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Inisa-UCR

La lactancia materna es una aliada poderosa contra la depresión posparto y la ansiedad

La ciencia indica que la lactancia ayuda a regular el estrés, estabilizar el ánimo y mejorar la respuesta inmunitaria de la madre y el bebé
12 nov 2025Salud
lactancia materna

La lactancia materna ayuda a la madre a liberar oxitocina, una hormona que favorece la calma, fortalece el vínculo afectivo y reduce el riesgo de depresión posparto.

Foto: Anel Kenjekeeva.

Cuando una madre se dispone a alimentar a su bebé, inmediatamente ocurre algo más que un acto de nutrición. Se da vida a un vínculo que protege, calma y construye, tanto para ella como para el infante. Esto es la lactancia materna.

La lactancia materna es un proceso biológico que, más allá de proporcionar sus reconocidos beneficios nutricionales, es también una acción con grandes beneficios emocionales y psicológicos.

Así lo recordó la psicóloga clínica y perinatal Natalia Chinchilla Calderón, durante la novena jornada de promoción de la lactancia materna organizada por el Proyecto Prolamanco, del Instituto de Investigaciones en Salud, de la Universidad de Costa Rica (UCR).

En su conferencia “Lo que realmente necesitamos las madres en lactancia: implicaciones del apoyo psicosocial y su impacto en la salud integral de la díada mamá-bebé”, la especialista explicó que amamantar no es solo alimentar, es también cuidar la mente y generar satisfacción. La evidencia científica lo respalda.

Desde la psicología perinatal —ciencia que estudia los cambios mentales y emocionales que atraviesan las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto— se ha visto cómo la lactancia activa en el cerebro de la madre circuitos de apego, seguridad y placer que fortalecen la relación con el bebé.

“La lactancia es una forma de relación. En ella se construye el apego, se regula el estrés, se estabiliza el ánimo y se mejora la respuesta inmunitaria de madre e hijo”, explicó Chinchilla.

¿Y por qué ocurre esto? Por las hormonas como la oxitocina y la prolactina. La oxitocina se encarga de hacer bajar la leche y, al mismo tiempo, brinda una sensación de bienestar que reduce la depresión posparto, el estrés y la ansiedad. Por algo, a nivel coloquial se le conoce como la hormona del amor.

Por su parte, la prolactina tiene como función incentivar la producción de leche y, a nivel emocional, promueve la calma. Ambas hormonas, tanto la oxitocina como la prolactina, estimulan la producción de leche y actúan como antídotos naturales contra la ansiedad, el miedo y la tristeza.

“En la lactogénesis, la prolactina y la oxitocina son vitales. La oxitocina va a actuar sobre los circuitos cerebrales relacionados con el vínculo y apego, y disminuir la hiperactividad del sistema nervioso central. O sea, la oxitocina va a generar efectos antiestrés y, además, apoyar la lactancia materna”, explicó la especialista.

Por supuesto, hay varios estudios científicos que sustentan lo manifestado por la Dra. Chinchilla. Uno de ellos es el divulgado en el 2023 por la Revista chilena de obstetricia y ginecología, el cual indica que la prolactina ejerce influencia a nivel emocional y conductual en la díada madre-bebé.

“Por ejemplo, los niveles elevados de prolactina se han asociado a cuidados parentales de mayor calidad y a un efecto ansiolítico en la madre (en ciertos niveles)”, cita el estudio.

Otra investigación publicada en el 2023, por la Revista Cureus de Ciencias Médicas, expone que, en efecto, el impacto positivo de la lactancia materna en la salud mental de la madre es significativo, ya que se ha demostrado que reduce el riesgo de depresión posparto y ansiedad, justamente, por las hormonas como la oxitocina.

Madre con su bebé

La lactancia materna fortalece el vínculo afectivo entre madre e hija, mientras brinda al bebé defensas naturales que lo protegen de enfermedades desde sus primeros meses de vida.

Foto: Anel Kenjekeeva.

Un acto que necesita apoyo

Para obtener todos esos beneficios, se necesita tener las condiciones, aseguró Chinchilla.

Cuando una madre amamanta en un ambiente seguro, querido y acompañado, su cerebro libera estas sustancias que le permiten sentirse tranquila y conectada, mencionó la psicóloga. Este estado es el que, precisamente, le permite generar la leche materna y gozar de sus beneficios.

No obstante, en casos de estrés, juicios o soledad, el cuerpo de la madre puede responder con tensión, lo que ocasiona una disminución en la liberación de oxitocina y prolactina. Esto afecta, e incluso inhibe, la producción de leche materna. Para la psicóloga, esta situación es trascendental, especialmente, en el posparto.

Luego de dar a luz, muchas mujeres inician una etapa de alta vulnerabilidad emocional debido al ajuste hormonal propio de este momento o del postparto.  Es en esta fase llamada “transparencia psíquica”, cuando las mujeres son más sensibles a las emociones propias y ajenas.

Así, sin redes de apoyo, las madres pueden experimentar sentimientos de culpa, frustración o tristeza profunda, capaces de afectar la salud y el bienestar de  la madre y su bebé, así como a la familia y a la sociedad.

Como ya lo ha dicho en varias ocasiones la Dra. Lilliam Marín Arias, especialista en lactancia materna y salud materno-infantil, así como investigadora del Inisa-UCR y responsable del Proyecto Prolamanco, si un bebé no recibe lactancia exclusiva en los primeros seis meses, es más propenso a enfermarse con mayor frecuencia. Esta situación puede incidir en el desarrollo físico y emocional del menor, lo cual termina por afectar a la sociedad, pues incrementa la carga sobre los sistemas de salud y limita el potencial de desarrollo humano.

“Muchas madres se cuestionan si están haciendo las cosas bien. Algunas sienten arrepentimiento, miedo o enojo. Si no hay acompañamiento adecuado, esas emociones pueden transformarse en trastornos de salud mental como depresión, ansiedad o estrés postraumático”, advirtió la Dra. Chinchilla.

Por eso, el apoyo psicosocial —desde la pareja, la familia, las amistades y los servicios de salud— es esencial para garantizar el bienestar de la madre y el bebé. Los círculos de lactancia, los grupos de pares y el acompañamiento profesional ayudan a validar las emociones y fortalecer la autoconfianza.

Lactancia materna

Amamantar no solo nutre al bebé, también brinda bienestar emocional a la madre, al promover sentimientos de amor, seguridad y plenitud que fortalecen su salud mental.

Foto: Anel Kenjekeeva.

El proyecto Prolamanco (Promoción de la lactancia materna y la alimentación del niño y la niña menor de un año en la comunidad) es una iniciativa de extensión docente de la UCR impulsada por el Instituto de Investigaciones en Salud (Inisa).

Su objetivo es fortalecer la lactancia materna, la alimentación adecuada y el desarrollo temprano en los niños y niñas menores de un año en Costa Rica.

¡Amamantar en tribu!

Cada historia de lactancia es distinta. Algunas madres enfrentan partos complicados, bebés hospitalizados o condiciones de salud que dificultan el amamantamiento.

Otras, en cambio, deben volver al trabajo antes de los seis meses de posparto o viven en contextos de pobreza, migración o violencia.

Por eso, para la Dra. Chinchilla, es necesario no juzgar a quien no logra sostener la lactancia materna exclusiva. “El fracaso no es de la madre, sino del sistema que no brinda las condiciones necesarias”, subrayó la experta.

Entre esas condiciones están la falta de apoyo familiar, las licencias de maternidad cortas, la falta de espacios adecuados, el incumplimiento de normativa y la carencia de políticas de salud mental.

Estos son obstáculos que deben cambiarse para construir sistemas de apoyo sostenibles. Entonces, ¿qué hacer? La experta aseguró que lo que sigue es incentivar una cultura de empatía más robusta hacia las madres.

Dicha cultura de empatía debe incluir a las parejas, las familias y las comunidades en la educación sobre la importancia de la lactancia, su duración y mejora el bienestar de todos los involucrados. “Las madres necesitan sentirse vistas, escuchadas y comprendidas. Necesitan tribu”, manifestó la Dra. Chinchilla.

Por el momento, y mientras la sociedad construye entornos o cumple la normativa de protección de la lactancia materna, el llamado es a abrazar sin juzgar, a entender que maternar no es un camino solitario y que la salud emocional de la madre es también la del bebé. Aquí, solo se debe aprender una lección: cuando una madre se siente bien, su hijo o hija y la sociedad también lo estará.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional
Áreas de Cobertura: Ciencias de la Salud, Administración Superior
jenniffer.jiqbynmenezcordoba  @ucralmz.ac.cr

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