Visita de la Red Innovagro a la UCR. La investigadora Ing. Marena Chavarría Vega explica el proceso de producción de los biocontroldores que ha desarrollado por tres décadas en la Universidad de Costa Rica.
El Premio INNOVAGRO fue entregado a la Ing. Marena Chavarría Vega, quien dedicó su carrera como funcionaria universitaria al desarrollo de controladores biológicos sostenibles.
Hoy, 32 años después de haber iniciado su proyecto, inspirada en atender la revolución verde, su visión y tesón son reconocidos por la industria agrícola que se preocupa por producir de forma más sostenible.
Cada año esta iniciativa apoyada por la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la Universidad de Costa Rica vende un total de 14 000 galones de biocontroladores.
El Premio Innovagro 2024, entregado este 2025, a la Ingeniera Chavarría Vega de la Universidad de Costa Rica, reconoce y promueve la innovación en el sector agroalimentario regional y global. El galardón fue creado en 2014 y su objetivo es celebrar la innovación.
El premio se enfoca en reconocer proyectos que promuevan la innovación en el sector agroalimentario, incluyendo herramientas biológicas para el control de plagas y enfermedades, así como para la nutrición de cultivos
Galones de Degradabiol que se ofrecen para control de cultivos.
La innovación consiste en una formulación única que combina bacterias fijadoras de nitrógeno, hongos micorrízicos y bacterias promotoras del crecimiento vegetal. Los productos también cuentan con adaptabilidad, ya que es eficaz en diversos tipos de suelos y cultivos.
Por su parte la Red Innovagro, que auspicia el premio, está integrada por 70 organizaciones del sector público y privado que trabajan para promover la innovación en el sector agroalimentario.
Los bioles como herramientas biológicas son la alternativa para una agricultura sostenible sin impacto ambiental. Son una solución sostenible y eficiente al alcance de los agricultores para el manejo integral de los cultivos.
Los productos desarrollados se crearon con cepas de hongos y bacterias presentes en los suelos nacionales, lo que da mayor impacto y eficiencia al ser utilizados en el territorio costarricense; ya que las condiciones en las que fueron extraídos los microorganismos con los que se crea el producto, son similares al campo en el que serán aplicados.
Actualmente, la iniciativa de la investigadora se expande a un modelo de spin off, que ya con la marca propia “Terrabiol", permite dotar al proyecto de las capacidades necesarias para atender las demandas en el mercado.
Desde Terrabiol se producen biofertilizantes y biocontroladores registraron bajo los nombres: Fertibiol, Degradabiol, Trichobiol y Subtibiol.
La adecuada gestión de la innovación que nace desde la Universidad de Costa Rica pretende sostener el beneficio económico que la misma genera de por vida. El modelo de creación de spin off o empresas derivadas del quehacer universitario, permite generar ingresos que se reinvierten en investigación y apoyo a nuevas innovaciones.