Por los caminos de la historia universal
Capiteles, coribantes, bacantes, ménades, profetisas y faunos parecen cobrar vida y danzar frente a nuestros ojos en un juego entre realidad e imaginación, que nos traslada a civilizaciones que se hunden en el tiempo y la memoria.
Las piezas cuelgan de paredes y corredores de la Escuela de Artes Plásticas y nos invitan a realizar un viaje por la Antigüedad clásica, la Edad Media y el Renacimiento.
Se trata de 32 esculturas en yeso que forman parte de la colección más antigua que posee la Universidad de Costa Rica y que hoy se exhiben en la Galería de esa Unidad Académica.
La exposición Proporción, belleza y exceso: relieves y detalles arquitectónicos de la colección más antigua de la UCR, es resultado de un proyecto conjunto entre la Escuela de Artes Plásticas y el Museo de la Universidad de Costa Rica (Museo+UCR), que busca restaurar y conservar estas piezas, dirigido por el profesor Herberth Zamora Rodríguez.
Esta muestra incluye relieves y detalles arquitectónicos, que son las piezas menos conocidas de la colección, e ilustran importantes teorías del arte y partes del sistema arquitectónico en relación con la Antigüedad clásica.
Su curaduría estuvo a cargo de los estudiantes de Historia del Arte Mauricio Oviedo Salazar, Ericka Solano Brizuela y Edgar Ulloa Molina, como su práctica profesional en el Museo+UCR; del Mag. Zamora y de la Mag. Eugenia Zavaleta Ochoa, directora de ese Museo.
Esta exposición es auspiciada por la Escuela de Artes Plásticas, el Museo+UCR y la Vicerrectoría de Investigación. Permanecerá abierta hasta el 15 de noviembre, de lunes a viernes, de 8:00 a. m. a 8:00 p.m. También se están realizando visitas guiadas con previa cita.
De Europa a Costa Rica
Todo comenzó en 1897 cuando el Gobierno de Costa Rica adquirió una colección de 352 esculturas en yeso, que incluían detalles decorativos y arquitectónicos, bustos, torsos y figuras humanas, entre otros, para la recién creada Escuela Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección del pintor español Tomás Povedano de Arcos.
La mayoría de las piezas constituyen reproducciones de originales de la civilización greco-romana y de otros períodos como del antiguo Egipto, la Edad Media y del Renacimiento. Junto con ellas también se compró una colección de dibujos. Ambas adquisiciones servirían como recurso didáctico para enseñar dibujo.
Con el transcurso del tiempo dichas colecciones han sufrido un proceso de deterioro, y en algunos casos hasta de maltrato. Por lo cual, desde hace varios años el Museo+UCR y la Escuela de Artes Plásticas han venido realizando un trabajo conjunto con las colecciones de artes visuales de esa Unidad Académica, que incluyen yesos, dibujos, pintura, escultura, cerámica, técnicas de impresión y arte público.
Como parte de esta labor en el 2008 se realizó la exposición Salvando a Diana y Apolo, sobre la restauración de 16 esculturas de la colección de yesos, lo cual permitió hacer conciencia en torno a este valioso patrimonio a cargo de la UCR.
Posteriormente, en el 2010 la Escuela de Artes Plásticas asumió el compromiso de restaurar la totalidad de la colección de yesos, lo cual recayó en el Mag. Herberth Zamora, quien estudió y analizó las técnicas más apropiadas para su restauración.
Hasta el presente se han logrado avances sustanciales en la conservación, registro y divulgación de este patrimonio de la UCR y del país en general. Fruto de este trabajo en la exposición que se presenta actualmente.
También se ha iniciado el proyecto de restauración de los dibujos, bajo la coordinación del artista Salomón Chaves Badilla.
Tesoro patrimonial
Según expresó el Mag. Herberth Zamora Rodríguez, la colección de yesos consta de más de 235 piezas, algunas de las cuales se encontraban en bodegas o estaban prestadas a otras escuelas; por lo que se reunieron en su totalidad para protegerlas, restaurarlas y dotarlas de un espacio adecuado.
Agregó que el trabajo de restauración se inició con las piezas más grandes, las esculturas de bulto completo y otras que están en el taller de restauración.
También indicó que ha sido un trabajo muy rico porque en el taller se mezcla el ideal de la Universidad, con la investigación, pues se ha tenido que investigar, además de que se ha contado con la visita de especialistas que han alimentado el proceso; y la docencia, ya que los estudiantes que participan en él aprenden no solo técnica, sino también a respetar el patrimonio, a quererlo y dar la lucha por conservar esta herencia tan preciada, que espera sirva para muchas generaciones.
En este sentido señaló que el trabajo de las y los estudiantes que participan en él es muy valioso. “Yo lo que hago es dirigirlos, pero ellos tienen un enorme entusiasmo”.
Añadió que el taller es un lugar donde amistosamente se discuten las piezas y participan especialistas en historia que aportan al proceso, pues no se hace ninguna restauración sino es a partir del conocimiento histórico de la pieza y la información visual de la copia de la pieza en otros museos, para poder abordar lo más científicamente posible su restauración.
Al respecto Zamora comentó que para él ha sido una experiencia muy importante, pues cree que con esta primera muestra del trabajo realizado en el taller se termina de completar la triada: investigación, docencia y acción social.
“Espero que esta exposición vaya más allá de las fronteras de la Escuela de Artes Plásticas y que podamos llevarla a otras sedes regionales de la UCR”, concluyó el artista.
Periodista Oficina de Divulgación e Información
maria.fongffbsecacalvo @ucrfxcn.ac.cr
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