El sociólogo y actual vicerrector de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, M.Sc. Roberto Salom Echeverría recuerda en este día la participación estudiantil en la lucha para evitar que Costa Rica realizara un contrato de explotación de la bauxita en la zona sur con la empresa ALCOA en el año 1970.
“El 24 de abril de 1970 la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó en tercer debate el Contrato Ley con la empresa transnacional Aluminium Company of America (ALCOA). Los debates contaron con la oposición de unos pocos diputados del Partido Liberación Nacional, entre ellos Rodrigo Carazo, Jorge Luis Villanueva y Fernando Volio.
Estos diputados establecieron contacto en la Universidad de Costa Rica, por entonces la única institución de educación superior del país, con estudiantes, docentes y empleados administrativos a quienes informaron permanentemente de los alcances del proyecto y de sus consecuencias nefastas, desde el punto de vista ecológico y político para el país. El Contrato atentaba contra la soberanía del país a costas del patrimonio nacional.
Se trataba de un proyecto de minería a cielo abierto de gran envergadura en la región de San Isidro del General, donde la Compañía se establecería, con toda clase de prerrogativas, por un período prolongado de tiempo. Por el hecho de haberse establecido en este lugar, fueron habitantes de allí los primeros en reaccionar en contra del Contrato.
Los estudiantes por su parte, en el año de 1969, auspiciados por la FEUCR, rindieron un informe al plenario de la Asamblea Legislativa sobre el proyecto de ley, que provocó un gran impacto en la propia Asamblea y en el mundo político e intelectual de la época.
Esos fueron los detonantes inmediatos de un amplísimo movimiento social de estudiantes universitarios y de secundaria, de intelectuales, de jóvenes cristianos con grandes inquietudes sociales, de comunidades y trabajadores que estalló en una revuelta que se prolongó por varias horas, hasta el anochecer de aquel lejano 24 de abril de 1970, en que se aprobó el contrato con ALCOA.
Se trató del inicio de un movimiento social de carácter ecológico y político de gran envergadura y largo aliento, como no se conocía en el país después de la turbulencia de la década de los cuarenta del pasado siglo XX. Este movimiento se alimentó de las célebres luchas estudiantiles de mayo de 1968 en París y Tlatelolco, en México e inspiró y alentó, las luchas campesinas y de trabajadores, así como el surgimiento de diversas organizaciones políticas de izquierda que tuvieron una importante presencia en las luchas socio políticas de nuestro país durante la década de los setenta y siguientes hasta nuestros días”.