El premio Aportes al mejoramiento de la calidad de vida este año destacó la labor de dos universitarios, uno de ellos el químico de la Universidad de Costa Rica Dr. Ronald Arrieta Calvo, precursor del manejo de desechos y de su aprovechamiento ecológico en el municipio de Juan Viñas.
Para Arrieta, el premio significa un reconocimiento al esfuerzo de una comunidad por hacer las cosas bien. En su mensaje de agradecimiento, se refirió a la responsabilidad del ser humano “sobre los embates de la naturaleza y la destrucción del medio ambiente”.
El Dr. Arrieta es responsable del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Apoyo a la gestión ambiental local” (TC-71), mediante el cual asesora y capacita a grupos comunales y a municipalidades en la planificación, diseño, realización y seguimiento de proyectos tendientes al mejoramiento de las condiciones ambientales.
El otro reconocimiento en la misma categoría fue para el Dr. Shyam Nandwani Pahuja, un físico jubilado de la Universidad Nacional, por su trayectoria en la promoción del uso de la energía solar a nivel doméstico y empresarial, mediante capacitación y diseño de hornos solares.
Nandwani no pudo recibir personalmente el premio debido a complicaciones en su salud. Sin embargo, sus familiares lo recibieron y leyeron un sentido mensaje de agradecimiento que puso al público a pensar: ¿quién es una persona feliz?, ¿qué significa calidad de vida?, ¿qué relación tienen la felicidad, la calidad de vida y la solidaridad?
Por otra parte, por su acompañamiento integral a las víctimas de delitos, en particular de las víctimas de violencia doméstica, la Oficina de Atención y Protección a la Víctima del Delito del Ministerio Público recibió el reconocimiento en la categoría Entidad pública.
La Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca R.L.) recibió el premio en la categoría Entidad privada, por implementar programas de desarrollo en el área ambiental en la Zona Norte del país; mientras, en la categoría Organización de la sociedad civil, el premio fue para la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO) por su defensa, apoyo y orientación en cuanto a los derechos de las personas adultas mayores.
Los premios fueron entregado el viernes 30 de octubre en el Instituto Tecnológico de Costa Rica a personas y organizaciones que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de sus semejantes, por medio de actividades económicas, sociales, ambientales y productivas.
La Defensoría de los Habitantes también entregó reconocimientos especiales a la empresa comercial El Gallo más Gallo, por su programa de recolección de residuos eléctricos y electrónicos, y a la Asociación Inclusiva Laboral de Personas con Discapacidad de Pérez Zeledón, por proteger y promover los derechos humanos de esta población.
Asimismo, la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR entregó un reconocimiento a la innovación a la Fundación Desarrollo Humano Vital (DEHVI), por el estudio, la investigación y la validación de programas integrales para mejores prácticas de desarrollo infantil temprano.
En la organización de este premio participan, cada año, estudiantes que desarrollan su Trabajo Comunal Universitario, inscritos en el proyecto TC-487 “Estrategias interdisciplinarias para el fortalecimiento de la gestión de actores sociales”. Ellas y ellos realizan diversos procesos para analizar el impacto que desarrollan las personas y los proyectos candidatos en beneficio de la población nacional.
Para Julieth Quesada Solís, estudiante de Ingeniería Industrial inscrita en el TC-487, participar en el proyecto fue una forma de apoyar procesos y sensibilizarse en torno a realidades distintas. “Me encantó visitar las candidaturas. Es muy diferente leer sobre realidades en un papel a tener contacto directo con la gente” Añadió que “uno como estudiante vive como en una burbujita y no se da cuenta de muchas cosas. Fue muy bonito ver con mis propios ojos la realidad de otras personas y las transformaciones que se pueden lograr y apoyar los proyectos me sensibilizó mucho”.
El premio nació en 1992 como iniciativa de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR. En 1995, fue asumido por la Defensoría de los Habitantes y el Consejo Nacional de Rectores.