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Género, raza y clase mantienen empatada campaña de Estados Unidos

23 sept 2008
Dra. Liesl Haas
La Dra. Liesl Haas afirmó que factores de género, etnicidad y clase están impactando la campaña electoral de Estados Unidos, que por primera vez presentó como candidatos a la presidencia a una mujer y a un hombre afroamericano. (Foto Mónica Bolaños)

Elementos de género, raza, etnicidad y clase influyen de manera decisiva en la actual campaña electoral de los Estados Unidos de norteamérica, sin precedentes en la historia de este país, al punto de que las encuestas revelan un empate entre el candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, y del Partido Republicano, John Mc Cain.

Esta es la principal conclusión de la conferencia “Género, etnicidad y clase en las elecciones de Estados Unidos”, ofrecida en la Universidad de Costa Rica (UCR) por la Dra. Liesl Haas, especialista en género y política y profesora de la Universidad Estatal del estado de California.

La actividad fue organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UCR el pasado 11 de setiembre, al conmemorarse un aniversario más de los atentados suicidas a las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York, y del golpe de Estado al presidente chileno Salvador Allende.

De acuerdo con la analista, becaria Fulbright y quien se encuentra realizando una pasantía en la UCR, las condiciones actuales de Estados Unidos favorecen al candidato demócrata, principalmente porque hay un mayor apoyo de la población a un cambio político, poco respaldo a la guerra en Irak, preocupación por la situación económica del país y baja popularidad del presidente George Bush.

Sin embargo, ambos candidatos están muy parejos en las encuestas, lo que para Haas se explica porque “hay dinámicas de clase, región, raza, etnicidad y género que están impactando la campaña de una manera sin precedentes históricos”.

Lo que está en juego en este momento para alcanzar la presidencia el próximo 4 de noviembre no es el voto popular, sino los votos del Colegio Electoral, instancia en donde se decide la elección. Cada uno de los 50 estados de Estados Unidos tiene un número de votos electorales basados en la cantidad de su población. Hay 538 votos electorales en total y hay que ganar 270 para ser presidente.

Si bien en algunos estados se sabe cuál de los dos partidos es el ganador, hay otros que Haas denominó “estados en juego” (swing states), ya que en estos no hay un panorama político claro y serán los que definirán la elección.

El peso de las diferencias étnicas

La Dra. Hass explicó que en su país las clases sociales están divididas por raza y etnicidad, a diferencia de otros países en donde las diferencias socioeconómicas tienen un peso importante.

La población trabajadora estadounidense no ha podido unirse y formar un movimiento político debido a la diversidad cultural y a las luchas históricas en torno a aspectos de origen étnico. “El sistema electoral hace que sea casi imposible que un nuevo partido que podría representar a los trabajadores participe y tenga influencia”, subrayó la especialista.

Lo anterior significa que las personas más pobres tienden a ser más conservadoras en lo político y votan en contra de sus intereses económicos.

Según la analista, no es casual que el Partido Republicano se haya ganado el apoyo de los sectores populares mediante una estrategia “muy exitosa”, que pone el énfasis en los valores y no en las diferencias de clase, con el argumento de que hablar de clase es inventar un conflicto, es anticristiano y antipatriótico.

Ambiente durante la conferencia
La conferencia “Género, etnicidad y clase en las elecciones de Estados Unidos”, a cargo de la Dra. Haas, se realizó el 11 de setiembre en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR. (Foto Mónica Bolaños)

Ese enfoque en los valores, los cuales se basan en un discurso muy conservador en torno a temas como los derechos reproductivos, la educación sobre la sexualidad, la educación y la ciencia y los derechos de la comunidad gay, se sustenta en la idea de que la sociedad estadounidense está inmersa en una guerra cultural, lo cual ha desplazado a la discusión acerca de la economía.

Si bien la estrategia de la campaña de Obama es relacionar a Mc Cain con Bush y enfatizar en que otro período de los republicanos no cambiará las cosas, los dirigentes demócratas son presentados por sus rivales como intelectuales, pertenecientes a una élite social y personas que se salen de la normalidad.

No obstante, detrás de estos argumentos –a juicio de Hass- lo que existen son prejuicios y estereotipos muy fuertes en la sociedad estadounidense sobre raza y etnicidad, que durante la campaña han sido dirigidos en contra de Barack Obama, dado su origen afroamericano.

“Hay un temor en ciertos sectores de la población de que ciudadanos negros lleguen al poder, demanden cambios en su favor y desplacen ciertos privilegios que han tenido los blancos”, manifestó la conferencista, quien adujo que el factor étnico tiene mucha influencia en la intención de voto.

Durante la campaña también han habido insinuaciones de raza y sexualidad, a raíz del estereotipo que se maneja de que un hombre negro es un agresor sexualmente y un peligro para las mujeres blancas.

Campaña sexista

Las elecciones primarias del Partido Demócrata, en las que se disputaron la candidatura Barack Obama y la senadora Hillary Clinton, estuvieron matizadas por elementos de género.

De acuerdo con la profesora, a pesar de que Clinton era la favorita, Obama ganó con una victoria muy estrecha. Tanto Clinton como sus seguidores acusaron a la prensa y a la campaña de Obama de “sexismo”.

Las imágenes comunes de Clinton en los medios de comunicación eran las de una mujer enojada, despiadada, deshonesta, calculadora, vieja, fea, loca, cansada y latosa, recordó Haas, en contraste con la imagen que ahora se ofrece de Palin, quien aunque no tiene experiencia política es presentada como una madre abnegada, norteamericana típica, eficiente como gobernadora de Alaska y una mujer fuerte, rebelde, deportista y bonita.

Sin duda, acotó la conferencista en la UCR, Palin atraerá a la derecha más conservadora y religiosa e incluso a algunas de las mujeres blancas que quedaron muy decepcionadas ante la derrota de Clinton. “Ella no desafía al sistema y no representa una amenaza para los hombres”, aclaró.

Respecto al voto de los jóvenes y de los inmigrantes latinos, la Dra. Haas aseveró que más del 60% de la población joven apoya a Obama, pero este sector ha estado ausente de la elección desde los años 60.

En cuanto al voto latino, este es sumamente importante para los demócratas, pues hay coincidencia en cuanto a los planteamientos en el campo económico, sin embargo; la mayoría de los latinos se siente muy identificados con el discurso republicano en cuanto a los valores.

Patricia Blanco Picado.
Patricia Blanco Picado.
Periodista Oficina de Divulgación e Información
patricia.bllxrlancopicado  @ucraesq.ac.cr

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