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Huertas urbanas: autoabastecimiento durante la pandemia por el COVID-19
En las zonas urbanas no se requiere contar con un espacio verde para cultivar. Existen formas prácticas y económicas que se pueden implementar.  Laura Rodríguez Rodríguez
La propuesta de cultivar en medio de las ciudades surge como alternativa en un proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) de la UCR
13 may 2020Ciencia y Tecnología

La emergencia ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2 en Costa Rica y el mundo demanda que diferentes sectores de la sociedad se reinventen. Las ciencias agroalimentarias no escapan de esta realidad, pues urge una propuesta de contención para impedir el desabastecimiento de alimentos.

Según un reciente informe presentado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidades (ONU), el mundo se enfrenta a “hambrunas de proporciones bíblicas”. Se calcula que la falta de alimentos podría afectar hasta a 265 millones de personas y que más de 30 países en vías de desarrollo podrían sufrir por esta hambruna generalizada.

Ante este escenario, el proyecto denominado “Trabajo Comunal Universitario TCU 468 Agricultura Orgánica Urbana”, con la colaboración de la ingeniera agrónoma Natalia Zúñiga Serrano, del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA), de la Universidad de Costa Rica (UCR), propone apoyar e informar a las comunidades sobre la importancia de la agricultura orgánica.

Costa Rica posee la ventaja de ser un país tropical y esto permite que se pueda producir y cultivar alimentos durante todo el año. En momentos de crisis, como la que estamos viviendo, se reafirma la necesidad de que una nación produzca sus propios alimentos para así no depender tanto de las importaciones.

Por ejemplo, el 99 % del ajo que consumimos se importa desde China y, justamente, en el 2019 los productores de esta planta en el país, ubicados en Santa Ana y en Llano Grande de Cartago, comenzaron a fomentar el cultivo del ajo criollo, lo dieron a conocer y lo incorporaron en el mercado nacional, señaló Zúñiga.

Una medida inmediata que podemos poner en práctica para cuidar el bienestar de nuestros hogares es el autoabastecimiento de alimentos. La investigadora de la UCR define autoabastecimiento como la capacidad de producir la mayoría de los alimentos que precisa, ya sea una nación o un hogar, de manera que se puedan satisfacer las necesidades alimentarias con productos frescos, como frutas, verduras, cárnicos y sus derivados.

El autoabastecimiento nos permite crear una forma de autonomía, ya sea personal (en nuestras casas) o colectiva (si se produce como país) de nuestros propios alimentos. Claro está que Costa Rica, al ser un país con vocación agrícola, no se encuentra en una situación tan grave como algunas otras naciones.

Una solución pronta y relativamente fácil para solventar esta problemática es producir los alimentos que consumimos por medio de huertas caseras. De esta forma, se podrá tener productos frescos, con muy buen sabor, con una mejor maduración y con destacadas características. Esto significará un ahorro de dinero.

Además de brindarnos la satisfacción de comer lo que producimos en nuestra propia huerta, es una práctica que ayuda a tener una buena salud mental. No solo es divertida y entretenida, sino que también exige explotar la creatividad e incluso es una forma de realizar ejercicio.