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Ser mujer era sinónimo de histeria

Investigadora desnuda psiquiatrización femenina

Mercedes González ganó Premio Nacional de Historia 2013
7 mar 2014Vida UCR
Asilo Chapuí
En el Asilo Chapuí muchas mujeres fueron diagnósticadas con histeria femenina. En los casos más graves algunas fueron victimas de un sistema médico organicista controlado por hombres que tildaban de violentas, mal portadas e indecentes a las internadas (foto tomada de www.ccss.sa.cr).

A inicios del siglo pasado la maternidad, la menstruación, el parto, el puerperio, la depresión post parto, la menopausia y el despertar a la adolescencia fueron algunos de los motivos por lo que los médicos institucionalizaron a cientos de mujeres en el sistema psiquiátrico costarricense, dominado exclusivamente por hombres.  Ellos consideraban que la causa de la histeria que atacaba a las mujeres provenía de su propia naturaleza y por el disfrute del placer sexual.

Aunque desde hace mucho se ha discutido dicho tema, la investigadora Dra. Mercedes Flores González se dio a la tarea de desmenuzar las historias clínicas de hombres y mujeres ingresados al Asilo Chapuí entre 1910 y 1950; así como el estudio de los informes de la Junta de Caridad y la Junta de Protección Social de San José. 

Como resultado de dicha investigación, a finales del año pasado se publicó el libro Locura y género en Costa Rica. 1910-1950, por el obtuvo recientemente el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en la rama de Historia, compartido con otro universitario, el Dr. Manuel Solís Avendaño.

Publicado bajo el sello Editorial UCR, la Dra. Flores se propuso identificar el proceso histórico social de la locura en el contexto costarricense, así como la consolidación del sistema de salud mental en el país, a partir de los criterios científicos organicistas de la época en la que aplicaban terapias inhumanas.  A la luz de esas terapias, cientos de mujeres fueron patologizadas por la medicina por conductas que según sus padres, esposos y médicos de familia consideraban propias de las “niñas mal portadas”.

Dra. Mercedes Flores González
La Dra. Mercedes González Flores ganó el Premio Aquileo J. Echeverría en la rama de Historia 2013 por su libro Locura y género en Costa Rica. 1910-1950 (foto Archivo).

“La reclusión indebida de mujeres transgresoras –opuestas a la disciplina productiva, desobedientes y además contestarias- se había asumido de forma naturalizada, unificándose así con otras regulaciones de la autodeterminación y la rebeldía féminas”, aseguró la Dra. Flores.

Este libro es parte de la tesis de la investigadora en el programa de doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura, impartida por el Sistema de Estudios de Posgrado de la UCR.  Esta publicación recoge la temática desarrollada por la Dra. Flores en la última década, cuyo resultado también se refleja en el libro La construcción cultural de la locura femenina en Costa Rica. 1890-1910, editado en 2007 por la Editorial UCR.

La Dra. Mercedes Flores González es investigadora del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla-UCR) y docente del Posgrado de Psicología de la UCR. 

Desborde e inmoralidad

No hay verdadero delirio ni alucinaciones sino ideas sobrevaloradas en que predomina un erotismo muy marcado (…) Su erotismo es exagerado”, dice una de las anotaciones en el expediente de una joven paciente de 19 años ingresada por su madre por mal comportamiento.  En otro de los casos el médico tratante apuntó en el expediente de una adolescente de 18 años que “después de ser un tanto coqueta, desde hace ocho días ha aumentado en coquetería y ahora no habla más que de su novio, hablando de él constantemente y desaforada por ir a donde él está. Hoy la trae el padre”.

Locura y Género en Costa Rica
La crudeza de los testimonios de las instituciones de salud pública costarricense revelan el trato inhumano y sexista a la que fueron sometidas cientos de mujeres costarricenses entre 1910 y 1950 (foto cortesía Editorial UCR).

Como éste son muchos los testimonios documentales que la Dra. Flores recopiló para su investigación.  Y aunque existieron casos en todos los niveles socioeconómicos, “desde el imaginario social de la época, la amoralidad, y la perversión femenina se asociaron fundamentalmente con las mujeres de los sectores populares –prostitutas, sirvientas, obreras- sobre las cuales se creía que, al carecer de educación y de controles familiares en los espacios públicos, adolecían de sólidos valores”.

En el caso de los hombres, la mayoría de los internados provenían de barriadas pobres, con pocas oportunidades de ascenso social, servicios de salud y educativas y condiciones laborales muy precarias.  Algunos pacientes sufrieron la violencia política que marcó la década de los años 40, del siglo anterior.

Al finalizar su trabajo, la Dra. Flores concluye que “la objetivación de los enfermos y la aplicación involuntaria de dispositivos curativos externos, dejarían su impronta en la psiquiatría institucional costarricense contemporánea a partir de la preservación del paradigma orgánico de las enfermedades mentales, cuya construcción y denominación debería ser puesta en debate”.

El libro Locura y género en Costa Rica. 1910-1950 está a la venta en la Librería Universitaria; es parte de la Colección Identidad Cultural del Ciicla-UCR.

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
eduardicsao.munoz  @ucrlcmn.ac.cr

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