Un grupo de investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR), coordinado por la Dra. Eiliana Montero y el Dr. Guaner Rojas, se ha propuesto identificar las fortalezas y limitaciones que tiene el desarrollo de las actividades académicas de la Institución, en entornos virtuales, en el contexto de la emergencia nacional debido al COVID-19.
La iniciativa cuenta con el respaldo del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) y del Consejo Universitario, el cual decidió establecer una alianza estratégica con este instituto, en forma extraordinaria, para que se haga el estudio, de manera que este Órgano Colegiado, a partir de los resultados, pueda tomar las medidas que correspondan, de acuerdo con sus competencias.
La información será recolectada por medio de dos formularios que están disponibles en el sitio web del Consejo Universitario, uno para estudiantes de grado matriculados durante el I ciclo lectivo 2020, y otro para docentes que estén impartiendo cursos en este semestre.
Para el Órgano Colegiado es importante disponer de información fiable y recolectada sistemáticamente, la cual será esencial para fiscalizar el proceso de virtualización en la Universidad, ante el posible impacto en la permanencia y graduación de la población estudiantil.
Virtualización
Desde el 11 de marzo, a causa de la evolución epidemiológica del COVID-19 en el país, la Administración de la UCR, por medio del Centro de Coordinación Institucional de Operaciones (CCIO), solicitó al personal docente suspender las clases presenciales e implementar la modalidad de enseñanza virtual.
Si bien es cierto la UCR tiene la plataforma de “Mediación Virtual” y, además, algunas unidades académicas realizan esfuerzos para ofrecer a la comunidad docente y estudiantil herramientas de trabajo que se adecuen a la virtualización de los cursos, todavía falta evidencia con respecto a si la población estudiantil posee las condiciones óptimas para poder recibir lecciones en entornos virtuales o si el personal docente las puede impartir.
En la Institución no hay datos precisos en términos de la magnitud y de la naturaleza de este problema, de ahí la importancia del diagnóstico.
Para el Órgano Colegiado y el IIP es muy importante que la comunidad universitaria brinde la información que se está solicitando por medio de los dos cuestionarios. El que está dirigido al estudiantado incluye preguntas relacionadas con la asignación de becas, acceso a Internet, tipo de conexión, si recibe o no clases desde que se realizó la virtualización, o si decidió suspender sus estudios por la pandemia, entre otras. Mientras tanto, el que está dirigido al profesorado, aunque aborda preguntas similares a las de la población estudiantil, también procura obtener insumos sobre los cursos que son virtualizables o no.