Llegó el doctor y me explicó todo lo que había sucedido. Había tenido un accidente de tránsito y estaba vivo de milagro. Siempre estuve muy positivo a pesar de que en esos dos primeros meses pasé por una serie de operaciones, una bacteria, un tejido necrótico, de todo. Entonces, en un momento, llegué a tocar fondo, solo un día. Lloré como nunca, lloré. Agarré fuerza de nuevo y seguí para adelante.