Laboratorios de Medicina abren sus puertas al estudiantado
Algunas experiencias son irremplazables, se aprende haciendo, no hay otra opción. Ver, oler, escuchar, tocar. Los laboratorios buscan transformar esas sensaciones en conocimiento, en destrezas en los estudiantes. Aunque las dinámicas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica se vieron alteradas por la pandemia de COVID-19, docentes y administrativos encontraron soluciones y alternativas ante las limitaciones y este semestre con mucha alegría permitieron el retorno a sus estudiantes a los laboratorios de Anatomía.
Este regreso requirió un análisis concienzudo de parte de la
dirección académica y los departamentos, ya que la
Vicerrectoría de Docencia permitió la presencialidad solo
en aquellos casos donde “desde la virtualidad era
prácticamente imposible alcanzar todos los objetivos sin
afectar la excelencia en cada uno de estos cursos”, como explicó el
Dr. José Ángel Vargas Vargas, Vicerrector.
Particularmente, uno de los retos era el trabajo con los cadáveres y el aforo permitido, así como la distancia mínima que debía haber entre estudiantes o docentes. La solución fue comprar 15 mamparas acrílicas para 20 cadáveres con apoyo presupuestario de la Vicerrectoría de Docencia.
La implementación fue un proceso meticuloso y delicado, ya que la empresa debió ingresar a los laboratorios y colocar el material formando cuatro cubículos sobre el cadáver para que pudieran trabajar luego en las prácticas varias personas simultáneamente.
Curso bimodal
Antes de la emergencia por SARS-COV2, en un año académico, un alumno de Medicina diseccionaba un cuerpo completo. En el primer semestre, en Anatomía descriptiva, estudiaba dorso, miembro superior y miembro inferior. En el segundo periodo, con Anatomía Topográfica, radiológica y clínica quirúrgica analizaba cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis y periné.
No obstante, las lecciones debieron ser adaptadas a una
modalidad alto virtual durante todo el 2020. Los
estudiantes recibieron la teoría completa y se idearon laboratorios
virtuales con el apoyo de las bibliotecas universitarias que
tenían bases de datos de modelos 3D y vídeos de cadáveres
frescos, esto permitía una experiencia más cercana a la realidad.
Así, los jóvenes lograron un 70% de la nota el año pasado.
Sin embargo es hasta ahora, con la apertura que ha permitido la
institución, que pueden completar sus respectivos cursos.
Los estudiantes rezagados pudieron volver a los laboratorios
de manera intensiva, 120 a culminar Anatomía descriptiva en marzo y
130 a realizar las disecciones correspondientes
a Anatomía Topográfica en abril. En paralelo, en abril la
nueva generación de alumnos también empezó de manera bimodal
Anatomía descriptiva 2021.
“Los laboratorios de Anatomía son indispensables para el
desarrollo de destrezas manuales así como de la integración de
los conceptos teóricos con el cuerpo que van disecando, se
aprende al pie del cadáver y no solamente de los libros”,
manifiesta la coordinadora, la M.Sc. Jessica González
Fernández. Ella agrega que bajo esta nueva modalidad al
trabajar con aforos reducidos, han podido implementar nuevas
técnicas de evaluación de competencias durante la disección
por medio de listas de cotejo al inicio y al final del
curso, que permitirán valorar sus aprendizajes de una
manera objetiva.
¿Educación médica virtual?
Para los estudiantes reanudar los laboratorios es una gran oportunidad. Por ejemplo, Kevin Arias Chinchilla ingresó en el 2019 a la carrera de Medicina y Cirugía. El 2020 su vivencia universitaria fue totalmente virtual y “ahora que hemos regresado a realizar prácticas presenciales sí tengo que admitir que siento que he aprendido todo lo que no aprendí el semestre pasado. El hecho de poder trabajar con los cuerpos por mí mismo me ha facilitado realizar las asociaciones mentales entre los diferentes conceptos que vi los semestres anteriores”.
La Dra. Lizbeth Salazar Sánchez, directora de la Escuela de
Medicina, sostiene que “hay una ética, una responsabilidad con
el país, un sello de garantía y de imagen que
nosotros cuidamos y nos preocupa. No es negociable formar
médicos virtualmente, son complementos, no pueden ser
médicos que se preparen solamente con equipos y prácticas de
simulación. Necesitamos que se generen las destrezas en el
estudiante con una persona. Que si pasó Anatomía sabe y
conocer en vivo qué es una vena, una artería, un nervio,
cuáles son las conexiones”.
Monserrath Salazar Morales, estudiante de segundo año, está de
acuerdo con esta premisa “porque nada reemplaza todo el
aprendizaje que hemos adquirido en tan solo dos meses que
llevamos en los laboratorios, ese tocar, ver y estar en contacto
realmente con la carrera, es de los sentimientos más
gratificantes que uno podría tener. Simplemente es amor a
primera vista, cuando puedes hacer por ti mismo un
electrocardiograma o disecar los músculos que tanto viste en
un libro, pero que en tus manos todo finalmente llega a tener
sentido”.
A pesar de las presiones y la incertidumbre, para la Escuela es
claro que la calidad de la formación permite que el
estudiantado esté seguro de que en el futuro podrán aprobar
los exámenes para graduarse y obtener cupos clínicos en el
internado al superar la prueba que realiza la Fundación
Internacional de Medicina (IFOM por sus siglas en inglés),
o incorporarse en el Colegio de Médicos.