¿Somos los costarricenses igualiticos, o no?
¿Qué le pasa a una sociedad que ha construido su imagen de sí misma basada en la equidad social, cuando las muestras de desigualdad son cada vez más evidentes? Con esta interrogante el Dr. Carlos Sojo introdujo el tema de su conferencia.
El sociólogo dictó la charla Igualiticos: la construcción social de la desigualdad en Costa Rica, como parte de las actividades que se realizan en el marco del proyecto de investigación Trabajo, pobreza, asistencia y seguridad social: accesibilidad a derechos económicos y sociales en Costa Rica, de la Escuela de Trabajo Social.
Sojo explicó que los datos evidencian el crecimiento exponencial de la acumulación de la riqueza y el ensanchamiento de la brecha social y además en los últimos 30 años, el país ha perdido equidad aproximándose al promedio latinoamericano. De igual manera, considera que el aumento del trabajo precario y la poca generación de empleo de calidad son fuentes de desigualdad.
Pese a las transformaciones y a la realidad que se vive en el país, todavía algunos imaginarios colectivos siguen arraigados en la población y se sigue creyendo que todos los ticos son clase media y que la desigualdad aumenta por lo que viene de afuera. Aún así, se reconocen como causas de la desigualdad las diferencias espaciales, culturales y la gestión de las políticas públicas, explicó el Dr. Sojo.
La investigación de Sojo expone cuatro etapas de la historia nacional con enfoque de equidad. La era de la ostentación corresponde al momento actual donde existe una segregación tendencial de la población, se hace evidente que la desigualdad no es solo económica y datos como que en el 20% más pobre de los hogares vive el 24% de la población, manifiestan las desigualdades que cada vez son más evidentes.
Sin embargo, en las etapas anteriores se muestra como a través de la historia y por distintas razones, se ha consolidado en el imaginario colectivo de los costarricenses la igualdad entre los ciudadanos.
La primera etapa se refiere a lo que el especialista denomina igualdad imaginada, durante la cual sobresalen características como la supuesta homogeneidad étnica, la igualdad social y la democracia congénita de los costarricenses. Durante el período colonial la necesidad y el aislamiento hicieron que se creara el imaginario de que todos vivían de la misma manera. Mientras que en los albores republicanos la economía cafetalera generó un efecto igualador en la sociedad.
La segunda etapa es la de la desigualdad construida cuando se descubre la pobreza y se comienza a hablar del tema, por lo que se genera la percepción de desigualdades entre los costarricenses.
Durante el período de la Segunda República se desarrolla el proyecto de integración social, a partir de una clase media urbana con un resignificado rol del Estado. Son los años dorados de la clase media y se manifiesta en lo que Sojo llama la sociedad de los semejantes.
Esta actividad reunió a profesionales de Trabajo Social de distintas instituciones públicas como el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Consejo Nacional de Rehabilitación, la Caja Costarricense de Seguro Social, entre otras que participaron luego en un conversatorio que tuvo como objetivo la constitución y consolidación del núcleo de la pobreza a la calidad de vida en igualdad de condiciones, que es parte del proyecto de investigación Trabajo, pobreza, asistencia y seguridad social: accesibilidad a derechos económicos y sociales en Costa Rica, de la Escuela de Trabajo Social.
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