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Día de Parques Nacionales:

Mujeres defienden Refugio Silvestre Ostional

Desde 1986, cada 24 de agosto se promueve la reflexión sobre la conservación y respeto a los ecosistemas que resguardan
24 ago 2021Sociedad

Cada año millones de tortugas marinas desovan en las costas costarricenses.  Una de esas especies es la tortuga lora que a lo largo del año ocupan el Refugio Silvestre Ostional, en Nosara, una zona amenaza por el impulso inmobiliario que presiona sobre los ecosistemas costeros.

Anel Kenjekeeva

Cada año las playas costarricenses se llenan de vida con la llegada masiva de cinco de las siete especies de tortugas marinas del mundo, que desovan en nuestros litorales para continuar el ciclo de la vida.

Una de las especies de este reptil marino es la tortuga lora, que se observa en el Pacífico, especialmente en Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, en la Península de Nicoya, que aunque arriba durante el todo el año, incrementa su presencia en la temporada de lluvias.

Sin embargo, pese a los discursos oficiales de un país verde, la sobrevivencia de las tortugas lora está amenazada por el embate de intereses hoteleros que tras la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo, el 1 de junio de este año, aceptó la medida cautelar para suspender el Reglamento para el otorgamiento de permisos de construcción en la zona de amortiguamiento en dicho refugio.

Mientras el Poder Judicial dicta sentencia ante el proceso judicial interpuesto por un grupo de desarrolladores turísticos, un grupo de mujeres lideradas por Mariela Fuster Volio y Katherine Terrel dieron los primeros pasos para conformar la Colectiva Defiendo Ostional, que tras un llamado abierto reunió a personas preocupadas por los ecosistemas de esa zona.

“No somos una agrupación feminista, pero casualmente solo se unieron las mujeres. Por mi parte, me he reunido con otras organizaciones comunitarias de distritos aledaños para llamar la atención sobre la problemática que enfrentamos, como una forma de contribuir”, dijo Fuster.

La activista, quien migró a Nosara años atrás, convirtió en su hogar aquel sitio, y ve con preocupación el auge de construcciones en los linderos y dentro del área protegida. Por ello, asumió esta lucha como parte de su compromiso con esta comunidad, explicó.

Somos un grupo de mujeres migrantes nacionales y extranjeras que nos reunimos luego de una marcha organizada por Katherine Terrel. Era mucha la gente que quería protestar, y así fue como nos conocimos. A partir de eso surgió la posibilidad de agregar más personas, pero vemos que es un tema que interesa más a la gente que llegamos de otros lugares.  Se corrió la voz de una reunión para ir esbozando otras líneas de acción, y solo se presentaron mujeres”, acotó.

En este momento, la comunidad, y el futuro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, está en manos de los jueces de la República, quienes en una primera instancia le dieron la razón a la Municipalidad de Nicoya, al dictar un reglamento para regular las construcciones en el lugar.

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Sin embargo, la apelación presentada por los empresarios fue acogida. “Estamos esperando la sentencia, y como todo esto es muy preocupante. También la Asociación Cívica de Nosara y esta Colectiva, así como personas de otras regiones hemos formado una coalición de lucha para proteger este refugio silvestre único en el mundo”, prosiguió Fuster.

Apoyo UCR

Fuster y Terrel son las líderes de este movimiento, tras de ellas hay un grupo de mujeres que tomaron la bandera de la defensa ecológica ante los embates del desarrollismo turístico y la urbanización descontrolada que ha ido arrasando las zonas costeras.

“Aunque tuviéramos un reglamento en vigencia, la realidad es que las construcciones aquí van a mil por hora, sobre todo en la zona conocida popularmente como el Sueño Americano, habitada principalmente por extranjeros que han construido viviendas de lujo y han ido urbanizando”, detallaron.

Sin embargo, en otras partes de Nosara abunda el desempleo, ha incrementado la inseguridad ciudadana, el transporte público es sumamente deficiente y los trabajos informales reciben pagas muy bajas; “sobre todo se refieren a labores de limpieza y mantenimiento de las mansiones construidas por migrantes extranjeros”, aseguró Fuster.

Aunque en este distrito la Asociación Cívica de Nosara emprende acciones de desarrollo comunal,  el propósito de las mujeres de esta colectiva fue emprender una campaña informativa ante la desinformación o datos inexactos relativos al reglamento en cuestión.

Para lograr su cometido, la Colectiva Defiendo Ostional solicitó el acompañamiento del Observatorio de Bienes Comunes, proyecto de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR), para definir el modelo de organización comunitaria idóneo para sus objetivos. Como un primer acercamiento se realizó un taller con personas de Nosara, cuyos resultados arrojaron que la preocupación sobre el futuro ambiental es palpable, pero que también existen distintos enfoques sobre cómo abordarlo y que existen muchos vacíos en la comunidad sobre el tema, manifestó el Lic. Luis Sanabria Zaniboni, coordinador del Observatorio.

La conservación de los ecosistemas que sustentan la reproducción de las tortugas Lora en el Refugio de Vida Silvestre Ostional enfrenta intereses de la comunidad de Nosara y de los desarrolladores urbanísticos y turísticos; en los últimos años han proliferado construcciones dentro y alrededor de los línderos de dicho sitio, único en el mundo por el desove masivo de este reptil marino. Anel Kenjekeeva

 

“Ellas nos contactaron este año y en ese primer taller identificamos desafíos muy complejos. En Nosara confluyen personas de Nicoya, migrantes nacionales e internacionales, que conforman una comunidad que entiende de manera diferente en qué consiste el reglamento; e incluso esta es una dinámica que va más allá del mismo y de la organización comunitaria”, continuó Sanabria.

“Nuestra labor como Observatorio es apoyar a las mujeres a concretar un espacio reconocido entre las mujeres y las demás personas de Nosara; así como el nivel organizativo para la toma de decisiones”, prosiguió. De acuerdo con Sanabria, es palpable que existe gran presión acerca  del desarrollo urbano sobre los ecosistemas costeros.

En este sentido, la líder Fuster Volio coincidió con esa apreciación, ya que aseguró que en otras zonas de la costa guanacasteca ya enfrentan desastres ecológicos ante el crecimiento inmobiliario y turístico descontrolado; “Nosara es de los pocos que aún sobreviven y tenemos que defender no solo el Refugio Silvestre, sino otras especies y sus entornos”, criticó.

En tanto, la Colectiva Defiendo Ostional sabe que los problemas de Nosara no solo son la protección de las tortugas Lora; existen múltiples necesidades no resueltas pese a la presencia de áreas sumamente desarrolladas y catalogadas como de lujo. “Aquí necesitamos un buen alcantarillado, porque con cada temporal nos inundamos, resolver el asunto de los caminos, el futuro del agua potable y el resguardo de las aguas subterráneas, y generar empleos. Y sin intención de criticar, pero aquí muchos extranjeros están metidos en este negocio de bienes y raíces, y son quienes tienen sus construcciones dentro de los linderos”, detalló la líder.

“Necesitamos una comunidad motivada, sin importar las nacionalidades o las procedencias; pero la mayoría de las personas están luchando por sobrevivir ante las múltiples necesidades cotidianas por la pobreza que afecta a gran parte de las personas habitantes de Nosara”, indicó Fuster.

     El  Observatorio de Bienes Comunes es un proyecto de Acción Social del Centro de …

El Observatorio de Bienes Comunes es un proyecto de Acción Social del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y el programa Kioscos Socioambientales, creado en enero del 2020. Su trabajo consiste en generar espacios de diálogo sobre los conflictos socioambientales relacionados al origen, propiedad y gestión de los bienes comunes.

Mediante monitoreos, talleres en comunidades, articulación con proyectos similares de acción social e investigación, el Observatorio genera información oportuna y vínculos de articulación para evidenciar el estado de los bienes comunes en Costa Rica, así como la gestión democrática de los mismos.

Los bienes comunes se refieren no solamente a la riqueza natural que pertenece a todas las personas; como el agua, las semillas, los bosques y los ecosistemas. También se incluyen los bienes culturales relacionados con los saberes y prácticas colectivas como las técnicas de cultivo, las lenguas, el software libre, entre otros. Además, están los bienes comunes sociales que trata sobre la democratización de los espacios, como el educativo, la salud y la organización colectiva para la discusión y toma de decisiones.

Es decir, los bienes comunes no solo aportan los medios elementales para la vida, también proporcionan medios para alimentarnos, comunicarnos, educarnos y transportarnos, entre otros aspectos.

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social
eduardbqwno.munoz  @ucrifkk.ac.cr

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