Montserrat Villacis recibe premio centroamericano a la excelencia académica
La estudiante de Educación Primaria, Montserrat Villacis Llobet obtuvo el premio centroamericano a la excelencia académica Rubén Darío.
Para muchas personas el proyecto universitario es simplemente un puente que les lleva hacia su futuro. Pero, la verdadera singularidad está en quienes disfrutan y se apropian del aprendizaje durante su transitar por este puente como es el caso de Montserrat Villacis Llobet.
La estudiante de Educación Primaria no sólo entra a las aulas dispuesta a alimentarse de conocimiento, también le llena las ganas de transmitirle a sus futuros estudiantes este mismo gusto por el saber.
La vocación docente le llega de forma inesperada. Durante su último año de colegio, comienza a impartir tutorías a sus compañeros y compañeras. Esta experiencia cons sus amigos de aula le marcó y comenzó a interesarse por la educación como una posible carrera profesional.
“Poco a poco me fui dando cuenta que la educación era algo que me
gustaba y que disfrutaba. No solo enseñarle a la gente, pero ver
cómo las personas aprendían y cómo cuando yo los ayudaba a
aprender, su mundo se abría” explicó la ganadora del
premio Rubén Darío 2023.
A esta inquietud por enseñar se le sumó la visita que hizo
Montserrat a la Feria Vocacional de la UCR.
Durante la actividad de orientación vocacional, la alajuelense se
dirigió al puesto de información de Educación Primaria y, ahí, supo
que su inquietud por la docencia se podía desarrollar en las aulas
de la Facultad de Educación.
"Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción", Paulo Freire.
Villacis siempre pensó en hacer sus estudios universitarios
en la UCR. A pesar de los nervios ante la
nueva experiencia, la transición del colegio a la universidad llegó
con amistades que “han hecho del viaje algo bonito” aseguró
Villacis Llobet.
La combinación de una carrera que la apasiona, buenas
figuras docentes y clases que le generan interés son los
factores que confluyen para que Montserrat actualmente curse 38
créditos semestrales con una nota perfecta de 10 en su promedio.
Esta carga académica es inusual entre la comunidad universitaria
pero, para la estudiante, en realidad surgió naturalmente y como
parte de un objetivo personal.
Se propuso adelantar aquellos cursos complementarios a su carrera.
Eventualmente, esta práctica se volvió parte de su normalidad
universitaria. Reconoce que el estudio no viene exento de
dificultades. Tiene presente que la dedicación
académica es también una responsabilidad. Llevar grandes bloques de
su malla curricular indudablemente requiere de una importante
inversión de tiempo, donde hay semanas complicadas en que la
materia, las evaluaciones y la cotidianidad se juntan en una misma
fecha de entrega.
Aún así, Montserrat considera que la organización es una
herramienta fundamental para el balance de su vida académica y su
desarrollo personal. La estudiante académicamente
sobresaliente asegura que este método logra prepararse para los
deberes que se aproximan, abriendo también espacios para su vida
personal y que le permite que la universidad” no se vuelva
pesada y le quite el gusto por asistir”.
Al valorar los horizontes que ha cruzado en estos años de carrera,
destaca que la UCR le ha dejado mucho. “Todo lo que propone
la U y lo que enseña me ha ayudado a tener una perspectiva más
amplia del mundo y cómo me sitúo dentro de él”
Este 25 de octubre Montserrat recibirá el reconocimiento
Rubén Darío a la excelencia académica. El
premio es otorgado por el Consejo Regional de Vida
Estudiantil, del que la Universidad de Costa Rica es
parte. El acontecimiento será en la Sede del Pacífico, situada en
Puntarenas. Es un hito en su proyecto académico que ella describe
como inesperado pero que la llena de satisfacción al recoger los
frutos de su esfuerzo.