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Estrella Burgos, divulgadora científica

“Es estratégico comunicar la ciencia a toda la población”

2 sept 2015Personalidades
Estrella Burgos
Estrella Burgos, divulgadora científica y editora de la revista ¿Cómo ves?: La ciencia es vital si queremos que ayude a transformar para bien a nuestras sociedades (foto Laura Rodríguez).

Estrella Burgos Ruiz es editora de la revista ¿Cómo ves? de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), proyecto en el que ha estado desde su gestación en 1998. ¿Cómo ves? se distribuye en todo el país y lleva ya 200 ediciones. Muy pronto lanzará su versión digital.

Por más de 30 años, Burgos se ha dedicado a la divulgación de la ciencia, principalmente en medios escritos, radio y televisión. Como especialista en comunicación de la ciencia, ella sabe cómo adaptar los contenidos científicos para que sean entendidos por la gente común. “La divulgación de la ciencia no es la mera traducción de un discurso científico al lenguaje común”, advierte. “Es recreación. Hay que recrear el mundo de la ciencia. Hay que dar un contexto para las cosas”, aclara.

Burgos visitó el país para participar en el XVII Congreso Nacional de Ciencia, Tecnología y Sociedad, realizado el 27 y 28 de agosto, y ofreció la charla La ciencia es de todos en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

Conversamos con Burgos y a continuación les ofrecemos un extracto de la entrevista.

-¿Cómo analiza la divulgación científica en nuestro continente? ¿Es un área muy desarrollada o aún su desarrollo es incipiente?

-Varía mucho, es muy heterogénea. Por ejemplo, Estados Unidos tiene mucha tradición en el periodismo científico y en el campo de la divulgación fueron pioneros en los museos interactivos. Tienen grandes periodistas científicos y divulgadores de la ciencia. También hay mucha investigación sobre la comunicación de la ciencia: cómo la gente recibe los productos, si la comunicación es eficaz y cierta forma de comunicar la ciencia. En Suramérica ha habido muchos esfuerzos. Chile tiene muy buen periodismo científico. Brasil invirtió mucho en comunicación de la ciencia, han tenido revistas muy bonitas y tienen programas de posgrado en periodismo científico en varias universidades. En México la UNAM fundó desde 1980 un centro de comunicación de la ciencia. Tenemos más avance en divulgación que en periodismo científico, que no se limita solo a la UNAM, pues muchas otras universidades del país han dedicado recursos y esfuerzos en este campo. Falta unificar un poco los criterios, porque lo que uno considera que es divulgación para otro no lo es, todavía hay mucha discusión. En Centroamérica solamente conozco la experiencia de Costa Rica, veo que hacen muchos esfuerzos.

-Háblenos de la experiencia exitosa de la UNAM. ¿Qué fue lo que esta universidad hizo para desarrollar un proyecto serio de divulgación científica?

- La universidad necesita la voluntad de decir ‘este tema es estratégico’ y no solamente importante. Para cualquier país es estratégico comunicar la ciencia a toda la población, para que esa población apoye el desarrollo de la ciencia y se destine presupuesto a esta. Es estratégico también porque mejora la vida de los ciudadanos y ayuda a que la ciencia sea tomada en cuenta en las políticas públicas. La ciencia es vital si queremos que ayude a transformar para bien a nuestras sociedades.

Las universidades tienen una vocación y una responsabilidad social muy importantes, ya sean públicas o privadas. En esa responsabilidad cabe la divulgación de la ciencia, porque la ciencia es parte de la cultura.

¿Qué se requiere? Se requiere gente formada en esta materia e implementar programas de comunicación de la ciencia para públicos amplios. También que haya voluntad de las autoridades universitarias y participación de sus académicos y sus estudiantes.

Estrella Burgos
La editora y escritora de ciencia mexicana ofreció la conferencia La ciencia es de todos, en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico de Costa Rica (foto Laura Rodríguez).

El papel de las universidades es hacer modelos de la comunicación de la ciencia, para que otros que están fuera del ámbito universitario puedan tomarlos, reproducirlos y mejorarlos.

-¿Cómo involucrar a los científicos en la divulgación de la ciencia? ¿Son todos buenos divulgadores? ¿Deben todos divulgar la ciencia?

-Hay de todo. Hay algunos, poquitos, que tienen la capacidad de comunicar, que no sé cómo la aprendieron y hay otros que no tienen la menor idea. Por eso tenemos que tener varias opciones, tener espacios para quienes comunican bien y para quienes no tienen esa capacidad, están los divulgadores. El investigador está investigando, no tiene por qué saber comunicar, porque nadie le enseñó eso. Además, a él lo van a evaluar en función de lo que investigue y no de lo que comunique. Quizás esto es un problema del sistema. Los divulgadores somos los intermediarios, somos los intérpretes. Estamos entre el público y quienes hacen la ciencia.

¿Cómo atraerlos? Un argumento muy pragmático es que cuando se hace una investigación y hay una repercusión social que puede ser muy directa, esa investigación, científico o grupo de científicos reciben más financiamiento. Por otro lado, tengo la obligación de decirle a la gente qué hago si investigo con dinero que pone la gente.

También hay que trabajar con los científicos para que entiendan qué son los medios de comunicación social y cómo funcionan. En cuanto se entiendan hay mucha más disposición de ambos lados para colaborar.

Nuestros sistemas universitarios lo que recompensan es la investigación, lo cual es un problema. Pero cuando alguien que hace ciencia conoce al público, ve la reacción de este y logra provocar emociones, se fascina.

-¿Cómo llegó usted al campo de la divulgación científica?

-Mi formación es en ciencias. Cuando yo era estudiante de Química ofrecían un trabajo en el entonces Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia para traducir notas de una revista que se llama New Scientist y, como necesitaba ganar dinero, fuí e hice una prueba. Me dijeron que me probaban tres meses y me quedé diez años. Entonces, llegué por casualidad.

Hubo algo que para mí fue muy importante. Cuando estudiaba yo me decía: ‘esto qué sentido tiene’, ‘porqué tengo que aprender esto’. Y cuando empecé a trabajar con los divulgadores de la ciencia le encontré el sentido, porque ellos lo que dan es el contexto de las cosas. Entonces me pareció fascinante. Me tocó en un momento en el que arrancaba un proyecto muy importante en la UNAM.

Aprendí mucho en una revista universitaria en la que me tocó trabajar con los científicos en el plano de la edición editorial, para que los materiales fueran entendibles. Nos dimos cuenta que no era nada más de pedirles un texto, sino que este había que adecuarlo para que se dieran a entender, y a veces era muy difícil ponerse de acuerdo con ellos.

A mí me gusta mucho la literatura y allí encontré cómo fusionar todos esos intereses. Porque la gente piensa que la ciencia está muy lejos del arte o de las humanidades, y para nada, se pueden llevar de maravilla.

Patricia Blanco Picado
Patricia Blanco Picado
Periodista Oficina de Divulgación e Información
patricia.bpeqalancopicado  @ucrlgel.ac.cr

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