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Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo

“Escribir poesía es vencer el miedo, conquistar el silencio y la soledad”

Victoria Marín Fallas, poeta
19 mar 2021Artes y Letras
Victoria Marín Fallas
Victoria Marín Fallas es estudiante de Filosofía y estudiante avanzada de Filología Clásica. Anel Kenjekeeva

¡Qué mejor manera de celebrar el Día Mundial de la Poesía con poesía! Para ello, le pedimos a 5 poetas de la Facultad de Letras que compartieran algunos de sus poemas y describieran, en pocas palabras, lo que ha significado la poesía en sus vidas. En esta ocasión, conoceremos a Victoria Marín Fallas.

"Pienso que escribir poesía es vencer el miedo, conquistar el silencio y la soledad, apropiarse del mundo interno y externo, transmutarlo, domar la palabra, servirle, liberarnos. Sin embargo, esta experiencia no se queda solo en el acto de verbalizar, el cual a menudo es insuficiente. La realidad del poema trasciende tanto la escritura como la oralidad. Ha acariciado nuestro espíritu, incluso antes de incursionar en la lengua materna. Lo ha desgarrado sin necesidad de ningún tipo de interacción social. La poesía es la desnudez que remite al origen, a los impulsos más genuinos y al germen resultante en la configuración del universo."

 

El espejo mágico no dará respuesta

 

Esos amigos poderosos que nos quitan los muertos

no rozan en parte alguna nuestras ruedas.

 

Polvo y arena es lo que hay,

ni siquiera lamentos en la boca del huérfano

o duendecillos atizando la angustia

para sangrar corazones y arrullar desvelos.

 

Mamá Gansa devoró junto al fuego

las crías de años postreros,

la tumba de Broceliande quedó vacía

y la Reina Roja blindó su cuello

ofrecido en el cadalso de Nunca Jamás.

 

Pero, ante tales maravillas,

el espejo mágico no dará respuesta.

Reaccionar ante la angustia es —a veces— el infierno.

 

Poco a poco la intención se pierde

y todo parece tan pequeño

como la corona de Arturo en el fondo del lago

o el ego del bardo y sus humores agrios.

 

Cautiverio

 

Enseñar los dientes, clavar los colmillos y luego ofrecer el lomo, no por sumisión, sino

por una derrota humana: civilización y prejuicio desgarrando el mundo. Más tarde

recibir caricias, sentirse dueña de algo —quizás de un nudo alrededor del cuello—,

encontrar bajo el escudo una criatura veneno que te aprieta contra su pecho y te dice

que eres buena, mientras le arrancas la mano y sueñas con la manada extinta, las

montañas y los ríos inalcanzables hasta que te tumbes en el pasto tras haber

pulverizado el hierro, allí donde podrás crecer libremente en el murmullo de las flores,

ese que has de regar con sangre al sacar la bala de tu sien.

 

Regreso a Ilión

 

¿Es posible que una herida

abra de nuevo la piel del veterano?

 

Rubios cabellos ya lograron traspasar

la coraza aquea, otrora divina e invencible,

de quien, a causa de la tristeza y de los años,

perdió la vista y dejó asfixiar su alma

bajo la seducción onírica

de un pasado entre lanzas y flechas.

 

MEDEA LIBRE

 

No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres,

sino sobre sí mismas.

 

Medea Libre

 

He vuelto a presentir tu sombra,

ese vacío en cada espacio

que corroe mi pupila,

el cuchillo abriendo camino

y expandiendo su daño

como la rabia en un día sin dios,

la balada de muerte en el No Tiempo,

el tálamo nupcial desgarrado

con cada palabra impuesta

por hombres que no venero.

Esto envenena incluso mi nombre

e incita mi corazón de loba

a honrar fervientemente

lo dicho del linaje de Colco,

aplacando con sangre lustral

la negra hoguera de mi alma,

ofrecida ya muchas veces

en el altar de la triforme Hécate.

Es por eso que me he plantado

frente a la imagen de tu Creúsa.

 

He observado con interés

la virginal plaga de magnolias,

que derrama perfección sobre su rostro

mientras la peino con una navaja

y desato las costuras de su vestido,

que podría tornarse rojo prístino y letal

si yo quiero, y los manes vengadores

disponen su desnudez hasta los huesos,

atributo de la soledad estancada

en ese mito que persiste.

 

Es cierto que la tentación es grande,

también que el crimen sería perfecto

pero, ¿a dónde me llevaría la furia?

¿Crees tú que la mujer lo ignora?

¿Piensas que me dejaré consumir

y destrozaré lo que amo

con esta ferocidad titánica,

arma similar a la de Gorgo?

Pues, aunque su estigma pese sobre mí,

no me entregaré al escarnio

ni seré el temor de estos niños,

dorada estirpe a quien llamo Amor.

Por ellos elijo la vida, salvaguardar el ego.

Junto a mí montarán alado carro,

sobrevivirán a tu traición conmigo,

poderosas serpientes velarán su sueño,

y yo, ufana hija del Sol, me reiré en tu cara

y en la de esos dioses semejantes a ti.

Por fin sabrás que ellos no existen.

 

Victoria Marín Fallas es estudiante de Filosofía y estudiante avanzada de Filología Clásica en la Universidad de Costa Rica. Es cuentista y amante del simbolismo, la literatura y la mitología. Anteriormente, se desempeñó como asistente editorial en la revista Educación de la Universidad de Costa Rica y como asistente de docencia en cursos de latín, literatura y mitología griega para el Departamento de Estudios Clásicos de la UCR. Ha publicado en espacios como la revista Itálica (UPO, España), El Repertorio (Costa Rica), Revista De-lirio (México) y Liberoamérica (España-Argentina). Además, figura como autora en los proyectos Donde contamos hormigas y segundos (Poiesis Editores (Costa Rica), 2020), Caperucita feroz (Ápeiron Ediciones (España), 2020), Antología Nueva Poesía Costarricense (Ministerio de Cultura y Juventud (Costa Rica), 2020) y en el fanzine Voices (Centro Cultural de México, EE. UU. 2021). Ha participado en diversos eventos nacionales e internacionales de carácter literario como Creación femenina en el arte: Literatura y música (BEDU-UCR) y el Festival Internacional Primavera Bonita (Fundación del Centro Cultural del México Contemporáneo et al.). Ha organizado diversos eventos de carácter literario y didáctico como La experiencia de escribir en la Costa Rica del XXI (UCR, AFL, 2019) y La Importancia, significación y clasificación de los ritos funerarios en la literatura grecolatina (Biblioteca Pública de Desamparados, 2019) e impartido de forma gratuita talleres de creación literaria y literatura. Es compiladora del libro de relatos Anábasis, antología de narrativa fantástica y ficción histórica (CR, 2020), un proyecto que propone un viaje de reencuentro con el mito, la historia y la leyenda.

Fernando Montero Bolanos
Fernando Montero Bolanos
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
fernando.moskusnterobolanos  @ucraemo.ac.cr

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