Voz experta: Autonomía y educación superior
La Universidad de Costa Rica es una institución de educación superior, cuyo carácter y misión están respaldados por la Constitución Política de la República, la Ley Fundamental de Educación (Ley 2160), el estatuto orgánico y la ley orgánica de la Universidad de Costa Rica (Ley 362).
Además, tanto los constituyentes como los legisladores han reconocido que la autonomía universitaria posee características distintivas que la diferencian de otras instituciones descentralizadas, y la excluyen del poder de dirección del Poder Ejecutivo. Por el hecho mismo de que no se está en presencia de una de las entidades a que se refiere el artículo 188 de la Constitución, se sigue que la autonomía política de estos entes es plena, es decir, la ley no puede someterlas a directrices, mucho menos a las órdenes por parte del Poder Ejecutivo. Dado ello, tienen poder reglamentario autónomo y pueden auto estructurarse, regular el servicio que prestan, entre otras.” (Dictamen: 114 del 27/04/2021, Procuraduría General de la República).
¿Por qué resulta importante la relación entre la autonomía y la educación superior?
Esto se debe a que el constituyente consideró que el desarrollo nacional no debe depender del Gobierno de turno. Para promover el estudio de las ciencias, la investigación y el avance cultural, es esencial garantizar la libertad de cátedra, docencia, investigación y acción social independiente, así como el acceso a oportunidades de desarrollo intelectual, social y económico para todos los habitantes.
La Universidad de Costa Rica, consciente de este mandato, es una defensora de ese derecho constitucional, por lo cual, desde sus programas procura la transferencia y gestión del conocimiento para toda la sociedad. Al fomentar la apropiación social del conocimiento científico, tecnológico y cultural, la Universidad contribuye a la transformación del país, desde la promoción conciencia crítica, la autonomía y las soluciones sostenibles a problemas estructurales.
Durante el primer semestre de 2025, la Universidad de Costa Rica fortaleció su compromiso con la formación estudiantil mediante 104 procesos de apoyo curricular, donde se combinan la automatización, el acompañamiento especializado y la creación de 17 nuevas oportunidades académicas. Esta labor, orientada por principios de eficiencia y equidad, impactó directamente a cientos de estudiantes y consolidó el valor público de la educación superior estatal.
Además, durante este mismo periodo desarrolló 1 555 programas, proyectos y actividades de investigación, en los cuales reafirma su compromiso con la generación de conocimiento al servicio del país. El área de ciencias básicas concentra el 25,7 % de los proyectos, actividades y programas, seguidas las áreas de ciencias sociales y ciencias de la salud con 21,2 % y 14,3 %. Estas tres áreas desarrollan el 61,2 % de los mecanismos generadores de conocimiento.
En este sentido, la Institución trabaja en colaboración con las organizaciones gubernamentales, las empresas privadas y las comunidades locales para traducir los hallazgos de la investigación en soluciones prácticas que beneficien a la sociedad.
Al 30 de junio, se observa una diversidad de iniciativas que reflejan el compromiso de la Universidad de Costa Rica con la acción social. Los proyectos abarcan áreas como la educación, la salud y el medio ambiente, y destaca por la implementación de programas de alfabetización que han beneficiado a más de 4 000 personas que van desde niños, niñas y adolescentes, hasta adultos mayores, estudiantes de colegio y docentes, y talleres de salud comunitaria que han alcanzado a más de 349 000 personas de la población objetivo por medio de 59 proyectos ejecutados en todas las regiones de planificación del país.
Las sedes y recintos regionales, como la Sede del Caribe y la Sede de Occidente, así como la Sede de Guanacaste han sido fundamentales en la ejecución de estos proyectos, lo que facilita la participación de estudiantes y docentes en la mejora de la calidad de vida de las poblaciones locales, con una cobertura geográfica amplia y un impacto significativo en las comunidades. La variedad de actividades refleja la flexibilidad del programa de acción social para adaptarse a las realidades locales y responder a las necesidades emergentes. Por ejemplo, las ferias de salud han atendido a más del 8 % de los beneficiarios totales del Programa de Acción Social.
¿Por qué estos resultados son importantes? Porque la independencia en el ejercicio de las labores de la Universidad de Costa Rica permite la mejora continua y la sostenibilidad de las acciones educativas y de la cultura superior. En contraste, otros niveles del sistema educativo no gozan de las mismas condiciones de autonomía y mejora continua.
El último Informe del Estado de la Educación evidencia esa realidad: “Esta décima edición afirma que, durante el período 2022-2024, la crisis educativa, lejos de empezar a resolverse, se agravó de nuevo. En esta ocasión, el principal factor de agravamiento fue una seguidilla de malas decisiones de política pública que impulsó el gobierno de la República, especialmente pero no de forma exclusiva, del Ministerio de Educación Pública (MEP), que tomó decisiones improvisadas, sin sustento técnico y tampoco rindió cuentas por ello. Como consecuencia, la educación general básica y diversificada experimentó una fuerte incertidumbre en su conducción política, la docencia y la evaluación, así como se agudizó la pobreza de los aprendizajes de cohortes completas de estudiantes.”
El estudio resalta que la educación se viene utilizando en los últimos años como moneda de cambio para resolver problemas fiscales para reducir la inversión en educación en todos los niveles, aspecto que genera brechas educativas que cada vez requieren más años y más recursos para cerrarse.
Un faro en la penumbra
La Universidad de Costa Rica, como institución de cultura superior a lo largo de los años ha desarrollado acciones para contribuir a la promoción de la educación del país. Desde la Facultad de Educación se ha trabajado en la actualización de planes de estudio con enfoque en comprensión lectora, escritura, resolución de problemas matemáticos y uso pedagógico de tecnologías emergentes (incluyendo la IA).
También, ha atendido el compromiso de acreditar nueve carreras por el Sinaes para garantizar calidad en la formación profesional, donde se implementan programas de actualización profesional para personas docentes como los de formación continua en educación secundaria (ED-1978) y de actualización permanente para docentes de primaria (ED-3057).
La visión de esta facultad incluye la mejora de los aprendizajes fundamentales donde se destacan la asesoría a 27 direcciones regionales del Ministerio de Educación Pública para mejorar comprensión lectora y escritura (ED-3700) y el desarrollo de la Olimpiada Costarricense de Matemática para Educación Primaria (Olcomep) en la cual han participado más de 17 mil estudiantes entre 2024 y 2025.
La Universidad de Costa Rica, por medio de su Facultad de Educación, con su vocación de servicio y garante de proporcionar oportunidad cultural a aquellos que deseen mejorar su condición intelectual, social y económica, hace un llamado a un acuerdo nacional en el cual se retome el compromiso constitucional de invertir en educación el 8 % del producto interno bruto, con énfasis en recuperar la equidad, la calidad docente y la evaluación robusta como pilares para revertir la crisis educativa.
