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Docente de la Escuela de Artes Dramáticas

Mariela Richmond fue galardonada con el Premio Nacional de Teatro por su trabajo en la obra 'Inimicus'

En la categoría de Diseño
13 feb 2021Vida UCR

Mariela Richmond señaló la importancia que tuvieron los espacios independientes, por el apoyo que han dado a los artistas durante la pandemia. Laura Rodríguez Rodríguez

Mariela Richmond es docente de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica. A finales de enero, recibió la noticia de haber sido galardonada con el Premio Nacional de Teatro Ricardo Fernández en la categoría de Diseño, por su trabajo en la obra Inimicus.

Según el acta del jurado, que estuvo conformado por Gabrio Zappelli Cerri, Haydée Rebeca Montero Pineda y Anselmo Navarro Prados, el reconocimiento se da por la iniciativa y el coraje de las y los creadores teatrales de salvaguardar los valores de la profesión, sostener en tiempo de pandemia una actividad artística pese a todos los impedimentos provocados por la emergencia y buscar nuevas posibilidades artísticas, a menudo experimentales.

Inimicus, que significa "enemigos" en latín, es un proyecto que estuvo a cargo de Gabriel Romero (actor), Esteban Ortiz (bailarín) y Mariela Richmond. Los tres se unieron para presentar la propuesta en la convocatoria Quién nos abraza, que hizo el espacio independiente Satisfactory.

Aunque por su formación y parte del trabajo que realizó en la obra, Richmond es la que recibe el premio, ella considera que el diseño no fue solo suyo, sino que se elaboró en conjunto entre los tres integrantes.

“Todo se fue alimentando con los distintos lenguajes creativos de los tres, nos fuimos pidiendo prestadas metodologías. A mí me tocó coordinar el diseño integral, poder verlos a ellos a la distancia y elaborar diseños básicos de vestuario, trabajar los videos que se presentan en el espectáculo, trabajar con los objetos específicos y dirigir el color. En este caso, como yo estoy dentro y fuera de la obra, y estoy colocando mi cuerpo como herramienta del lenguaje, esto me parece muy interesante. A veces se suele pensar que una diseñadora se queda lejos del proceso, pero aquí estoy dentro y fuera, porque me interesaba decir cosas que me estaban pasando en este período”.

Para ella, el premio les da la posibilidad de visibilizar un proyecto de mediana escala, que por las circunstancias de la pandemia no pudo ser visto por mucha gente. Por eso, espera que este año, en algún momento, se pueda realizar una temporada de presentaciones.

“Espero que el premio ayude a reconocer el trabajo que hicimos de manera autónoma. Personalmente, es importante que se dé un premio a una diseñadora que puede pensar desde el cuerpo y que puede tener un diseño autoral, porque puedo generar la dramaturgia y las ideas desde mis necesidades corporales de pensamiento y reflexión. Inimicus es una pieza que apoya el espacio del gremio independiente y de la hibridación de lenguajes”.

En un inicio, explica Richmond, la construcción de la obra se dio como cuando se tiene un nudo en la garganta, porque estaban pasando muchas situaciones durante la pandemia temprana, las cuales no se sabía cómo explicar.


Inimicus surgió de las experiencias que los tres integrantes del grupo tuvieron durante la situación de encierro y distanciamiento físico. Especialmente se concentraron en el tema de los sueños, pues los tres tenían problemas para dormir. Laura Rodríguez Rodríguez

“A todo el mundo lo descolocaron, se cancelaron muchas actividades, había que replantearse qué significa hacer teatro sin el contacto físico. Para mí, fue un momento en donde tuve una célula de trabajo con mis otros compañeros, preguntaba eso que a veces se deja para una misma, se hacían colectivas esas preguntas, para después ver cómo lo traducíamos a un proceso creativo”.

Richmond señaló que Inimicus es una relación del enemigo, realidad-ficción que siempre está ahí como un fantasma en este período de confinamiento.

El grupo empezó a trabajar a partir de lo que les estaba pasando a sus cuerpos y de las interrogantes que tenían. Especialmente se concentraron en el tema de los sueños, pues los tres tenían problemas para dormir, debido a la situación de encierro y distanciamiento físico que se estaba viviendo.

Por tanto, investigaron sobre el lenguaje onírico y comenzaron un proceso exploratorio, cada uno desde su disciplina y su lenguaje creativo, utilizando objetos como sábanas y almohadas. Desde ese universo de los sueños, crearon una ficción donde eran una banda musical.

Primero, trabajaron todo desde los canales virtuales. Luego, se vieron una vez al mes para traducir al movimiento corporal lo que ya tenían avanzado. Y, finalmente, ensayaron en el espacio donde se presentó la obra.

Entre los principales aspectos de todo este proceso de creación escénica, destaca el trabajo en red y la colaboración, así como la importancia de los espacios independientes.

“Es vital agradecerles a estos espacios que tomaron la batuta, que generaron posibilidades de flexibilizar los recursos que había. El Estado, en este proceso de pandemia, tiene que hacer una gran vuelta administrativa para tomar esos recursos. En cambio, el sector independiente se puede mover más fácil por las obvias características de gestión que tiene. Como artistas tenemos que aprovechar esas oportunidades y no quedarnos viendo a ver cómo lo hacemos, más bien pensar y hacer al mismo tiempo”, concluyó.

En la UCR, Mariela Richmond también se desempeña como coordinadora del colectivo la EFE, del área de Prácticas Artísticas, e imparte clases en la Sede Interuniversitaria de Alajuela.

Andrea Marín Castro
Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Áreas de cobertura: administración universitaria y artes
andrea.maizezrincastro  @ucriits.ac.cr