Ganaderos concursan por ganado de calidad UCR

Cada animal fue presentado a los ganaderos con datos sobre su raza, edad, madre, padre y peso. En el caso de las vacas también se brindaron datos sobre la capacidad de producción de leche (foto Laura Rodríguez). 

¿Quién da más? Pregunta el subastador y en pocos segundos se levantan cinco, diez o más manos. Son ganaderos y criadores dispuestos a pagar el precio tope por uno de los catorce animales de la raza Girolando y Brangus que subastó la Unidad de Reproducción Animal (URA) el sábado anterior en la Finca los Diamantes en Guápiles, cantón de Pococí.

“Esta no es una subasta comercial”  explicó a los asistente el director de la Escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica M.Sc. Carlos Arroyo Oquendo. Por eso, el animal no se lo lleva la persona que tenga más dinero, sino que se rifa entre todos aquellos que estén dispuestos a dar el precio tope.

Aunque el valor de estos animales para la reproducción es superior al ganado para carne, el precio base se determinó a partir del precio de subastas comerciales para carne en ¢1.300 por kilo y el precio tope en un 10% más sobre la base. Es decir, que se subastó “ganado de primera a precio de carne”, lo cual favorece mucho a los ganaderos, según detalló Arroyo.

Los ganaderos participaron varias veces con la esperanza de salir favorecidos en la rifa y así llevarse un animal de excelente calidad a un precio accesible (foto Laura Rodríguez). 

Los primeros subastados fueron cinco toros de la raza Girolando a ¢745.000, ¢642.000, ¢609.000, ¢542.000 y el más grande en ¢1.330.000. Cuatro son hijos de Chino, un toro reconocido por su gran capacidad de reproducción, y de vacas que son producto del Proyecto de Transferencia de Embriones de la URA, cuyos padres también han sido animales élite. 

Cuestión de suerte

Entre los asistentes a la subasta hubo unas 70 personas entre ganaderos, criadores y empresarios de gran trayectoria y también pequeños productores y emprendedores que dan sus primeros pasos en el mundo ganadero. Las oportunidades de llevarse un animal de excelente calidad para la reproducción que pueda mejorar su hato fueron las mismas para los 37 que se inscribieron como compradores y compradoras.

Todas las personas favorecidas por la suerte, que adquirieron un animal en esta subasta, tienen el compromiso de no venderlos y quedan ligados a la Unidad de Reproducción Animal que les dará seguimiento. Los toros se entregaron con el examen andrológico realizado por los doctores Daniel Carballo y Guido Carballo, el cual certifica su capacidad reproductiva.

Parceleras del Asentamiento El Zota del Porvenir de Ticabán del cantón de Pococí tienen sus pequeñas fincas para la producción de leche y carne y participaron por primera vez en una subasta. Ana Corrales (segunda de izquierda a derecha) se fue muy complacida porque pudo adquirir una novilla F1 de la raza Girolando (foto Laura Rodríguez). 

Al final de la jornada sólo algunos favorecidos tuvieron la suerte de llevarse a su finca alguno de los toros, vacas y novillas que se subastaron. Otros aprovecharon para adquirir embriones de las razas Brangus  y Girolando a precios tope de $150 cada uno, de los cuales se subastaron 13. La mayoría regresó a sus fincas con las manos vacías y la esperanza de tener más suerte el próximo año.

Gran demanda

El M.Sc. Arroyo reconoció que aunque la demanda de los ganaderos es muy grande, disponen de muy pocos animales para la subasta, pues el proyecto tiene limitaciones de espacio dentro de la Finca Los Diamantes, por lo que se han hecho diversas gestiones ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) para contar con 50 hectáreas más.

El director de la Escuela de Zootecnia además aclaró que los ingresos por la venta de los animales se gestionan a través de la Fundación UCR y son reinvertidos en el proyecto para continuar con el mejoramiento genético de algunas razas de ganado y ponerlas a disposición de más y más ganaderos. 

Algunos ganaderos llegaron preparados con sus camiones para llevarse los animales que lograron adquirir en la subasta que se realizó en la finca Los Diamantes, en Guápiles (foto Laura Rodríguez).

Desde el 2010, através del Programa de Reproducción de Embriones, la Unidad de Reprodución Animal (URA) de la Escuela de Zootecnia ha beneficiado de forma directa a más de 100 familias ganaderas, principalmente de la zona Atlántica.

En esta ocasión los que sí tuvieron la suerte de llevarse un animal fueron: Manuel Cruz Matamoros; Finca La Esperanza; La Esperanza, Cariari; Leonel Guzmán Hernánez; Finca Los Almendros; Los Arbolitos, Sarapiquí; María Odilia Jiménez; Finca Pueblo Nuevo; Pueblo Nuevo, Limón; Adrián Rodríguez Chavez; Megatrópico; Guadalupe, Esparza; Victor Hugo Astorga; Ganadería La Pascua; La Alegría, Siquirres; Sebastián Páez; Finca Camarón; Guácimo, Limón; Norman Castillo López; Finca Gavilanes; La Colonia; Ana Corrales Rodríguez; Asentamiento Zota Parcela #19 (INDER); Porvenir, Ticabán; Carlos Barrantes Lobo; Agrícola San Isidro, Sarapiquí; Edgar Zúñiga Chaves; Finca La Margarita; Río Frío, Sarapiquí; Álvaro Carazo Zeledón; Finca Montecristo; Siquirres; Olger Solano Zúñiga, Finca El Peón, Guácimo; Olman Chaves Fernández, Finca Las Charolas, Palacios Cariari.

Alvaro Carazo Zeledón, un experimentado criador de la raza Blond d´Aquitane y Blonel, de la Finca Montecristo y Aquitania, participó en la subasta junto con su nieto Sebastián Páez (foto Laura Rodríguez).