Documentar las tradiciones culturales de las poblaciones indígenas es fundamental para dar continuidad a las diferentes comunidades, cuyas lenguas se encuentran en un franco desplazamiento tanto a nivel nacional como internacional.
Este fue uno de los temas tratados durante la V semana de la diversidad lingüística de Costa Rica: celebración del Año internacional de las Lenguas indígenas, realizada del 26 al 30 de agosto y fue organizada por la Escuela de Filología, Linguística y Literatura en conjunto con el Posgrado en Linguística y con el Proyecto EC 487 Red Institucional sobre Pueblos Indígenas.
“Es importantísimo hacer documentación cuando las lenguas están en peligro, sobre todo, porque como son lenguas vulneradas por factores históricos, económicos, sociales, entonces en fin, casi que caminan hacia el desplazamiento”, expresó la investigadora Marleen Haboud, de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador y quien brindó la conferencia: ‘Lenguas indígenas en peligro: documentación activa para la revitalización a largo plazo’.
Haboud va más allá del concepto de documentación y la llama ‘documentación activa’, la cual para ella es la que no solamente busca recoger datos, sino hacer que esa información de las lenguas sea útil para los hablantes y que estos sean parte del proceso y puedan recordar, revivir y reutilizar su lengua, así como tomar conciencia de su importancia.
“Al volverse esos datos útiles para los hablantes se convierte en lo que yo llamo la documentación activa, es una documentación que se produce sobre todo para el bienestar de los hablantes”, expresó Haboud.
Al darse esa conjunción de intereses entre el equipo investigador y las comunidades indígenas ocurre que los procesos de documentación y revitalización van de la mano, desde el momento en que se empieza a documentar conjuntamente y se reflexiona sobre la importancia que tiene la lengua como sistema de vida.
En ese sentido, Haboud dijo que en su país, Ecuador, se tomó la decisión en conjunto con las comunidades indígenas de la lengua quichua de que el trabajo sale de la comunidad y lo primero que debe hacerse es que vuelva a ella, por ello todo el material que se ha creado ha sido en la lengua ancestral.
Por ello, considera que aparte de recoger información valiosa de la comunidad, los materiales que se hagan “nos tendrían que dar logros a largo plazo, como esto de afianzar quién soy, recuperar quién soy, volver a retomar mi lengua, reiniciar la comunicación con los mayores, luego, entender que mi lengua no tiene límite, que puedo entrar a usar todas las nuevas tecnologías, la modernidad, la sofisticación de nuevos software, porque es tan valiosa como las otras, esos son logros a largo plazo”, expresó Haboud.
Un pensamiento similar maneja Carlos Sánchez, coordinador del Proyecto EC 487 Red Institucional sobre Pueblos Indígenas, de la Escuela de Filología, Linguística y Literatura, en conjunto con la Vicerrectoría de Acción Social, quien considera que los materiales que se creen para las comunidades deben trabajarse en conjunto y como primer y último fin que sean en su lengua y para uso de estas poblaciones.
Es así como la Diccionario Pictográfico y Enciclopedia de las cosas fabricadas de la cultura tradicional malecu, que se presentó en el marco de la celebración de la V Semana de Diversidad Linguística fue un trabajo que se hizo con las comunidades y que fue redactado únicamente en su lengua.
Este documento se constituyó en la tercera enciclopedia que se trabajó con coautores del pueblo malecu, pues ya se había creado el Recetario de la alimentación tradicional malecu y la segunda fue el Diccionario Pictográfico y Encilopedia de la agricultura tradicional malecu.
También se habían trabajado dos diccionarios pictográficos de las plantas y el de los animales, los cuales al hacerse más complejos se convirtieron prácticamente en enciclopedias, que para Sánchez son “un documento que resguarda el conocimiento amplio, profundo sobre un tema, el conocimiento cultural, el conocimiento ancestral”.
Específicamente sobre la enciclopedia de las cosas fabricadas, Sánchez comentó sobre su estructura al decir que es monolingue y que solo tiene una introducción en español, pero también en malecu y todo el resto del documento está escrito en la lengua indígena. En esta introducción se menciona la labor que se hizo entre la comunidad y la Universidad de Costa Rica y para qué se hizo y luego hay un índice donde se puede buscar cada una de las cosas que se documentó.
Este compendio incluye lo que Sánchez califica como ‘ilustración etnográfica’, pues esta da información sobre la cultura. La ilustración sigue un proceso muy riguroso de validación y corrección constante, ya que se establece de acuerdo con la documentación.
La elaboración de cada una de las cosas, en algunas ocasiones, concluye con una historia tradicional del uso de ese artículo dentro de la cultura malecu.
Para la creación de esta enciclopedia se contó con un grupo amplio de 12 miembros de la comunidad malecu, quienes participaron como coautores del documento, y que viven en tres palenques de la Comunidad del Sol, Tonjibe y Margarita, quienes expresan una gran satisfacción por la elaboración de este documento, pero también del proceso que se gestó.
La mayoría de ellos, incluido Eustaquio Castro, dedicado de la V Semana de la Diversidad Lingüística, participaron en diferentes actividades.
La satisfacción por el trabajo logrado y por las expectativas de cómo les puede servir en el futuro para fortalecer la cultura malecu, estuvo presente en las voces de quienes integraron el equipo de coautores.
“Yo siento mucha preocupación en la comunidad nuestra de los malecus, que hay muchas cosas que están por desaparecer y yo pienso que con esa encilopedia se van a recuperar muchas cosas, que de veras están en peligro de extinción”, mencionó Aniceto Blanco.
Nisida Elizondo dijo sentirse muy feliz de trabajar con Carlos Sánchez en la preparación de la enciclopedia y manifestó que espera seguir trabajando con él.
“Es muy buena esta iniciativa, es muy bonito, porque yo sí conté con el privilegio de aprender de mis abuelos, señores que no hablaban absolutamente nada de español, o algunas palabritas y este material viene siendo muy importante por qué? Porque este material va a llegar a niños que si se interesan pues van a tener de dónde captar un poco lo que fue nuestra cultura en el pasado, a través de este material que se está haciendo, por qué? porque ya ellos no tienen quienes les enseñen de primera mano, como cuando yo aprendí”, destacó Jimmy Acosta.
Para Amanda Acosta la experiencia de participar en la elaboración de esta enciclopedia fue muy importante porque al ser una adulta joven, incluso ella misma no conocía algunos de los procesos para elaborar diferentes cosas y considera que al contar con este documento podrá enseñarle a su hija de siete años diferentes aspectos de la cultura malecu.
“Yo me siento muy contenta porque esto va a ayudar a muchos niños que están perdiendo nuestra cultura malecu y ellos van a aprender muchas cosas, que nosotros ahí elaboramos con los compañeros”, dijo otra de las indígenas que no se identificó.
Otra de las señoras miembros del equipo que elaboró la enciclopedia dijo estar feliz de trabajar con Carlos Sánchez, porque antes sus hijos no sabían cómo se llamaban las cosas que se documentaron en este léxico.
“De verdad, con gozo y mucho esfuerzo lo hemos hecho, porque en lo personal yo estoy muy, muy contenta con estos libros porque hay muchas informaciones que nuestros hijos, que nuestros nietos y la nueva generación va a ir viendo”, comentó Elizabeth Castro.
Raquel Fonseca, quien coordina al grupo malecu y habla español y su lengua madre dijo que todos se sienten muy felices por la nueva enciclopedia y que consideran que es un material de gran calidad. También comentó que aunque no todos los malecu comprenden la labor que se realiza, van a seguir adelante, dada la importancia para su cultura.