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Evelyn y Stallin celebran la vida de sus dos hijos a un año de compleja cirugía

Los padres de Samuel y Ezequiel relatan cómo sus hijos enfrentaron la cirugía que separó a los pequeños, quienes estaban unidos por sus cráneos, en un procedimiento poco explorado en la medicina
23 feb 2019Salud

"Samuel y Ezequiel se aman mucho, son muy unidos. Ellos se acarician y se sonríen. Cuando uno de ellos va a cita y el otro se queda, se nota el vacío que le deja. Eso sí, no se pueden dejar solos porque se ponen traviesos con las sondas”, relató Evelyn Badilla, madre de los ahora exsiameses Samuel y Ezequiel.

Karla Richmond

Fueron casi 20 horas las que Evelyn Badilla Hernández y Stallin Núñez Morantes estuvieron a la expectativa. Los médicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y, también del Hospital Nacional de Niños (HNN), se encontraban separando a sus dos hijos, Samuel y Ezequiel, quienes estaban unidos por sus cráneos. Según lo recuerdan, ese viernes 23 de febrero del 2018 fue el día más difícil de sus vidas.

Fue un día de mucha acción, estábamos bajo mucha presión y con mucha angustia. Yo pensaba ‘los estoy entregando para que mueran’. Entregarlos en la sala de operaciones fue de los momentos más difíciles que tuvimos, nos destrozó, pero le entregamos todo a Dios”, contó Evelyn Badilla, la madre de los pequeños.

En medio de ese momento, Evelyn y Stallin estuvieron acompañados por sus familiares y conocidos. Sin embargo, ya de noche, conforme avanzaban las horas, la ansiedad los empezó a invadir. No se sabía cuándo iba a terminar la operación.

“No salía nadie a darnos noticias, pero también pensamos que si no había salido nadie era porque todo iba bien. Cuando ya íbamos a empezar a preguntar, la enfermera salió y nos dijo que ya los gemelos estaban separados y que los estaban suturando, fue un momento de mucho gozo. Lloramos, pero de alegría”, señaló la madre.

La cirugía, que le llevó meses de estudio a los médicos, y que pocas veces se ha realizado en el mundo, había sido un éxito. Samuel y Ezequiel salieron vivos del quirófano. Aún así, los primeros días posteriores a la separación fueron igual de tensos.

“Cuando ya estaban separados en cuidados intensivos, nosotros decíamos: ‘bueno, ya pasaron las 24 horas pero no sabemos si van a pasar las 48 horas o las 72 horas’. Yo me acuerdo que contábamos las horas y aplaudimos cuando ya pasó una semana, esa semana fue muy complicada porque la vida de ellos estaba pendiendo de un hilo”, recordó Evelyn.

En las semanas siguientes a la intervención, Samuel y Ezequiel iban mejorando poco a poco. Sus cuerpos tuvieron que acostumbrarse a vivir independientemente. Los dos pequeños padecieron de intolerancia a la alimentación, por los antibióticos a los que se vieron sometidos durante todo el proceso de la cirugía durante cinco meses, hasta que lograron ingerir el alimento de forma adecuada y subir de peso. Ahora, a través de una sonda, los hermanos se alimentan con una dieta y horario establecido.

Paso a paso con esperanza

El proceso de recuperación no ha sido fácil. Pese a esto, Evelyn y Stallin reconocen que han llevado la situación con mucho optimismo, felices y atentos ante cualquier detalle que implica una mejoría en la salud de sus hijos.

Uno de lo mayores avances de los hermanos, es que ambos toman menos medicamentos y responden a estímulos. En el caso particular de Ezequiel, luego de la cirugía, él padeció de hipertensión. No obstante, sus padres comentan que sobrellevan muy bien este padecimiento, al punto que Ezequiel se ha desprendido de parte del tratamiento médico.

"Han pasado cosas muy buenas, Samuel tira besitos, choca la mano, se esconde...Ellos se esfuerzan mucho por estar en movimiento. La verdad es que son muy fuertes para todo lo que les ha pasado. Están felices todos los días”, contó Evelyn, madre de Samuel y Ezequiel.

Los padres ahora esperan que sus hijos fortalezcan sus movimientos en brazos y piernas. Aunque tienen conciencia que es muy temprano para resolver esas inquietudes, quieren aprovechar que aún están pequeños para estimularlos lo más que sea posible.

“Hemos tratado de adoptar una idea de vivir más en el presente, en el ahora y no preocuparnos por el futuro que hasta ahora es muy incierto lo que pueda pasar. Lo que sabemos es que nosotros vamos a hacer todo lo posible para que ellos estén en la condición más óptima, como llevarlos a terapia y cumplir con las citas e indicaciones”, indicó Stallin, el padre de los pequeños.

Los hermanos pasaron más de dos años y ocho meses acostados. De acuerdo con Evelyn y Stallin, cuando Samuel y Ezequiel fueron sentados por primera vez sufrieron de vértigo. Esta situación ya no ocurre, pero siguen en el periodo que deben acostumbrarse a estos grandes cambios en sus vidas.

Fue poco después de los 5 meses que Evelyn Badilla se enteró que estaba embarazada de siameses. Con la noticia, decidió mudarse con su esposo a San José desde San Vito de Coto Brus.

Karla Richmond

Un milagro de gran proporción

Evelyn y Stallin se manifestaron agradecidos con los doctores y todo el equipo que trabajó para separar a sus hijos en una cirugía que iba en contra de todos los pronósticos internacionales.

“La gran atención de los médicos no la encontramos en los de EEUU. Ellos opinaron que no debían separarse, porque si se separaban se iban a morir. Los dos teníamos mucha fe. El Dr. Segura dijo que era milagro. Samuel, quien tuvo dos derrames, debería estar en estado vegetal”, comentó Evelyn.

En todo este proceso, también participó Francisco, el hijo mayor de 5 años a quien Evelyn y Stallin le reconocen su fortaleza. Sus padres recuerdan que desde que Samuel y Ezequiel llegaron a la casa por primera vez, Francisco nunca preguntó sobre la unión de sus hermanos.

“Desde que llegamos con los bebés, Francisco los vio, les dio un beso y no preguntó nada de por qué estaban pegados. Él es muy independiente, la situación lo ha hecho muy fuerte e inteligente. La relación con él es muy bonita”, afirmó Stallin.

“Nosotros estamos muy agradecidos con el pueblo de Costa Rica...La Caja es la que tiene a nuestros hijos como están ahora y la vasta experiencia de estos médicos, formados por la UCR, no la encontramos ni en los Estados Unidos”.

Actualmente, los hermanos tienen citas todos los viernes de terapia física y casi siempre tres citas de otras especialidades. Conforme pasan los meses, la intensidad de esas revisiones médicas de control disminuyen, pues a Samuel lo ven 14 especialidades y a Ezequiel 17.

Queda pendiente realizar una cirugía a Samuel y Ezequiel de reconstrucción de cráneo. Sin embargo, los neurocirujanos consideran que aún es muy pronto debido a los buenos avances que los hermanos han hecho hasta ahora.

Valeria García Bravo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
valeriamlnb.garcia  @ucrvkas.ac.cr

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