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Bailarines comparsa
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La Comparsa UCR recoge las tradiciones populares puntarenenses de esta manifestación cultural
En el 2012, la Sede del Pacífico conformó este grupo como parte de la Etapa de Artes Integradas
7 oct 2019Sociedad

La comparsa es uno de los grupos musicales más populares de Costa Rica, junto con las cimarronas y las orquestas de música tropical. Su principal escenario es el carnaval, donde la música, la danza y la vestimenta son los elementos que animan e involucran a los espectadores a vivir esta fiesta.

En Costa Rica, la música de comparsa ha sido invisibilizada por la cultura oficial, consideran algunos expertos, por tratarse de agrupaciones y de expresiones que tienen su origen en poblaciones marginadas socialmente.

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En Puntarenas, las comparsas han sido una parte muy importante de su expresión artística y una actividad que se hereda de generación en generación. Los niños y niñas crecen escuchando en los barrios porteños el sonido de los tambores y así les nace el deseo de pertenecer a uno de estos grupos. Luego, como adultos, les corresponde transmitir sus conocimientos a los más chicos.

Para aprender y conservar este saber, la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR) impulsó en el 2010 el estudio de los ritmos de origen africano, en especial los ejecutados por las comparsas locales. Esto condujo a la creación, dos años después, de la Comparsa UCR.

Esta agrupación está a cargo del profesor Isaac Morera Montero. Surgió como parte de la sección de percusión afrolatina de la Etapa de Artes Integradas de la Sede del Pacífico, un programa de extensión cultural en la región del Pacífico Central.

En su corta trayectoria, la Comparsa UCR se ha presentado en carnavales y actividades en distintos lugares del país. Su labor cultural fue reconocida en el Carnaval de Palmares (Alajuela) en el 2017.

La Comparsa UCR es una escuela en donde se enseñan los ritmos de percusión de origen africano y se recoge la tradición musical y cultural de los barrios de Puntarenas.  Karla Richmond

“Durante sus cinco años de existencia, la comparsa ha servido para conectar a la comunidad y a la academia. Nos hemos dado a conocer en distintas partes del país y hemos logrado el intercambio cultural de manifestaciones que suelen ser marginadas”, resaltó Morera.

Los tambores: alma de la comparsa

En un ensayo del profesor de música de la Sede del Pacífico, Mario Solera Salas, este afirma que la comparsa en un espectáculo compuesto por canto, música, danza, escenografía y vestimenta.

En Costa Rica, esta manifestación cultural se compone de un cuerpo de músicos que ejecuta instrumentos de percusión (la mayoría de procedencia africana) y un cuerpo de baile, todos ataviados con ropas de colores vivos, adornadas con lentejuelas, plumas y sombreros, detalla el académico.

Para Morera, percusionista de formación, el alma de una comparsa son los tambores. Hay diferentes tipos de tambores, que desempeñan distintas funciones, desde las más simples hasta las más complejas.

Una comparsa es como “un cardumen de atunes, todos van para el mismo lado y al mismo tiempo, enfocados en una misma cosa”, dijo.

Entre los tambores hay zurdos, tumbas, tumbadoras y timbaletas. También se han incorporado otros instrumentos como las campanas, güiros, agogôs, membranófonos y caracoles, así como el redoblante y el bombo, de influencia militar.

Según expresó José Chepe Moya, un maestro de las comparsas en Puntarenas con más de 35 años de experiencia, las comparsas han evolucionado. "Cada vez metemos un instrumento nuevo. Antes era un bombo, una timbaleta y un redoblante. Ahora es un zurdo, caixa malacacheta, repique, timbao. Toda esa mezcla de sonidos vale, esos instrumentos se hicieron necesarios”, apuntó.

Las comparsas del país se nutren de diferentes ritmos de origen africano de los países latinoamericanos que comparten una historia de esclavitud negra. Karla Richmond

En la organización de una comparsa participan, además de un líder general del grupo, una persona encargada de cada fila de tambores, que introduce las variantes de la música y está atenta ante cualquier error de los integrantes.

Al mismo tiempo, ocurre otra dinámica con los bailarines, que deben ejecutar una coreografía. El baile tiene que ir en coordinación con la música y constituye no solamente una atracción visual, sino que también incentiva e invita a la gente a que participe del carnaval.

“Los bailarines proyectamos la alegría y la energía que todos tenemos por medio del movimiento”, consideró Kendy Corrales Rodríguez, bailarina de la Comparsa y estudiante de la UCR.

Investigar y experimentar

La Comparsa de la UCR es un espacio para investigar y experimentar ritmos de origen africano. El objetivo es que funcione como una escuela formadora de músicos y músicas.

En palabras de Morera es “como un laboratorio experimental, nos sirve para investigar y como taller de ensamblaje de ritmos, ya que hacemos adaptaciones”.

Por lo anterior, este grupo nació basado en la tradición de los barrios puntarenenses, donde existe una gran cantidad de comparsas, con diferentes variaciones, no solo a nivel musical y de percusión, sino también en cuanto al baile.

Para Moya, la UCR ha dado un importante aporte a la cultura musical costarricense, al revalorar la música de comparsa y estudiar los ritmos puntarenenses con el fin de preservarlos, como el "café con pan", una melodía que sus antepasados importaron de Panamá.

Alejandra Bolaños es una de las pocas integrantes femeninas en el cuerpo de músicos de la Comparsa de la Universidad de Costa Rica. Tradicionalmente, los músicos de las comparsas son en su mayoría hombres.

“Pasamos de ser artistas de música popular, de andar a pata pelada, a andar con corbatín. Esto gracias a la UCR, que nos ha reconocido como artistas y nos ha dado un nombre, un lugar. Yo me siento agradecido”, expresó Moya, quien introdujo el ritmo de samba brasileña al país.

Moya y sus alumnos han llevado su conocimiento y experiencia a la Comparsa de la UCR y, al mismo tiempo, se han beneficiado de esta relación recíproca.

Así lo expresó Roosevelt Moya Aguirre, con tres años de pertenecer al grupo: "en Puntarenas todas las comparsas tratan de imitar a mi tío Chepe Moya con los ritmos de samba. Sin embargo, al no estudiarlos terminan haciendo otra cosa. La UCR recoge la mejor elección para enfocar el ritmo y el baile comparseros”.

Participación femenina

El único requisito para ingresar a la Comparsa de la UCR es “tener ganas de trabajar y de aprender”, según Morera. No importa si las personas que lo integran son estudiantes de la UCR o miembros de la comunidad puntarenense. Tampoco hay restricciones en cuanto a la edad o género, pueden ser niños, niñas, mujeres o adultos mayores.

Igualmente, hay oportunidades para quienes tienen que empezar desde el principio o para los más avanzados.

Uno de los integrantes más antiguos es Josué Rugama, un comparsero experimentado. “Yo soy un músico empírico. Llegué a la UCR a una edad muy avanzada, si yo hubiera sabido que existía la Etapa Básica de Música hubiera venido antes y quién sabe dónde estaría hoy. Ahora todo lo que aprendo lo transmito, no me guardo nada. Aquí he aprendido a leer música. En mi casa doy clases de percusión a niños, es muy importante para mí dejar herencias. Yo los preparo para que algún día ellos también entren aquí”, reveló.

La participación de las mujeres en el cuerpo de músicos de la Comparsa ha sido escasa. En cambio, el baile es una manifestación casi siempre liderada por las mujeres.

“En lo que tengo de estar aquí he visto en la parte de percusión a cuatro o cinco mujeres nada más. Eso viene de algo más allá de que la comparsa sea o no excluyente, es algo que tenemos desde pequeñas. Cuando yo estaba en la escuela, en un momento de mi vida dije que quería tocar un bombo, pero de ahí no pasó, porque socialmente no era aceptado que las mujeres tocáramos bombo. Entonces es algo que viene desde antes y cuando ya tenemos 20 años es difícil dar el paso”, expresó la única integrante femenina de la Comparsa, Alejandra Bolaños.

La presencia de las mujeres percusionistas en la Comparsa es aplaudida por Moya. “Para mí ha sido muy especial venir a la UCR y encontrar músicas, porque eso que anduve buscando toda una vida lo encontré aquí. En otros países hay grupos de samba y de candomblé de solo mujeres”, manifestó.