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El descuido en temas sociales y ambientales podría costarle caro al país

El atractivo de Costa Rica para la inversión extranjera está en “jaque”

Un estudio de la UCR advierte que este deterioro en áreas que no son estrictamente económicas representa una desventaja para el establecimiento de empresas internacionales
13 jun 2025Economía
Inversión extranjera

Para el establecimiento de empresas transnacionales en Costa Rica, no solo es necesaria una buena calidad de la educación. Muchas compañías también buscan buenas condiciones en seguridad y salud, por ejemplo, para sus personas trabajadoras. Imagen con fines ilustrativos. Foto: Archivo OCI.

Imagine que usted es un inversor extranjero y lo contactan para que traiga su empresa a un país con una economía estable y zonas francas exentas de impuestos; sin embargo, al investigar un poco, se da cuenta de que hay factores ambientales y sociales (como educación, salud, seguridad, pobreza, entre otros) en una situación caótica… Aun así, ¿usted invertiría ahí?
Lo más seguro es que no. Pues lo mismo piensan ahora miles de personas inversionistas, que les otorgan a los aspectos sociales y ambientales la misma importancia que a la estabilidad y seguridad económicas de un país o una de sus regiones.

Bajo esa premisa, Costa Rica podría correr con la misma suerte en término de unos cinco años si no mejora su situación en estas dos áreas. Por muy “pura vida” que sean los beneficios económicos, dicho debilitamiento haría que las empresas transnacionales que propician la inversión extranjera directa (IED) perdieran el interés.

Así de claro lo concluye una investigación efectuada por Jhon Fonseca Ordóñez, investigador y docente de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien hace pocos meses finalizó un estudio llamado “Ecosistemas productivos y alianzas público-privadas para el desarrollo de distritos de innovación”.

Fonseca señaló que las empresas que hoy se establecen en el país iniciaron su proceso de evaluación hace varios años con base en en las políticas públicas y los indicadores económicos, sociales y ambientales de aquel entonces. De ahí el atractivo que hoy evidencia el país.

Jhon Fonseca Ordóñez, investigador de la UCR: las empresas toman años para decidirse por invertir en un país

En cambio, las compañías que consideren invertir en los próximos años tomarán sus decisiones con base en los indicadores actuales. Por tanto, el deterioro en los ámbitos mencionados impactará directamente la percepción de Costa Rica como un destino competitivo para las inversiones del 2027 en adelante.

Un “ecosistema” más allá del ambiental

Fonseca adujo que un “ecosistema productivo” es un conjunto de variables que hacen que una inversión pueda prosperar en una zona determinada. Esto significa demostrar un desarrollo en las diferentes regiones del país, no solo en lo económico, sino también en lo social y en lo ambiental… aunque esto aplica también para la imagen del país como un todo.

Para ponerlo en términos genéticos, cada zona (rural o urbana) tiene su propio “ADN productivo”, que son las cualidades o ventajas que pueden atraer a un inversionista a establecerse en esos espacios. Esto no solo genera empleo, sino también cadenas de valor o encadenamiento productivo de empresas locales que se enlazan con este tipo de inversiones.

Esta preocupación por mantener una imagen de país respetuoso del ambiente e impulsor de políticas sociales también es compartida por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), la organización no gubernamental que funge como promotora privada de inversiones en Costa Rica. Su encargada de comunicación y mercadeo, Andrea Centeno, señaló que estos factores han sido claves en el posicionamiento del país ante posibles empresas inversionistas.

“No solo es presentarnos como un país sostenible, sino como un país que, con su ejemplo, va a ayudar a que mejoren los temas relacionados con el ambiente y el progreso social en el mundo. Esa propuesta tiene un peso enorme; pero, sobre todo, es un compromiso de cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo queremos posicionarnos”, complementó Centeno.

La encargada de mercadeo y comunicación de la Cinde agregó que el país “debe ser y no solo parecer”. Por tanto, de nada sirve tener una buena imagen y recursos de exposición ante personas inversionistas si estos no van acompañados de políticas concretas en beneficio del ambiente, la sociedad y la economía.

Síntomas que preocupan

El ecosistema productivo necesita de mano de obra capacitada para su operación y de condiciones ambientales y sociales sanas que no perjudiquen ese establecimiento, ni que vayan en contra de las políticas de responsabilidad de esas empresas. Lamentablemente, ambas áreas han mostrado retrocesos en los últimos años en el país.

Un par de ejemplos: en las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) del 2022, quedó demostrado que la calidad del conocimiento del estudiantado de secundaria viene en caída en las áreas de lectura, ciencias y, sobre todo, en matemática. Costa Rica obtuvo una calificación promedio de 385, mientras que en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue de 472.

Sobre la seguridad, ni hablar. Costa Rica registró 880 homicidios en el 2024, el segundo año más violento de su historia reciente. Esto fue solo superado por el 2023, en el que se contabilizaron 905.

Y en la parte ambiental, son muchas las voces autorizadas que critican el debilitamiento de las políticas gubernamentales en la actual Administración. Ya el Programa Estado de la Nación lo advirtió seriamente en su último informe, así como la experta en políticas ambientales y directora operativa de la ONG Ruta del Clima, Adriana Vásquez Rodríguez; entre otras muchas fuentes que coinciden en este punto.

Estos factores, y muchos otros más, trascienden a escala internacional. Y sí, las empresas que podrían invertir aquí lo saben y se inquietan.

Jhon Fonseca Ordóñez, investigador de la UCR: la importancia de los indicadores nacionales para convencer a los inversionistas extranjeros

Centeno coincidió con el investigador: “Los inversionistas hacen una lista de evaluación, en la que ponen los puntos fuertes de tal país y los de los otros, y el que tiene la calificación mayor es escogido. Costa Rica salía mucho mejor antes en temas que nos han señalado y, aun así, estamos ganando proyectos. Pero, de nuevo, no nos podemos descuidar”, advirtió 

Puntos por mejorar

En resumen, el temor de que Costa Rica pierda atractivo por sus propios vacíos o retrocesos está latente, aunado a la fuerte competencia que tiene el país frente a otras naciones con estándares similares.

La líder de mercadeo y comunicación de la Cinde afirmó que es necesario facilitar los trámites para la inversión extranjera directa, mantener el esquema de incentivos en zonas francas, el fomento del bilingüismo y una mayor integración de las mujeres en el mercado laboral (la equidad de género suele ser un punto muy tomado en cuenta por las empresas).

Además, Centeno fue clara en que se debe fortalecer el presupuesto en investigación y desarrollo, para que esto no dependa únicamente de las universidades y el sector privado.

En este sentido, se le consultó también a la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) por los esfuerzos efectuados desde la marca país Esencial Costa Rica para mejorar esta situación.

Al cierre de esta nota, dicha entidad mencionó, de manera escueta en un correo electrónico, que existe una estrategia de atracción de inversión extranjera directa (IED), la cual tiene una propuesta de valores en los tres campos mencionados, así como de llevar ecosistemas productivos a zonas rurales. Sin embargo, no profundizó en esta estrategia ni en el tipo de inversión que está promoviendo más allá de las ciudades.

 Cada inversión que llega al país impulsa un encadenamiento productivo local. Es decir, se …

Una “sonrisa” que podría transformarse en mueca

Cada inversión que llega al país impulsa un encadenamiento productivo local. Es decir, se conecta con empresas locales que le brindan servicios o insumos para poder operar. El tema es de cuánta calidad y beneficio es esa conexión para la zona y el país.

Jhon Fonseca Ordóñez dice que esta relación es como una “U” o “sonrisa”. En una de las partes altas, están los recursos del suelo (minería o materias primas) que tienen un gran valor agregado. La otra parte alta es el conocimiento, innovación, investigación y desarrollo, que también tienen un gran valor porque están relacionados con la capacidad de la mano de obra.

Pero, en el medio de la sonrisa, está la fuerza laboral ligada a actividades manufactureras o agrícolas, cuyo trabajo no es tan sofisticado y es fácilmente reemplazable. Ese tipo de negocios suelen salir del país a buscar otros destinos con mano de obra más barata, como ocurrió hace un par de décadas con las industrias maquileras de textiles.

En palabras del investigador, esa fragilidad en el aprovechamiento de la mano de obra hace que se dificulte la atracción y la permanencia de este tipo de inversiones en zonas rurales o económicamente deprimidas. Lo ideal es hacer esfuerzos para que ese tipo de fuerza laboral se aproxime más a las que tienen una capacitación más especializada, es decir, en el otro extremo de la sonrisa.

Andrea Centeno, de Cinde, también sabe que lo mismo pasa en el competitivo entorno internacional y, justo por eso, Costa Rica no puede “dormirse en los laureles”. Ella pide que el país mejore la capacitación de su mano de obra.

“Nos están pidiendo que nuestro talento humano responda a esa cadena de valor que genera la inversión extranjera directa (IED), que esta mano de obra maneje procesos más sofisticados. No es que hemos perdido el poder, pero sí nos señalan que estas mejoras deben darse más rápido”, aseveró.

Según Centeno, aunque el sector privado ha llevado a cabo un esfuerzo para mejorar la preparación del personal que exige el mercado internacional, es importante que su alcance no solo quede concentrado en la Gran Área Metropolitana, sino que pueda impactar en todo el territorio nacional. También señaló que ha quedado en entredicho la capacidad del Estado de implementar programas en esas regiones.

Pablo Mora Vargas
Pablo Mora Vargas
Periodista, Oficina de Comunicación Institucional
pablo.mobmzzravargas  @ucrfdtp.ac.cr

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