Voz experta: Crisis diplomática a raíz de los incendios en la Amazonía brasileña
El pasado 24 de agosto, las autoridades brasileñas ordenaron
finalmente al Ejército iniciar tareas de apoyo en las labores para
intentar contener las llamas que han afectado desde varias semanas
amplias extensiones de bosques amazónicos en el territorio
brasileño. Ello ocurrió después de varios llamados hechos por
distintos actores de la comunidad internacional, incluyendo el de
Costa Rica (Nota 1), y la renuencia de las autoridades
brasileñas en considerar que se trata de un tema internacional,
aduciendo que se trata de un problema de índole estríctamente
interno que no requiere intervención externa alguna. El mismo 23 de
agosto del 2019, el Secretario General de las Naciones Unidas
externó que:
"En medio de la crisis climática global no podemos permitirnos más
daños a una de las grandes fuentes de oxígeno y biodiversidad. Se
debe proteger al Amazonas” (véase comunicado de prensa
oficialdel 23/08/2019)
La prevención y/o mitigación de incendios forestales supone un
sistema de alerta temprana y un sistema de multas ejemplarizantes a
propietarios negligentes y/o productores voraces, monitoreados
desde satélites, así como mecanismos de desincentivo más
sofisticados: se trata de valiosas herramientas de política
pública, que elaboró e implementó con gran éxito Brasil antes del
2018, logrando reducir significativamente la tasa de deforestación
en la Amazonía. Se lee en este informe
que:
"Por medio de esas acciones, la deforestación se redujo de manera
significativa en el Amazonas brasileño. Mientras que la pérdida
forestal anual llegaba a los 27.700 km2 en el año 2004, en 2012
esta cifra pasó a 4.500 km2 , es decir, una disminución de casi
84%" (p.1).
La importancia mundial de la Amazonía
Como bien se sabe, el bosque amazónico que cubre gran parte de
Brasil y de Perú, así como de Bolivia, Colombia, Ecuador y
Venezuela, se compone de unos 5,5 millones de km2, y se considera
el pulmón del planeta responsable del 20% del oxígeno que
respiramos. El 60 % aproximádamente de ese conjunto de selvas
tropicales se sitúa en Brasil. Menos divulgado, la Amazonia es
también responsable de la regulación de todos los ciclos
hidrológicos en la región y mucho más allá: gran parte de las
formaciones nubosas que se forman en esta precisa zona del planeta
garantizan a otros Estados lluvias en abundancia.
El marco legal amazónico a nivel regional
En julio de 1978, los Estados amazónicos (Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela) adoptaron un
tratado marco para proteger, resguardar y asegurar una gestión
conjunta de la Amazonía, mediante la adopción del Tratado de
Cooperacion Amazonica (TCA) considerado "audaz" por varios autores
(Nota 2): véase versión
oficial en francés de dicho instrumento, el cual creó la
Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) (véase
sitio oficial).
El TCA ha dado pié para diversas y muy valiosas iniciativas, tales
como las que se gestan desde la misma Organización de Estados
Americanos (OEA), tal y como se puede apreciar en esta publicación.
Varios tratados impulsados por la OEA adoptados en el marco
bilateral esta vez buscan también hacer realidad esta cooperación,
mediante la captación de financiamiento internacional para
proyectos binacionales con este fin.
No obstante, la prevención de incendios y la elaboración de
estrategias conjuntas para mitigar sus efectos no parecieran
haberse plasmado en acciones conjuntas, el menos con lo que
respecta a Brasil y a sus vecinos.
El tono oficial reciente de Brasil con respecto a la
Amazonía
En el caso específico de Brasil, en julio del 2019, se
evidenció el aumento abrupto de la tasa de deforestación en la
Amazonia brasileña, consecuencia lógica del discurso de sus máximas
autoridades (véase cable de
Reuters), acompañándose de incendios en diversas partes de la
región amazónica, sin que estos preocuparan mayormente a las
precitadas autoridades. La extensión de los períodos de sequía,
consecuencia anunciada desde varios años del cambio climático,
favorece una propagación mucho más rápida de los incendios, y
cuesta creer que las actuales autoridades brasileñas esperaran
estos incendios (que iniciaron a finales de julio del 2019) para
corroborarlo.
El pasado 16 de agosto, el jefe de Estado brasileño protagonizó un
inédito episodio con dos de los principales donantes del Fondo
Amazonia creado en el 2008, Alemania y Noruega, al
sugerirles reforestar sus propios territorios en vez de preocuparse
tanto por financiar proyectos en la Amazonia: véase, sobre el tono
particularmente airado de Jefe de Estado brasileño, esta nota de
prensa de La Nación (Argentina).
Foto satelital tomada del artículo de
prensa titulado "Incendies en Amazonie : « nous risquons
d'assister à une savanisation de l'Amazonie »
La decisión de ordenar al Ejército brasileño apoyar las tareas para
frenar el avance del fuego se da 24 horas después de un fuerte
intercambio entre los jefes de Estado de Francia y
Brasil (véase nota de
prensa de Le Monde). Francia amenazó con oponerse al tratado de
libre comercio entre la Unión Europea y los Estados Miembros del
Mercosur recientemente suscrito, al considerar que Brasil "mintió"
durante una cumbre del G-20 sobre sus compromisos en materia
ambiental. Esta amenaza fue también evocada por el Presidente
del Consejo Europeo de la UE (véase nota de
prensade ElPais).
A su vez España ha externado que no comparte la posición
francesa al manifestar que: "Para España el objetivo de lucha
contra el cambio climático es un objetivo prioritario, pero
consideramos que es precisamente aplicando las cláusulas
medioambientales del Acuerdo como más se puede avanzar y no
proponiendo un bloqueo de su ratificación que aísle a los países
del Mercosur" (véase cable de
AFP).
El entorno político actual en Brasil
Una reciente entrevista de Marina Silva difundida por la BBC (véase
enlace) detalla
el entorno político actual en Brasil que ha favorecido estos
incendios.
En el mes de mayo del 2019, el Jefe de Estado galo recibió en París
al lider indígena brasileño Naori Metuktire, y prometió apoyar los
esfuerzos en pro de la conservación y de la protección de los
bosques amazónicos (véase nota de
prensa de Le Monde). Durante este mismo mes de mayo, Brasil
presentó una propuesta para modificar sustancialmente los términos
de la cooperación brindada por Alemania y Noruega al Fondo Amazonia
(véase cable de la
agencia de noticias EFE).
Es muy probable que otros Estados, además de Francia y la UE, alcen
también la voz, ante lo que se puede considerar un incendio
forestal con consecuencias a escala planetaria y un actuar
intencionalmente errático para contenerlo: ambos evidencian la
necesidad de un marco legal que permita una acción mucho más
coordinada entre los Estados amazónicos y la comunidad
internacional.
¿Hacia una responsabilidad internacional por omisión y/o
negligencia?
El derecho internacional público tiene como sujetos plenos a los
Estados soberanos: se trata de entidades que califican como sujetos
plenos de derecho al ser titulares de derechos y de obligaciones, y
al contar con un ordenamiento jurídico internacional que les
permite exigir el respeto de sus derechos y responder
internacionalmente ante los demás Estados en caso de violar sus
obligaciones.
El principio 2 de la Declaración de Río de Janeiro adoptada en 1992
(véase texto
completo) es muy claro en cuanto a la obligación internacional
de un Estado hacia los demás Estados de no autorizar proyectos en
su territorio susceptibles de causar un daño de carácter
transfronterizo, pero una pregunta puede surgir al analizar la
actitud de las actuales autoridades brasileñas: dejar que se
propaguen intencionalmente las llamas en extensas zonas secas, a
sabiendas de la importancia de este reservorio de bosque tropical,
el más extenso del planeta, para muchos otros Estados vecinos, ¿no
califica como responsabilidad internacional por inacción, omisión o
negligencia?
Modelizaciones oficiales hechas en Brasil sobre el estado de la
Amazonía en años anteriores al 2018, aunadas a medidas recientes
tomadas para desaplicar reglas e incentivos tendientes a frenar la
deforestación y los incendios adoptados por Brasil antes del 2018,
así como fotos satelitales desde el mes de julio del 2019 y las
reacciones registradas por las autoridades brasileñas (algunas de
ellas muy tentadas en recurrir al "tweet" oficial), constituyen,
entre muchos otros datos, un interesante campo a explorar para
quienes consideren que pueden haber elementos para establecer algun
tipo de responsabilidad internacional de Brasil hacia los Estados
afectados por estos incendios. Es muy probable que la dirección del
viento también lleve partículas y nubes de cenizas a diversos otros
Estados, afectando la calidad del aire que en ellos se respira o
aumentando los problemas respiratorios ya existentes en algunas
regiones para sus pobladores. Ello sin hablar, a mediano plazo, de
la agudización de los efectos del calentamiento global en la región
- y el mundo - que supondría lo que algunos expertos ya denominan
el riesgo de "sabanización" de la Amazonía. Se trata de un término
que fue mencionado por vez primera en 1991 como una simple
hipótesis de trabajo: véase artículo de
prensa de El Pais, (España), en el que se lee que:
“La humedad de la Amazonia es importante para las precipitaciones y
el bienestar humano, porque contribuye a las lluvias invernales en
partes de la cuenca del río de la Plata, especialmente en el sur de
Paraguay, el sur de Brasil, Uruguay y el centro y el este de
Argentina”
A modo de conclusión: un angustiante panorama
Según los datos dados a conocer por el mandatario galo (y no
refutado por las autoridades brasileñas, salvo error nuestra parte
al momento de redactar estas líneas), los incendios en la Amazonía
ya se han extendido por aproximadamente 1,2 millones de km2
(véase nota de
prensa de BFMTV). Los integrantes del G-7 han acordado en su
reunión en Biarritz (Francia) del pasado 25-26 de agosto un primer
desembolso urgente de 22 millones de US$ para intentar ayudar a los
Estados afectados (véase nota de
prensa de LePoint): es probable que algunos Estados sí la
acepten, mientras que Brasil haga ver que no la requiere.
Se trata de un primer acercamiento de la comunidad internacional
para intentar contener lo que Brasil liberó al parecer
intencionalmente (y que había logrado frenar durante las
administraciones pasadas).
Notas
Nota 1: El pasado 22 de agosto, Costa Rica circuló el
siguiente comunicado oficial: "Costa Rica expresa su profunda
preocupación por devastadores incendios en la Amazonia. Costa
Rica hace un fuerte llamado a no escatimar en esfuerzos para
contener los daños a este importantísimo ecosistema tropical. El
Gobierno de Costa Rica expresa su profunda preocupación por los
devastadores incendios forestales que se desarrollan en la gran
cuenca del río Amazonas, en particular en los estados amazónicos de
Brasil. Como país comprometido con la defensa y protección del
medio ambiente y los bosques tropicales, nos conmociona la dolorosa
destrucción causada por los incendios y su impacto negativo en la
biodiversidad biológica de ese pulmón del mundo, así como en las
comunidades indígenas y campesinas afectadas. El Gobierno de la
República confía en que por medio de esfuerzos redoblados y
conjuntos de los Estados, autoridades locales, la comunidad
internacional y la sociedad civil, se logre contener el fuego en el
menor plazo posible. Comunicación Institucional (784 CR Incendio
Amazonia) Jueves 22 de agosto de 2019".
Nota 2: Véase, entre muchos autores, LANDAU G., "El
Tratado de Cooperación Amazónica, audaz instrumento de desarrollo",
Comercio Exterior (1981), México, cuyo texto está disponible en
este enlace; así
como CAUBET G., "Le traité de coopération amazonienne —
Régionalisation et développement de l'Amazonie", Annuaire Français
de Droit International (1984), pp. 803-818, cuyo texto está
disponible (texto integral) en este enlace.

