ser un punto de inflexión”, expuso la Dra. Ana Cristina Castro Castro, investigadora del Cicica-UCR y una de las instructoras del curso.

“A largo plazo, las investigaciones que se realicen con este tipo de tecnologías podrían permitir el desarrollo de biomarcadores más específicos, terapias personalizadas y estrategias de monitoreo más eficaces, todo adaptado al perfil genético y molecular de nuestras poblaciones”, agregó la Dra. Castro. En efecto.

El single-cell permitirá a futuro traducir el conocimiento que se genere en un mejor pronóstico para las personas con dicha enfermedad, al estudiar la heterogeneidad de las células de cáncer dentro de un tumor, algo que no brindan los análisis tradicionales.

Actualmente, los métodos tradicionales estudian una mezcla de todas las células de cáncer presentes en un tumor. Básicamente, es como analizar un concierto en el cual toda una orquesta toca al mismo tiempo y no se logra distinguir qué instrumento suena en cada parte.

Esa limitación hace que se pierdan detalles importantes, como la presencia de mutaciones específicas o el perfil de resistencia a tratamientos, lo que termina por dificultar la toma de decisiones médicas precisas. Hoy, con la tecnología single-cell, la historia es diferente.

La transcriptómica de célula única permite aislar cada célula cancerosa a fin de entender su papel específico en esa melodía del cáncer y detectar cuando uno de ellos desafina (célula maligna), incluso antes de que toda la orquesta suene mal (se desarrolle la enfermedad).

“En este caso, es la primera vez que el Cicica realiza y coordina un curso en la tecnología de single-cell con énfasis a científicos de Centroamérica y Suramérica, apoyado por la UNU-BIOLAC, por lo que este evento recubre una gran importancia para nuestro centro y la UCR. La idea es que sea el principio de una serie de cursos que se estén impartiendo para lograr una capacitación continua a nivel latinoamericano y principalmente a nivel centroamericano, donde el Cicica-UCR se pueda posicionar como referente en la tecnología de Single-cell RNA-seq”, manifestó el Dr. Chinchilla.

“El cáncer es una enfermedad altamente heterogénea. El análisis de transcriptómica de célula única permite desentrañar esa complejidad con una resolución sin precedentes. Esta técnica ayuda a identificar subpoblaciones celulares responsables de la progresión, resistencia a tratamientos o recaídas. Esta información simplemente no es accesible con métodos tradicionales de análisis de tejidos”.

Dra. Ana Cristina Castro.

Dra. Ana Cristina Castro

Una esperanza

En el programa de single-cell participaron 20 estudiantes de Centroamérica, el Caribe y Suramérica. El proceso fue liderado por seis personas instructoras altamente capacitadas de Costa Rica y Chile, bajo una metodología de carácter intensivo durante cinco días en la modalidad presencial en los laboratorios del Cicica-UCR.

El curso se enfocó en fomentar las capacidades científicas regionales para abordar el cáncer desde una perspectiva más personalizada, con el uso de tecnologías de vanguardia.

De acuerdo con la Dra. Castro, esta aproximación científica es vital ante las capacidades rezagadas en América Central. Por ejemplo, hoy, la UCR es de los pocos países de la región que posee el Rhapsody, una de las tecnologías más innovadoras para la secuenciación de ADN de células individuales que existe en el mundo.

Por eso, este curso liderado por el Cicica-UCR es fundamental para desentrañar la complejidad biológica del cáncer y desarrollar soluciones adaptadas al perfil de las poblaciones locales.

“He quedado bastante impresionada con la organización. En Panamá no tenemos tecnología de single-cell y creo que el mismo curso abarcó todo lo que se necesita para tener la formación en la tecnología desde la parte de wet lab, la parte de bioinformática y de otras tecnologías. Fue muy completo y me encantaría venir de nuevo”, resaltó Ana Cristina Ortega Batista, del Instituto de Alta Tecnología de Panamá.

¡Así se vivió el entrenamiento!

Científica
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Fotografías realizadas por la Dra. Ana Cristina Castro.

Dr. Ricardo Chinchilla

La metodología

La formación integró la teoría, las prácticas de laboratorio (wet lab) y el análisis computacional (dry lab), que combina el aislamiento celular, captura de ARN mensajero y síntesis de ADN complementario.

Asimismo, también abordó el análisis bioinformático desde el control de calidad de los datos hasta análisis como el clusteringque agrupa las células que se comportan de manera similar—, las trayectorias celulares y la búsqueda de biomarcadores diferenciales. Esta integración representa una ventaja significativa frente a otros programas de bioinformática y de oncología más segmentados.

En todo esto, la UCR fue una pieza clave que brindó su infraestructura, personal especializado y respaldo institucional. De igual forma, la iniciativa contó con la participación de expertos internacionales en inmunología, bioinformática y tecnologías single-cell.

“El país y la Universidad de Costa Rica me han sorprendido mucho. La Universidad de Costa Rica está muy bien ranqueada y creo que está justificado porque tiene una infraestructura de un altísimo nivel. Imagínese llegar hasta la célula y poder caracterizar cada una en un contexto de tejido. Esto es bastante riguroso, importante y necesario”, mencionó Richard Ponce Cusi, de la Universidad Nacional de Moquegua, Perú.

Dra. María Paula González Sequeira

A favor de la vida

Uno de los grandes aportes del curso es su carácter democratizador del conocimiento científico, al ofrecer acceso a tecnologías sin que la capacidad económica sea una barrera.

Este tipo de formación puede tener impactos concretos en el ambiente de investigación de cada participante, al llevar las capacidades impartidas en el curso a sus respectivas universidades y centros de investigación.

Lo anterior promueve la investigación en cáncer en los propios contextos centroamericanos. En la actualidad, estas investigaciones son escasas y dificultan el desarrollo de soluciones adaptadas a las realidades de la región.

“Este curso puede facilitar la identificación de nuevos biomarcadores regionales y promover terapias más efectivas, además de fomentar la colaboración científica entre países vecinos”, agregó la Dra. Castro.

“Para el Cicica de la UCR, así como para el equipo que forma parte del Laboratorio de Diagnóstico Especializado y a nivel personal, es muy grato tener la oportunidad de ser apoyado por la UNU-BIOLAC para ser el anfitrión de este tipo de eventos internacionales. Esto nos permite difundir conocimiento científico del más alto nivel, establecer relaciones científicas con otros centros de investigación tanto a nivel centroamericano como suramericano, así como fomentar la transferencia de conocimiento hacia otros investigadores con respecto a la tecnología de single-cell”, manifestó el Dr. Chinchilla.

A largo plazo, la expectativa es contribuir al desarrollo de medicina personalizada y a políticas de salud basadas en evidencia con investigaciones que respondan a la realidad de nuestras poblaciones latinoamericanas, las cuales están subrepresentadas en las bases de datos internacionales y en investigaciones en torno al tema de single-cell.

Por el momento, ya en Costa Rica —y gracias al Cicica-UCR—, ya se han efectuado tres análisis con resultados de investigación en ciencia básica.

Esta es la primera edición del curso la cual ha sido recibida como un hito en la región. Para Vinicius Maracaja Coutinho, de la Universidad de Chile, esta área vino a cambiar la manera en cómo se comprende el funcionamiento de la célula y, como consecuencia, la forma en cómo podemos diagnosticar y tratar las enfermedades.

“Yo veo esto como un evento espectacular, especialmente, al dar esta capacitación a diferentes investigadores de diferentes centros a lo largo de todo el continente que, normalmente, somos subrepresentados”, detalló Maracaja.

Aunque aún no se ha confirmado la intención de otras instituciones centroamericanas de replicarlo, desde la UCR se aspira a futuras ediciones que incluyen más cupos, alianzas internacionales y tecnologías de punta como la citometría de flujo y el sorting.

La idea es convertir a Costa Rica en un nodo regional permanente para la formación científica en análisis e investigación de células cancerosas de forma individual del más alto nivel.

“Si formamos a nuestros propios expertos, reducimos la dependencia de conocimiento importado y abrimos la puerta a soluciones regionales, más justas y sostenibles”, concluyó la Dra. Castro.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
Área de cobertura: ciencias de la salud
jenniffer.jiojlsmenezcordoba  @ucrfhua.ac.cr

Comentarios:

1
  • Sergio Campos Loaiza 2025-07-23 16:18:45
    Universidad de Costa Rica: excelencia que transforma la nación!!!!
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