Analizan influencia de las construcciones de género en intentos de suicidio
Discusión se da en el marco del VIII Congreso de Prevención del Suicidio, que se lleva a cabo del 4 al 6 de octubre en la UCR
Aunque son las mujeres las que más intentos de suicidio
presentan en el país y en el mundo, las cifras sobre suicidios
consumados son mayores entre el género masculino. De acuerdo
con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en el 2016 Costa
Rica reportó 349 suicidios, de los cuales el 80 % de los casos
correspondió a los hombres.
Estos datos han puesto en el ojo de la investigación los
factores que inciden en el desarrollo de la autoagresión, donde la
práctica de una “masculinidad hegemónica” es uno de los principales
objetos de estudio.
El tema fue puesto en discusión en el marco del VIII Congreso
de Prevención del Suicidio, que se lleva a cabo en Costa Rica y es
organizado por el Centro de Investigación en Biología Celular y
Molecular (CIBCM), de la Universidad de Costa Rica (UCR), la
Asociación de Suicidología de Latinoamérica y el Caribe (Asulac) y
la Fundación Rescatando Vidas (Fundarevi), de Costa Rica.
Especialistas tanto costarricenses como de otras naciones
expusieron en el encuentro los resultados más relevantes derivados
de las investigaciones sobre suicidio realizadas desde sus campos
de estudio en sus países de origen.
El especialista en psicología clínica de la Caja Costarricense
del Seguro Social (CCSS), Dagoberto Solano Marín, quiso determinar
algunos factores desencadenantes de los intentos de suicidio de
hombres que buscaron ayuda a través de la línea de emergencia
9-1-1.
El investigador explicó que la mayoría de estos hombres
experimentaron una “carencia afectiva” desde la infancia y cómo las
figuras femeninas se fueron convirtiendo en “contenedores” de las
necesidades del género masculino.
Por esto, ellos ven en las mujeres un papel importante en su
estabilidad emocional, “marcando esa dualidad entre la figura
masculina machista y la figura femenina dotadora de afecto”, una
situación que se establece también en las relaciones de
pareja.
“Sienten que sus parejas son las únicas personas que les
pueden dar cariño. La sola posibilidad de que termine esa relación
de pareja genera una crisis importante para ellos y llega a ser
mucho más aceptable la posibilidad de suicidarse que de quedarse
solos”, dijo Solano.
De acuerdo con el investigador, desde lo masculino el
cuerpo es legitimado “como un instrumento que se puede maltratar o
recibir castigo” y también una forma de expresar las
frustraciones.
“Estas crisis estaban entonces relacionadas por la incapacidad
para poder cumplir con los mandatos de la masculinidad, porque el
pensamiento era que no servían para cumplir lo que se supone que un
hombre debe hacer”, explicó el experto.
Por su parte, el investigador colombiano Pedro Beitia Cardona,
de la Universidad Libre de Colombia, también hizo énfasis en el
tema de la masculinidad y aseguró que los hombres hacen uso de
mecanismos más letales, aunque son las mujeres quienes más intentan
acabar con su sufrimiento.
Ambos estudios definieron las rupturas de pareja como uno
de los factores desencadenantes más comunes en los casos de intento
de suicidio (tanto en hombres como en mujeres) analizados, y
aseguraron que al género masculino se le dificulta más el
establecimiento de redes de apoyo y la búsqueda de ayuda.
Otros factores desencadenantes del suicidio son razones
económicas y problemas de salud tanto físicos como
mentales.
En la apertura del Congreso, Patricia Mora Castellanos,
Ministra de la Condición de la Mujer, introdujo la perspectiva de
género en su análisis del suicidio y aseguró que este factor les
permite en el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) analizar el
impacto de socialización por género y la violencia en contra de las
mujeres en los intentos y ocurrencia del suicidio.
Mora señaló además que las expectativas de los roles
sociales y personales de hombres y mujeres juegan un papel
fundamental en la explicación diferenciada de los suicidios,
por lo que los factores asociados a las masculinidades y
feminidades hegemónicas tienen un peso importante en las acciones
enfocadas en la prevención.
El Congreso Latinoamericano de Prevención del Suicidio,
denominado Suicidio: el Rostro Humano, fue inaugurado el jueves 4
de octubre en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la
UCR.
Principal grupo de riesgo
Por su parte, Francisco Golcher Valverde, jefe de la Secretaría Técnica de Salud Mental del Ministerio de Salud, indicó que el grupo poblacional de mayor riesgo con comportamiento suicida en Costa Rica son los adolescentes.
Según los datos suministrados por el funcionario, en el
2017 hubo 278 de intentos de suicidio en este segmento de
población, siendo la provincia de Puntarenas la que ocupa el
primer lugar en todo el territorio nacional. El cantón de
Talamanca, en Limón, es donde existe la mayor concentración de
casos.
Frente a este panorama, indicó Golcher, el Estado
costarricense empezó a dar los primeros pasos para el
establecimiento de políticas públicas en esta materia, a través
de la Estrategia de abordaje integral del comportamiento suicida
para el período 2016-2022, así como de un plan de acción para las
instituciones gubernamentales, aprobado en 2017.
Como parte de estas medidas, la elaboración de protocolos para
la atención de situaciones de emergencia debe ser una prioridad
para las instituciones públicas. El protocolo puesto en marcha este
año por el Ministerio de Educación Pública (MEP) es el primero que
se establece en el país y en este momento el Patronato Nacional de
la Infancia (Pani) se encuentra en proceso de elaboración de su
protocolo.
Golcher también insistió que como parte de las
acciones tomadas a nivel gubernamental existe un decreto ejecutivo
que establece la articulación institucional que debe existir en la
materia.
El especialista participó en el Foro de Salud Mental, que la
UCR realizó como actividad previa al Congreso Latinoamericano de
Prevención del Suicidio, con el objetivo de revisar los avances de
la Política Nacional de Salud Mental creada hace seis años.
Este foro tuvo lugar el 3 de octubre en el auditorio de la
Ciudad de la Investigación, con la asistencia de funcionarios y
funcionarias públicas, académicos y representantes de
organizaciones no gubernamentales que trabajan con el tema de salud
mental.

