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Néstor Ponce narra la experiencia de un taller sobre la memoria del 68

7 jul 2011Artes y Letras
Dr. Néstor Ponce
Dr. Néstor Ponce "la investigación aplicada permite el trabajo en memoria, se debe reconstruir, romper las barreras del silencio" (foto Jorge Carvajal).

Escudriñar en la memoria de los pueblos es el trabajo del investigador Dr. Néstor Ponce, quien visitó por primera vez Costa Rica y ofreció la conferencia La Memoria del 68, en la Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica, en la que dio a conocer los resultados de un taller literario que desarrolló recientemente con jóvenes en la Ciudad de México para recordar la masacre de Tlatelolco.  

La investigación del Dr. Ponce se centró en un hecho clave en el México del siglo veinte: el  movimiento estudiantil que reclamaba una reforma institucional y educativa, movimiento que fue silenciado con la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre 1968. Una masacre que ejemplifica las políticas de represión existentes en la época en diferentes países de América Latina, añadió el investigador.

Precisamente con este hecho histórico como sustento, el Dr. Ponce, científico social y escritor desarrolló el taller literario de una semana gracias al apoyo del Instituto de Investigaciones de la Juventud, de la UNAM de  México y del grupo no gubernamental El Circo Volador (organización que  trabaja con jóvenes de barrios desfavorecidos en el DF para integrarlos en proyectos culturales para romper con una línea de exclusión social).

Este taller reunió un grupo de jóvenes del Circo Volador para tratar de encontrar una cultura común de reconocimiento entre ellos, a través de la memoria. El taller se centró en  el año de 1968 pues el Dr. Ponce considera que fue  un período determinante  a todo nivel para las sociedades alrededor del mundo.

Conferencia La memoria del 68
Un público joven, en su mayoría estudiantes de la Facultad de Letras, mostró interés en el tema de la conferencia del Dr. Ponce “La memoria del 68 y una experiencia cultural en revistas” (foto Jorge Carvajal).

La experiencia inició el primer día con una visita del grupo de  jóvenes y el Dr. Ponce  a la Plaza de las Tres Culturas, en México DF. Durante el recorrido relataban  anécdotas sobre lo ocurrido allí en el 68 e intercambiaban dudas y reflexiones sobre la masacre y los hechos  anteriores a ella. La visita estuvo guiada por un periodista,  ex dirigente estudiantil del 68.

Luego de la visita, ya en el taller, a lo largo de 5 días y en medio de un ambiente muy participativo, los jóvenes se reunían para intercambiar sus impresiones subjetivas sobre el recorrido por la plaza. Con este ejercicio de oralidad, aseguró el investigador, se ligaba la historia colectiva con la historia individual y se posibilitó una transferencia que hizo que cada joven  estuviera implicado, pues para que haya memoria debe haber un espacio y un tiempo.

Sus impresiones subjetivas sobre la visita, cómo lo vivió cada joven, les permitió ligar la historia colectiva con la historia personal, pues siempre alguien de las familias o cercano a ellas había escuchado o vivido algo en relación con la masacre de Tlatelolco. Para escribir, enfatizó el Dr. Ponce, hay que estar implicado y recoger ciertos sentimientos. Por eso durante los días de trabajo en el taller los jóvenes intercambiaron opiniones, escribieron textos y lograron en conjunto escribir un poema sobre la masacre.

Otro ejercicio de oralidad en el taller fue crear una tarjeta postal, en la cual un niño de 12 años le contaba a otro niño que desconocía los hechos,  todo lo sucedido en Tlatelolco aquel 2 de octubre del 68. Este ejercicio, explicó el Dr. Ponce,  permitió  a cada uno de los jóvenes ver el hecho desde otra perspectiva, ponerse en la posición del otro.

Escritor y docente
El Dr. Ponce es, además de investigador y docente de la L`Universite de Haute Bretagne, Rennes II de Francia, un prolífico escritor especializado en narrativa (foto Jorge Carvajal).

Un ejercicio final fue la redacción de tres crónicas periodísticas sobre la masacre de Tlatelolco: una crónica oficial del gobierno, otra crónica en la que se narrara la verdad de lo sucedido, y una crónica final  de un diálogo entre un militante del 68 y un opresor.

Los textos creados por los jóvenes, las fotografías tomadas y seleccionadas, el intercambio de opiniones durante los cinco días del taller dieron como fruto un blog con el nombre “Testimonios de la mirada desde abajo” y una revista electrónica titulada por los jóvenes del taller “Caravana de ideas”  para colgar en la página web de El Circo Volador.

Como reflexión final en torno a este taller de investigación aplicada de trabajo en memoria, el Dr. Ponce concluyó que “aunar la reflexión académica con una aplicación poco común como esta, es de gran utilidad como experiencia cultural para los jóvenes”.

1968 un año para hacer memoria

El 68 fue un año particularmente especial, afirmó el Dr. Ponce, caracterizado por un movimiento contestatario que trasciende el marco del 68 y se prolonga en los años siguientes. Movimientos sociales espontáneos de grupos de jóvenes distinguen al 68: la protesta contra la guerra en Vietnam, el movimiento hippie, el movimiento feminista, mayo 68 en Francia; movimientos contestatarios en Japón, Argentina, Yugoslavia, Checoslovaquia (hoy República Checa) y Cuba.

En 1968 despunta la teología de la liberación por parte de la iglesia católica latinoamericana (corriente teológica que nació en Iberoamérica tras el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, Colombia); gustos estéticos compartidos por diferentes sociedades en cuanto a música, apariencia física, formas de vestir y otras manifestaciones culturales; entre muchos movimientos sociales de jóvenes contestatarios que trascendieron el 68 a nivel mundial.

Los jóvenes del 68, exaltó el Dr. Ponce,  tuvieron un protagonismo social, político, cultural,  ideológico en el mundo entero. Fue un año clave en el movimiento de contestación  de jóvenes con una actitud hacia la libertad, la justicia, la paz;  todo ello se cristalizó en  una  crítica hacia  las instituciones políticas y sociales, lo que se conoce como movimiento de  la Contracultura: expresarse en la calle ocupando el espacio público,  porque se le discute el poder al poder, estar presente en la calle y protestar. 
María Encarnación Peña Bonilla
Periodista Oficina de Divulgación e Información.
Destacada en: educación y estudios generales
prensyjcea.odi  @ucrubdh.ac.cr

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