Universidad de Costa Rica
La Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica es liderada a partir del mes de diciembre por un nuevo grupo de jóvenes encabezado en la presidencia por Mariano Salas, Sofía Cortés como representante ante el Consejo Universitario y Mauro Trigueros quien ocupa el puesto de secretario de Comunicación.
Mariano Salas Naranjo, estudiante de Ciencias Políticas y Derecho plantea un cambio radical en la forma de hacer política que ha manejado la Federación en los últimos años, anteponiendo el diálogo y recordando que el directorio de la FEUCR se debe a los estudiantes.
“Comienza una nueva época dentro del Movimiento Estudiantil que aspira a ser más abierto a la crítica, más propositivo, a rendir cuentas e informar al estudiante para que se sienta más cerca y con mayor libertad para expresar sus demandas y sus apoyos” comentó Salas respecto al traspaso de poderes.
El partido Progre llegó al directorio federativo tras ganar las elecciones el 5 de noviembre en una segunda vuelta contra la coalición Iniciativa, con un 60.24% de los votos. Quince días antes también había liderado la intención de voto en la primera ronda con un 33.41%.
Punto y aparte
Según representantes del nuevo directorio de la FEUCR, este ente pretende manejar un discurso y una agenda diferente a sus antecesoras, y se proponen realizar un análisis de la gestión en años pasados en todos los niveles.
“Se realizará una auditoría interna a la FEUCR, sobre todo al directorio, para conocer los movimientos de recursos al menos del último año y hacer públicos sus resultados a las y los estudiantes, como debe ser” explicó Salas.
Otras medidas que ya se tomaron incluye la reincorporación de la FEUCR al Consejo Nacional de Federaciones Estudiantiles (Conafe), del cual llevaba años sin ser parte, en un intento por fortalecer vínculos con las demás Federaciones Estudiantiles del país.
Una de las medidas que se tomará este año para recuperar el espíritu de trabajo pro-estudiante será poner sobre la mesa de negociaciones la ampliación de los horarios de las bibliotecas y centros de estudio, para dar espacios físicos institucionales que permitan el desarrollo académico a cualquier hora.